Vamos a tratar uno de los temas que más preocupa a los inversores en la actualidad, como es el posible ataque de Israel y EE.UU. a las instalaciones nucleares de Irán. Según diversas filtraciones este ataque ya se estaría preparando, y los israelís habrían solicitado armamento a EE.UU. para ejecutarlo. Esta posibilidad es muy real. Recordemos las palabras de Marc Faber, uno de los principales gurús mundiales de mercado. "El riesgo político era alto hace seis meses y ahora es más alto. Creo que tarde o temprano, Estado Unidos o Israel atacarán a Irán, es casi inevitable. Digamos que se declara una guerra en Oriente Medio o en cualquier otra parte, (el presidente de la Reserva Federal estadounidense Ben) Bernanke simplemente emitirá aún más dinero, no tienen otra opción. No tienen dinero para financiar una guerra", dijo Faber. "Uno tiene que estar en metales preciosos y acciones. La mayoría de las guerras y la mayoría de las situaciones de inestabilidad social no han destruido a las corporaciones –generalmente. Estas sobreviven", dijo.
La posible guerra con Irán lleva planteándose desde hace ya muchos meses. De hecho, a principios de 2011 se filtró un informe del Pentágono en el que se señalaba que un ataque a Irán era inevitable. Pero hoy no enfocaré este tema desde el punto de vista de las repercusiones económicas y financieras que tendría en caso de producirse. Lo analizaremos desde otro prisma.
A EE.UU. se le ha acusado frecuentemente de emprender acciones militares en Oriente Medio con el fin oculto de asegurarse las fuentes petrolíferas de la zona. Es un tema demasiado espinoso y complicado, por lo que las opiniones deben ser muy medidas. Lo que haré simplemente es ver cuál será la situación de EE.UU. en materia energética en el futuro, y si tiene sentido asegurar fuentes externas de petróleo mediante el uso militar.
Maria van der Hoeven, directora ejecutiva de la Agencia Internacional de la Energía, en una reciente presentación mostraba el siguiente gráfico.
En el gráfico se muestra la evolución esperada de las importaciones netas de las principales zonas económicas mundiales hasta 2035. Vemos como las necesidades de importación de petróleo de los EE.UU. son claramente decrecientes, mientras que las importaciones esperadas en India y sobre todo en China, crecen sustancialmente.
El gurú de la energía John Kemp señala respecto a este gráfico: Las importaciones estadounidenses del petróleo se van a reducir a la mitad entre 2000 y casi 2035 debido al aumento de la producción nacional en los campos convencionales y esquistos, al aumento de la mezcla de etanol y por las mejoras en la eficiencia de los vehículos. Para 2035, los Estados Unidos van a importar sólo 6 millones de barriles de petróleo por día, frente a los casi 11 millones de b/d en 2000.
En cambio, las importaciones de petróleo de China aumentarán alrededor de 1 millón de b/d hasta más de 12 millones al final del período. Las necesidades de importación de la India aumentarán al menos 2 millones de b/d hasta alrededor de los 7 millones. Los miembros de la ASEAN van a importar casi 4 millones de b/d.
China superará a Estados Unidos como principal importador mundial de petróleo alrededor de 2020 según la AIE, con otros clientes asiáticos sumando a las necesidades de importación regionales.
China basa en Medio Oriente y África del Norte casi la mitad de sus importaciones de petróleo, en contraste con los Estados Unidos, donde la mayoría de sus fuentes de crudo están en otros países en el hemisferio occidental.
En base a este análisis, es razonable pensar que la hipótesis de que EE.UU. realiza acciones militares en Oriente Medio para acceder a sus fuentes de petróleo, pierde peso.
lacartadelabolsa
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