Es hora de iniciar la cuenta atrás para el crash del mercado bursátil de 2016. No, esta no es una predicción de una corrección pequeña. Espera un desplome del 50%. La mayoría de los inversores no quieren ver esta cuenta atrás. Psicología Básica. Se mantendrán optimistas y se entusiasmarán acerca de cómo los mercados europeos superan máximos históricos, el Nasdaq sigue batiendo sin descanso sus récords y el Ibex 35 se aproxima a niveles históricos.
Un dato. 73 empresas están ahora en el club de Start-up de Wall Street que superan los 10.000 millones de dólares: Uber (41.000 millones de dólares), SpaceX (12.000 millones) y Snapchat (10.000 millones). El corazón se acelera cuando leemos que las salidas a Bolsa en China han convertido en multimillonarios a hasta hace poco personas completamente desconocidas, como Jack Ma, Alibaba, con una fortuna que ahora se valora en 35.100 millones de dólares.
Sí, las salidas a Bolsa de compañías tecnológicas lideran la euforia. Es fácil entender por qué los inversores no quieren escuchar las advertencias, ni quieren saber nada de una cuenta atrás para el crash de 2016. Pero se acerca. Está casi garantizado, dice Paul B. Farrell en un artículo en MarketWatch.
"Muchos analistas de los ciclos teóricos advirtieron sobre una crisis entre 2012-2013, pero se consiguió evitar gracias al estímulo de los bancos centrales. O más bien se retrasó, añadiendo más fuerza a la siguiente crisis.
¿Por qué la crisis no sucederá antes? ¿Por qué no en 2015? Es verdad que Mark Hulbert ya advirtió que el "riesgo del mercado de valores en Estados Unidos es ahora más alto de lo que era en la era punto com". Sí, un descenso importante es posible. Sue Chang escribe que podríamos asistir a una corrección de entre un 10%-20% en julio.
Pero también sabemos que los mercados son normalmente alcistas hasta el tercer año de un ciclo presidencial. Así que si no hay un crash este año, ¿por qué molestarse con las advertencias y una cuenta atrás?
Los economistas conductuales hace mucho tiempo que nos han estado diciendo que los inversores optan por permanecer en la negación hasta que es demasiado tarde, sin haber aprendido las lecciones de la historia, cuando el mercado se derrumbó en 2008, 2000 o 1929, cuando colectivamente perdieron miles de millones.
Deja vu 2008
Vamos a comparar 2016 con otros crash anteriores: 2008, 2000 y 1929. Teoría de los ciclos básicos. Y este próximo desencadenará pérdidas más grandes que en 2000 y 2008.
Jeremy Grantham predice que "alrededor de las elecciones presidenciales, o poco después, la burbuja del mercado va a estallar, como las burbujas siempre lo hacen, y volverá a su valor de tendencia, alrededor de la mitad de su pico anterior."
El Dow Jones bajará un 50%, repitiendo los comportamientos de 2008, 2000 y 1929
Eso se traducirá en el Dow Jones, de desplomarse hoy, un descenso a alrededor de 9.000. Ahora esto es inimaginable. No es extraño que nuestro cerebro no quiera reconocer esto. En su lugar, preferimos oír las previsiones optimistas.
Deja vu 2000: exuberancia irracional, las tecnologías de las punto-com
Recuerde 1999. Hace sólo 16 años. La "exuberancia irracional". Renovada manía por el mercado de valores. Wall Street estaba caliente. Las acciones se disparaban. En aquel entonces los inversores exigían rendimientos anuales de locura: los 19 principales fondos de inversión tuvieron un rendimiento anual de entre el 179% al 323%.
Los accionistas de las punto com esperaban subidas del 100% sobre cero ventas. La gente se disgustaba si ganaba sólo un 30%. La jubilación anticipada era la conversación de moda en las peluquerías y reuniones de amigos. Luego vino el crash tecnológico de 2000. Dos guerras. Una recesión de 30 meses. Para 2005, el mercado inmobiliario mundial sufría otro boom. Wall Street y el inverso de calle eran adictos a la próxima manía... Más nunca es suficiente. Somos nuestros peores enemigos.
Los escépticos pueden pensar que es una broma. Lejos de ello. Hay una gran lección para todos los inversores en esta victoria. Pero nunca aprendemos. Estamos instalados en la negación.
Deja vu de la crisis de 1929, y la larga Gran Depresión
"Estados Unidos es más vulnerable hoy que incluso durante la Gran Depresión y la Guerra Civil", dice Thom Hartmann, en "El Crash de 2016." ¿Por qué? "Debido a que los pilares de la democracia que una vez apoyaron a la clase media han sido corrompidos, y sin ellos, América se tambalea al borde de la próxima Gran Depresión".
"Estados Unidos está en medio de una implosión económica que podría hacer que la Gran Depresión pareciera un juego de niños", advierte Hartmann. Su análisis es brutal, considera que "la fachada de Estados Unidos pronto se desintegrará para revelar el núcleo en descomposición, donde el poder corporativo y multimillonario y la codicia han sustituido a la infraestructura democrática y la gobernabilidad.
El Crash de 2016: Lamento que no lo quiera oír
¿Por qué no podremos detectar el crash? ¿Estamos ciegos? No. De hecho, las advertencias son siempre altas y claras como el cristal. Así que ¿por qué no las escuchan la mayoría de los inversores? He aquí por qué:
Los crash seguirán produciéndose. El 20 de marzo de 2000 advertimos: "¿El próximo crash? Lo sentimos, usted nunca lo oirá venir". Pero pocos escucharon. El mercado perdió 8 billones de dólares.
Después, vino otra oleada de advertencias desde 2004 a 2008. Pocos escucharon. Luego, otro crash. Y Wall Street perdió 10 billones de dólares.
A lo largo de gran parte de 2012-2013, los expertos advirtieron sobre el mercado. Pero en diciembre, el Wall Street Journal reveló que después de 13 años en territorio negativo, finalmente se acabó la "década perdida". Y los inversores volvieron a entrar en el mercado con un sentimiento alcista.
Y aquí estamos de nuevo: advirtiendo sobre un crash para 2016 y nadie, ni Wall Street, el inversor medio, la Fed, la SEC, los políticos de Washington, se preparan para la siguiente crisis. Escuche atentamente, la cuenta atrás para el Crash de 2016 ha comenzado."
Fuentes: Paul B. Farrell, MarketWatch
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