martes, 20 de agosto de 2013

¿Por qué han soportado tan bien la crisis los trabajadores de mayor edad?

La recesión de 2008-2009 fue notable en los países más ricos por su intensidad, y por la debilidad de su posterior recuperación. El mercado laboral también ha roto las reglas según un reciente informe de la OCDE.
En las crisis anteriores los jóvenes eran los que más sufrían las recesiones. Los empleadores dejaban de contratarlos, y a menudo eran despedidos los que habían conseguido un trabajo porque eran más baratos de despedir. Pero en pasadas crisis, como las recesiones de los años 1970, 1980 y 1990, los trabajadores de mayor edad también eran un segmento de la población muy perjudicado. Sin embargo, durante la crisis financiera de 2008, y desde entonces, lo han hecho mucho mejor que otros grupos de edad.
Los investigadores centran sus estudios en los “in-empleados” como porcentaje del total de la población y los separan en tres grupos de edad, analizando su evolución en el periodo 2007-2012. Los “in-empleados” incluyen a los desempleados, y aquellos ciudadanos que no tienen empleo, pero que no lo están buscando activamente.
Como señala The Economist, mientras que los “in-empleados” se han incrementado en cuatro puntos porcentuales entre los jóvenes de los países miembros de la OCDE, y un punto y medio entre la población de entre 25 a 54 años, se ha reducido dos puntos entre los que tienen de 55 a 64 años de edad (ver gráfico).
La pregunta es, ¿por qué?
En algunos países del sur de Europa se han beneficiado de medidas de protección de empleo no aplicadas a los trabajadores más jóvenes. Según afirma en The Economist Stefano Scarpetta, jefe de la dirección de empleo de la OCDE, lo que ha cambiado es que ahora las empresas asumen todos los costes por eliminar a sus trabajadores de más edad. En los últimos planes de jubilación anticipada diseñados por los gobiernos (en la creencia errónea que esto podría ayudar a los jóvenes), se hacía más barato despedir a los trabajadores más mayores. Esto se ha detenido en gran medida.
Las pérdidas de empleo entre los trabajadores de más edad también han sido compensadas por la caída de la inactividad, lo que refleja fuerzas que ya eran evidentes antes de la crisis. Los trabajadores mayores son más saludables de lo que solían ser y el trabajo es menos exigente físicamente. También son más atractivos para los empleadores que las generaciones anteriores. Las personas de 55 a 64 años de edad hoy, parte de la generación baby-boom, se beneficiaron de una mayor educación que sus predecesores.
Los trabajadores de más edad tienen ahora un incentivo mayor para mantenerse empleados a causa del impacto de la crisis sobre la riqueza. En Gran Bretaña, por ejemplo, los trabajadores que dependen de las pensiones privadas se han visto afectados negativamente por la menor rentabilidad de sus inversiones y por las pobres tasas de rentabilidad anualidad cuando convierten sus ahorros en renta regular.
El resultado de todos estos factores es que en la actual crisis laboral en los países desarrollados, especialmente violenta en comparación con otras crisis, los jóvenes con diferencia son los que han resultado peor parados, seguidos por los de mediana edad, y finalmente, beneficiados los empleados de mayor edad. De ahí la importancia para que se aceleren las medidas que incentiven el empleo juvenil, sobre todo en Europa, donde en algunos países, llegan a niveles de desempleo absolutamente dramáticos.

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