Hace unos días recibí un mail, un mail de un alumno de Bachillerato. En el mail una sola consulta.
“Mi nombre es (nombre de quien me escribía), soy un estudiante de bachillerato en (nombre de un centro de enseñanza) y estoy muy interesado en la economía. He visto en su twitter un tweet, a partir del cual me ha surgido la siguiente pregunta: ¿Que medidas hay que tomar para aumentar la demanda de trabajo? ¿Cuales son las medidas que debería tomar España para aumentar la demanda de trabajo?”
Mi respuesta:
“El concepto 'aumentar la demanda de trabajo' ya está superado porque pertenece al modelo que ha entrado en crisis: al que ha estado activo hasta el 2010. En ese ya antiguo modelo la demanda de trabajo podía incrementase a través de gasto público o a través de la inyección de dinero vía crédito. Al inyectarse dinero aumenta el consumo-de-todo (la inversión también es un consumo a trozos) y ello genera demanda de trabajo.
Pero en este nuevo modelo que ya se está dibujando eso ya no es así. La tecnología productiva y organizativa permite producir lo que se necesita, en la cantidad que se necesita, donde se necesita, y cuando se necesita, y aumentando la productividad a fin de reducir costes, lo que redunda en una caída en el consumo de factores productivos, lo que incluye el de factor trabajo.
Es decir, a diferencia de antes en que era necesario incrementar la demanda de trabajo para que se consumiese porque ello era necesario para crecer, cada vez más es menos necesario el factor trabajo y será con más productividad como se crecerá, pero menos que antes, aunque de forma mas eficiente (y por ello, ecológica).
En otras palabras, incrementar la demanda de trabajo ya no es un objetivo, y, en todo caso, esa demanda de trabajo será según necesidad: temporal, a tiempo parcial y por obra y servicio, lo que supone elevados niveles de subempleo y de paro estructural”.
Pero la cosa no acaba aquí. A vuelta de correo volvió a escribirme:
“Creo que lo he entendido. Entonces, si lo he entendido bien, la demanda de trabajo no va a aumentar e incluso puede disminuir... Por lo tanto, si la oferta de trabajo sigue así, ¿los salarios disminuirán más todavía?”
Respondí:
En conjunto irá disminuyendo, fundamentalmente en horas de trabajo, lo que implicará elevadísimos niveles de subempleo.
Y sí, partiendo de la base de que la demanda de trabajo tiende a la baja, eso supone que existe un exceso de oferta de trabajo, de ahí el desempleo estructural. Y también: los salarios medios tenderán a la baja: las remuneraciones de los trabajadores supernecesarios subirán, pero las del resto descenderán, con el impacto que ello tiene en la recaudación fiscal y en los ingresos de la Seguridad Social.
Si te interesa este tema te sugiero que leas: "El fin del trabajo" de Jeremy Rifkin (Ed. Paidós). Es una libro publicado en 1995 en el que dibuja la tendencia del mundo del trabajo en las próximas décadas. Imprescindible”.
La pregunta tiene miga, y es superlógica.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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