Nadie duda de la necesidad de que los bancos centrales hayan tomado medidas monetarias expansivas extremas. Y esto es incluso más obvio en el caso del BCE, donde la fragmentación financiera a la que asistimos en los primeros años de la Crisis sin duda podría haber supuesto el final del Euro. La autoridad monetaria europea se convirtió de hecho en su garante. ¿Dónde están entonces las dudas? En la duración de estas medidas extremas. Bajo una perspectiva oficial de medidas “excepcionales” que ahora se prolongan en el tiempo. Y esto último, positivo sin duda a corto plazo, debe valorarse en términos de los costes y riesgos a medio plazo que supone el mantenimiento de estas medidas. El BCE ha publicado hace unos días un breve trabajo donde analiza precisamente la eficacia de las medidas a las que hacía referencia antes: desde la compra de activos, las facilidades de crédito y hasta los tipos de interés negativos en el exceso de reservas de los bancos.
https://www.ecb.europa.eu/pub/pdf/other/eb201701_article01.en.pdf?53d6278d690d89d47 57edc8fdd640f69
¿Cuál es su límite? El propio estudio considera que tipos de interés nulos o negativos sí pueden dar paso en algún momento a unas condiciones financieras contractivas. Hablamos aquí del rechazo de los bancos por aplicar tipos de interés negativos en los depósitos o la opción de los clientes por mantener dinero en efectivo. También la dificultad de los bancos para seguir bajando los tipos más allá de los costes (de capital e infraestructura entre otros) que asumen. Naturalmente, niveles de liquidez y capital son factores que pueden hacer más o menos complicado el mantenimiento de unas condiciones financieras tan favorables. Y sin que esto suponga negar el impacto positivo en términos de nueva demanda de crédito o reducción de la morosidad de unas condiciones financieras tan favorables.
No, el BCE no advierte que se haya alcanzado el punto donde estas condiciones sean un problema a corto plazo. De los riesgos y costes a medio plazo no dice nada.
Pero, hay mucho más en el Papel que merece la pena destacar. Y especialmente cuando hablamos del esfuerzo en términos de mejora en las condiciones de financiación que han hecho los bancos españoles. Aquí les dejo unos gráficos....
¿Hasta junio? Un consejero del BCE reconoció hace unos días que probablemente no habrá cambios en el QE hasta junio. ¿Y los tipos de interés negativos de depósito? La nota de trabajo del BCE hace una alusión especial a esta cuestión. Menciona riesgos de mayor deterioro de márgenes y presión en la rentabilidad de los bancos. Pero, quizás más inquietante, considera que todos estos costes pueden ser mayores en función de la estructura de financiación de los bancos: mayor financiación a través de depósitos sin duda se convierte en un riesgo mayor que para la mayor financiación mayorista. Curiosamente, lo contrario a lo que se aspiraba en los primeros años de la Crisis buscando mayor estabilidad en la financiación. También puede generar distorsiones en la elección del prestador por el prestatario. Y todo ello puede precipitar ajustes de balance de las entidades financieras más allá de la racionalidad o estrategia de negocio en el futuro.
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