lunes, 9 de mayo de 2011
Grecia o el negocio de tumbar países
Les propongo un negocio. Ustedes piden prestado dinero al 1,25% y luego, lo financian al 16,4%. ¿Les parece interesante?... A los bancos rescatados con dinero público también. Bienvenidos a Europa, tierra de oportunidades y de oportunistas, donde socializamos las pérdidas para que los bancos sigan atando sus beneficios, donde las entidades privadas mandan a la lona estados para hacer dinero.“Resulta casi obsceno pensar que los bancos rescatados con dinero público reciben financiación casi regalada de la barra libre de dinero del Banco Central Europeo para a continuación, prestárselo a los estados que les rescataron, eso sí, exigiendo un elevado interés(el bono a 10 años de Grecia se presta a un 16,4%)”. Así valora Javier Flores analista de Dacon Partners EAFI las palabras de Klaus Regling, responsable del fondo de estabilidad del euro, en las que acusa de manera directa a los bancos de “alimentar” el debate sobre la reestructuración griega para poder especular con grandes beneficios. Va siendo hora de que el dedo señale los muertos en el armario de la banca europea. Y es que el negocio está saliendo redondo. Mientras en Grecia un 20% de la población vive por debajo del umbral oficial de la pobreza, el transporte público se encarece entre un 30% y un 50%, mientras el paro se ceba con el 15% de la población, mientras 65.000 empresas se hunden… los bancos europeos siguen haciendo su agosto.
Y es que, como comenta Ignacio Albizuri, director de DeltaStock “no es cuestión de ética, es cuestión de dinero”. Ana Rafels, socia directora de Bolsacash, sigue desgranando el gran negocio del acoso y derribo a la economía helena. “Dentro de todo ese complejo proceso de negociación de las nuevas condiciones entre tenedores y emisor, intervienen activamente los grandes bancos de inversión y evidentemente, son remunerados por su trabajo.” La experta continúa: “la banca de inversión y los Hedge Funds ya han hecho su particular agosto con la situación que ha pasado y está pasando en Grecia”. Según señala Rafels “fueron precisamente ellos quienes compraron protección de forma masiva, creando una alerta en los mercados.” Una alarma que se tradujo en unos costes de financiación “francamente desorbitados”. “Cuando la situación griega llegó a ese punto extremo en el que su coste de financiación era tan elevado, comenzaron a comprar deuda y a vender parte de la protección que habían ido adquiriendo,”, explica Rafels. “Un negocio redondo”, concluye. Y es que el que parte y reparte… Pero no son los únicos que están sacando tajada de este pastel. Al ritmo que marcan las críticas de la canciller alemana, Angela Merkel, sobre la viabilidad de las finanzas en el sur de Europa, el coste de la financiación de la deuda germana se ha ido reduciendo aún más, como se señala desde Dracon Partners EAFI, algo que perjudica a los países periféricos que ven como los diferenciales se amplían y dificultan aún más la financiación de estas economías. Y he aquí otro de los negocios de moda en la coyuntura económica. El mercado de los CDS (seguro de impagos) “es muy poco transparente y fácil de manipular” señala Flores.
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