La mayoría de los trabajadores españoles paga más IRPF
que alemanes y franceses a igual nivel de renta tras las subidas
fiscales del PP.
El PP de Mariano Rajoy ha aprobado la mayor subida fiscal de la reciente historia de España en sus dos primeros años de Gobierno. En un primer momento, elevó drásticamente los grandes impuestos
a familias y empresas (IRPF, Sociedades, plusvalías, IVA), además de
subir otras tasas indirectas, así como mantener tributos que, en
principio, estaban destinados a desaparecer como, por ejemplo,
Patrimonio. Y ello, bajo la excusa de combatir el elevado déficit
público, en lugar de reducir de forma sustancial el gasto que, pese a
los ajustes anunciados, se mantiene en niveles de burbuja.
Lejos de rectificar, el Gobierno del PP pretende ahora intensificar esta estrategia fiscal mediante el aumento generalizado de las cotizaciones sociales a empresas, asalariados y autónomos,
pese a que prometió reducir dichas cargas para impulsar la creación de
empleo. La razón de fondo para justificar dichas subidas reside en el creciente agujero financiero que presenta el sistema público de pensiones.
Empleo ha preferido retrasar a finales de la presente década una de las medidas estrella de la nueva reforma de las pensiones,
evitando así un recorte nominal en las actuales prestaciones, con el
consiguiente coste electoral que ello supondría, y, a cambio, está
optando por elevar las cotizaciones, tal y como propugnan PSOE e IU.
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Como consecuencia del fuerte aumento de IRPF y cargas sociales -excluyendo, por tanto, el resto de subidas fiscales-, el mayor incremento de toda la OCDE en 2012, los españoles soportan hoy la mayor tributación sobre el empleo desde los años 80.
En concreto, el pago de impuestos sobre la renta y cotizaciones alcanzó el 41,4% del coste laboral total en 2012,
tomando como referencia un trabajador con sueldo medio soltero y sin
hijos. Esto significa que un empleado que gane algo más de 20.300 euros
netos al año, en realidad, le cuesta a a su empresa casi 34.700 euros.
Dicho de otro modo, el Estado se embolsa, vía IRPF y cotizaciones, más
del 40% de lo que en realidad gana un trabajador medio.
Por poner un ejemplo concreto, con datos de 2012 y bajo distintos supuestos, el esfuerzo fiscal que
soportan los trabajadores españoles en función de su nivel de renta se
refleja en la siguiente tabla, elaborada por el think tank Civismo, en
donde se recoge el sueldo neto más el pago de IRPF y las cotizaciones
que abonan trabajador y empresa.
Así, partiendo de que el sueldo más frecuente en España ronda los
1.000 euros al mes (12.000 euros netos al año divididos en doce pagas),
la primera columna muestra que la nómina real de los mileuristas
(coste laboral total) asciende a 1.523 euros al mes (18.283 euros al
año). Es decir, la empresa abona un total de 1.523 euros al mes para que
un trabajador ingrese 1.001 limpios en su cuenta. El Estado se embolsa 522 euros de la nómina mensual de un mileurista en concepto de IRPF y cotizaciones, el 34,33% de su sueldo.
Este porcentaje crece en función del nivel de renta. Los trabajadores
que ingresan 1.313 euros netos al mes (15.760 al año en 12 pagas)
cobran en realidad 2.089 euros (25.071 al año), de modo que Hacienda les
resta 776 euros mensuales (37,14% de su sueldo efectivo); quienes
perciben 1.602 euros netos (19.223 al año) ganan 2.641; y así,
sucesivamente. En términos generales, Hacienda quita unos 780 euros mensuales a los trabajadores que conforman la clase media en España, cuyas rentas oscilan entre los 1.000 y 1.600 euros netos al mes.
Tales porcentajes representan el denominado "esfuerzo fiscal", es
decir, el porcentaje que suponen los impuestos respecto al salario. Con
un esfuerzo fiscal superior al 40%, los trabajadores españoles sufren una de las fiscalidades más altas de la zona euro, casi un 20% superior a la media europea,
según el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) y la
Asociación Española de Asesores Fiscales y Gestores Tributarios (Asefiget).
Así,
el tipo impositivo que aplica España a la renta media (superior al 40%)
es muy similar al de países como Suecia o Finlandia, salvo por el hecho
de que dichas economías disfrutan de sueldos mucho más altos y, por
tanto, sus trabajadores gozan de una mayor renta disponible que los
españoles tras cumplir con el Fisco.
En el caso concreto del IRPF, cabe recordar que, tras la subida de Rajoy, el tipo marginal máximo se situá en el 52%,
tan sólo superado por Dinamarca (56,1%) y Suecia (56,6%) dentro del
grupo de países ricos (OCDE). Pese a ello, cabe recordar que algunas
CCAA han elevado dicho tipo marginal hasta el 56%, de
modo que tan sólo Aruba (59%) sufriría una tasa máxima claramente
superior en 2012. En 2007, antes de estallar la crisis, el tipo máximo
en España era del 43%.
Pero lo más relevante no es tanto el tipo de IRPF aplicable sino el
nivel de renta a partir del cual se aplica, ya que no es lo mismo un
tipo del 56% sobre 100.000 euros al año que sobre 10.000.
En 2010, con el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero
en el Gobierno, los 'mileuristas' españoles, con un sueldo bruto de
15.000 euros al año, pagaban un tipo marginal del 24%,
superior al que soportaban franceses e irlandeses, pero inferior al de
los alemanes. Asimismo, la clase media (30.000 euros) pagaba menos que
alemanes y franceses, y la mayoría de las rentas altas (más de 50.000
euros) más que alemanes e irlandeses, al tiempo que los más adinerados
(a partir de 75.000) sufrían tipos similares al de los otros tres casos
analizados.
La situación es diferente en 2012, con el PP de Rajoy en el poder. Ahora, los mileuristas
españoles ya pagan más IRPF que los alemanes y franceses. Ampliando el
abanico a otros países periféricos y el modelo nórdico, también se
observa que sufren un tipo superior al de italianos e irlandeses, y
pagan mucho más que los finlandeses, puesto que están exentos de IRPF.
Por otro lado, las rentas medias españolas (30.000
euros) pagan tanto IRPF como alemanes y franceses, pero mucho más que
irlandeses y finlandeses -tan sólo los italianos soportan un tipo
marginal mayor con ese nivel de renta-. Los sueldos medio-altos (50.000) pagan tanto como los alemanes e irlandeses, pero menos que franceses, italianos y finlandeses. Y las rentas altas españolas (75.000) son las que pagan el mayor IRPF de los países analizados, al igual que sucede con las rentas muy altas (150.000).
En resumen, los trabajadores españoles pagan tantos impuestos o más que las grandes potencias
europeas en los distintos tramos de renta, mientras que soportan un
IRPF mucho más elevado que Irlanda y, sobre todo, Finlandia.
fuente: http://www.libremercado.com/2014-01-22/los-mileuristas-espanoles-ya-pagan-mas-irpf-que-franceses-y-alemanes-1276508821/
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