viernes, 27 de marzo de 2015

La remuneración de los empleados públicos

Hoy y mañana vamos abordar un tema polémico, muy polémico: la remuneración de los empleados públicos. La causa de la polémica, pienso, es que, tradicionalmente, el tema se ha abordado de forma parcial, sesgada, incompleta. Lo que he escrito lo he elaborado a partir de un estudio realizado por un alumno hace un par de semanas. (Fuente de todos los gráficos:)
Este primer gráfico recoge, por un lado, la evolución del poder adquisitivo de los empleados públicos en España entre 1981 y el 2014; por otro la evolución del nivel de precios. Ambos tomando como referencia el índice 100 en 1981.


Pienso que no hace falta darle muchas vueltas a las conclusiones: desde el inicio de la serie los empleados públicos en España han ido perdiendo poder adquisitivo real de forma progresiva, creciente, continuada; pérdida que se ha acelerado tras las congelaciones y reducciones de estos últimos años.
Podría chocar esta realidad con esa otra que dice que, para trabajos equivalentes, las remuneraciones del sector público son superiores que las del privado; pero pienso que no se produce tal choque: suponiendo que las comparaciones se hayan hecho homogéneamente, lo único que indicaría tal conclusión es que los trabajadores del sector privado habrían perdido más poder adquisitivo que los del público.
El segundo gráfico muestra la evolución acumulada del poder adquisitivo de los empleados públicos desde 1982.


Lo evidente: en estos 32 años los empleados públicos españoles han sufrido una caída en su poder adquisitivo del 38,8%. Una exageración sólo compensada por la facilidad en el acceso al endeudamiento de la que ‘gozó’ la población española desde mediados de los 90 y, sobre todo, desde el 2001.
Las caídas son en cascada, incontenibles, tan sólo se producen pequeñas recuperaciones entre el 91 y el 93 –coincidiendo con el boom olímpico y el de la Expo– y entre el 2007 y el 2009 como eco rezagado de la época anterior.
Los dos problemas fundamentales que experimentan los salarios en España son, por un lado, que, salvo excepcione contadas, de por sí son bajos debido a que lo es el valor añadido generado; y por otro, que la inflación habitualmente ha sido elevadísima y ello ha afectado muy negativamente a unas rentas que, la mayor parte del año, pueden ser consideradas como fijas.



Bien. Introduzcamos otra variable: los salarios totales. El gráfico mostrado a continuación recoge, tomando como índice 100 el valor en 1992, de la evolución en España de losprecios, la mediana de los salarios y el salario público medio.
Ya desde el principio tanto el salario mediano como el salario público ha ido por detrás de la evolución de los precios. Lo fueron antes de la fase del ‘España va bien’, durante dicha fase, y con posterioridad ya en la crisis, de hecho las mayores diferencias se dan durante la crisis. Y curiosamente, la caída en los precios no beneficia ni siquiera mínimamente a los salarios de los empleados públicos debido a la congelación que estos han experimentado. Nuevamente se aprecia que fue gracias al acceso masivo al crédito como pudieron los asalariados introducirse en la fase del consumo masivo, a la vez que son evidentes los problemas que hoy los asalariados tienen para hacer frente a sus deudas.
Como resumen un gráfico aún más demoledor si cabe: la variación del poder adquisitivo de todos los asalariados y de los empleados públicos en España respecto al valor que ambos tenían en 1992 y que se ha igualado a 100.


En 19 años, el poder adquisitivo de los asalariados españoles ha aumentado 19,54 puntos porcentuales, aproximadamente y redondeando a un punto por año, y netamente por debajo de la inflación como anteriormente se ha puesto de manifiesto; pero es que el poder adquisitivo de los empleados públicos por separado se ha hundido la friolera de 34,49 puntos.
Es decir, un empleado público medio que en 1992 percibía 100unidades salariales, en el 2011 estaba percibiendo 65,51 en términos reales. Nótese que en el período 1992 – 2011 han estado gobernando partidos de diferente color.
¿Dónde está el megachollo de ser empleado público? ¿En que el empleo es para siempre?. Eso sólo para una parte, y en todos los casos alguna vez han sido señalados como holgazanes y estigmatizados por ser portadores de una canonjía. Y no, no me estoy reivindicando: la URL es un centro totalmente privado.
En España la valoración que en las últimas décadas se ha hecho del factor trabajo ha sido progresivamente a la baja, ‘compensada’ por la concesión, fuera de toda lógica, de crédito prácticamente ilimitado. Eso ha sucedido en todos los sectores y a todos los trabajadores, pero en el caso de los empleados públicos ha sucedido más. Y eso no se ha reconocido.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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