Vamos a ver si no nos perdemos con las sumas.
España se comprometió con la Comisión Europea (CE) a cerrar el 2015 con un déficit inferior a 10 mM€ de lo que en realidad lo ha cerrado.
En el 2016 el Gobierno se comprometió con la CE a que alcanzaría un déficit del 2,8% del PIB creciendo al 3%, pero tomando las previsiones del BdE España va a crecer este año el 2,7% y lo va a cerrar con un déficit del 4,4%. Todo lo cual arroja una diferencia de 14 mM€.
Para el 2017 más de lo mismo. El compromiso del Gobierno de déficit con la CE fue del 1,4% creciendo el 2,9%, pero las previsiones del BdE apuntan a un crecimiento del 2,3% y un déficit del 3,4%, lo que supone otros 14 mM€ de diferencia en contra.
Es decir, si a España se le exige que llegue al 31 de Diciembre del 2017 cumpliendo lo que se comprometió, España tendrá que conseguir como sea la friolera de 38 mM€: ¡¡¡¡38.000.000.000 €!!!!. ¿Cómo?, pues a base de una mayor recaudación fiscal porque el crecimiento económico haga que las bases imponibles sean mayores o porque se aumenten los tipos impositivos, y / o recortando el gasto público (eso que se denomina ‘consolidación fiscal’) a fin de que sobren ingresos para aplicar al déficit. (Una de las formas de mejorar el crecimiento es aumentando las exportaciones o abaratando los costes de los servicios turísticos, de ahí que se insista en las ‘refirmas estructurales’ para abaratar aún más todo lo relacionado con el factor trabajo).
En España los políticos han estado vendiendo la idea de que el crecimiento ya estaba en marcha y que el cumplimiento del déficit era conseguible; el Gobierno porque lo decía y la oposición porque no lo cuestionaba. Y en el transcurso de los meses hemos llegado adonde estamos: colgados de unos compromisos que va a costar muchos llantos cumplir.
Y no, no estoy de acuerdo con lo que dice el BdE sobre la inestabilidad que crea la ausencia de Gobierno. España ya tiene un presupuesto (parece que se supiese que no iba a haber Gobierno durante meses cuando se elaboró y aprobó antes de las elecciones) y los intereses de la deuda se van pagando, y es archisabido que el Gobierno que venga hará lo que le digan la CE y los MiB a cambio de un año de margen, y ese Gobierno, tenga el color que tenga, lo aplicará sin rechistar. Lo que sí, es que conviene que haya Gobierno ya a fin de que empiece a aplicar, ya, lo que le digan.
O sea que sí, que menudo panorama. Aunque total … con volver a utilizar aquello de ‘la herencia recibida’ …
Y otra cosa. Es imposible abordar el tema de las cuantas públicas y de su saldo sin entrar en la administración territorial de España en regiones, en la financiación de las mismas, y en los saldos fiscales interregionales. Estoy convencido de que la CE es totalmente consciente de ello.
(Por cierto y ya que hemos hablado de las previsiones del BdE. El organismo cae, como casi todos quienes hoy de economía hablan, en el mismo lugar común: ‘se va a crear tanto empleo’, ‘continuará la creación de empleo’. Vale, supongamos que la demanda de trabajo vaya a subir pero, ¿qué tipo de empleo se va a crear? ¿con qué condiciones? ¿amparado por qué contratos? ¿remunerado con qué importes? ¿en cuanto va a contribuir a mejorar la recaudación fiscal y de la Seguridad Social? ¿y en cuanto a reducir la pobreza y la tasa de exclusión social?. De eso las previsiones no dicen nada).
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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