Me escribe un mail un lector. Trabaja en una dependencia de un ente público en una región española. Mientras lo leía me daba la sensación de que estaba leyendo el amarillento cuaderno de a bordo escrito por el capital de una nave desaparecida hace un par de siglos en el Mar de los Sargazos y milagrosamente mantenida en hibernación hasta nuestros días. Era su respuesta a una pregunta mía en relación a algo que me últimamente me han comentado: en según qué departamentos de la Administración -del Estado, regional, municipal- hay menos trabajo: menos cosas que hacer.
“(…) primero tendríamos que ver donde estoy dentro de la administración pública… que es en (nombre de un departamento de un Gobierno regional), después dentro de este, estoy en (nombre de una dependencia del departamento anterior), con lo que quiero decir que ya antes éramos lo último de lo último dentro de la administración, en mi opinión.
Puedo decirle que desde mi punto de vista nunca hemos trabajado mucho (por no decir que muy poco, y solo llevo tres años allí), pero desde que pasaron las elecciones, final de año, y principio de año, esto no arranca, la verdad paso mucho de lo que hacen o dejan de hacer, pero es que ahora nadie hace nada, esta todo el mundo tocándose las narices, pero mucho más que antes. Dicen que a principio de año siempre hay poco trabajo, pero es que hay 4 personas en la zona de (nombre de una sección) y con una ya habría más que suficiente. En definitiva, sí, totalmente (de acuerdo: hay menos trabajo).
Además le puedo decir que desde la dirección se está intentando que demos una imagen (entre nosotros ya que no estamos cara al público) de normalidad, se ha prohibido que si vamos a buscar un café nos quedemos en la cafetería más de lo imprescindible, (y falta material) no me llegan los tonners que pido para las impresoras, y no pasa ni un presupuesto, ni puedo ir a comprar cebadores para los fluorescentes, (…) la respuesta automática… no hay dinero.
No arranca ni va a arrancar, yo me encargo de (descripción de una tarea) que se consumen en nuestras instalaciones, y cada vez tardo más en (realizar un cambio por agotamiento de un consumible). (…) Cada día hay menos problemas de aparcamiento, y ¡sorpresa! las empresas me llaman interesándose por si hay algún problema con los presupuestos que me enviaron tiempo atrás, ya que aún no han recibido la aceptación.
He oído que muchas cosas que se subcontrataban ahora se tendrán que hacer desde dentro. Nos mantienen ocupado como pueden…El viernes a última hora escuche de uno de los jefecillos que habrá algunos movimientos de personal (ubicación del personal dentro de la dependencia referida) supongo que para entretenernos y para cuando tengamos menos personal, lo que yo creo que está al caer, pero aún no se sabe como será ya que los que podían caer rápidamente ya cayeron hace tiempo.
Sobre esto del personal he oído una teoría, pero es muy bestia… Escuche que cuando los que están en plazas de interinos, se vayan porque alguien ha cogido su plaza (vía oposiciones), al que entre, se lo mantendrá a la espera de tiempos mejores para iniciar su actividad y la remuneración de su sueldo… Ya, es muy bestia, e incluso poco creíble, pero esto ya lo he escuchado. Y allí hay unas cuantas plazas pendientes de adjudicar.
Y creo que las mismas personas que estamos allí intentamos dar una imagen de normalidad. Aunque creo que la gente está muy preocupada y no lo manifiesta, pero en mi opinión se les escapa la dimensión de lo que hay. El día que no tengamos ya más tarjetas de carburante para los vehículos oficiales se lo haré saber.
Me pregunto… ¿qué pasará el año que viene? pero no hace falta… en solo 3 meses ya veré más cambios que en los últimos 3 años, ... eso que usted dice de que un año es la eternidad, creo que a día de hoy aún cuesta de entender a muchas personas, pero en poco tiempo será evidente…
¿Cuánto quedará para que tengamos la iluminación a medias?, ¿y que se diga que la calefacción se baje o se suba el aire acondicionado?, ¿tendremos consumibles todo el año?”.
Mi respuesta fue:
“Eso que dice que es muy bestia no lo es tanto: la plaza es para la persona, pero como no hay presupuesto para dotarla queda en stand-by, en espera, no de destino, sino de ocupación. No he podido confirmarlo pero alguien me dijo hace unos meses que en la Administración del Estado se estaba barajando reponer tan sólo una plaza de cada diez bajas por jubilación que se produzcan.
Pero no me aclara lo que le pregunté: tienen menos trabajo porque llegan menos encargos / órdenes / pedidos que antes, o tienen menos posibilidades de trabajar por los recortes que están sufriendo; porque, esta situación de práctico parón que me describe antes, hace cinco años, no se daba, ¿no? (al margen de que entonces ya sobrase personal).
Pienso que en el Sector Público no se producirán oleadas de despidos, más bien recortes de jornada y de salario, claro, más subempleo en definitiva; en los puestos verdaderamente importantes, fundamentales, será al revés: reducciones de fiestas y más horas de trabajo. Los gastos serán mirados con lupa de veinte aumentos, por ejemplo: puede que en su centro tan sólo haya un coche oficial y se tenga que justificar cada cm3 de combustible y cada Km recorrido”.
Mi lector volvió a contestarme:
“Eso de que se va a reponer una de cada 10 plazas, creo que ya está en vigor, incluso diría que es uno de los motivos por el que cuando mi contrato de relevo finalice no se va a renovar. No se lo aseguro al 100% pero juraría que esto ya es efectivo. (También he oído que no se cubren bajas por maternidad).
Diría que una mezcla de las dos razones. Justo hoy me han confirmado que en todo lo referente a contratos de mantenimiento del edificio se procederá con ello, en principio porque es algo legalmente necesario, con (un tipo de equipamientos) será otra historia, se ve que se será selectivo en los contratos de mantenimiento, pero no sé hasta donde. Con las cosas por reparar no sé que pasará, pero supongo que como con todos los gastos de este año, que en principio ya se sabe que serán los mínimos.
En respuesta a su pregunta… le diría que a mí me afecta el tema presupuestario, paralelamente (el tipo de tarea que se realiza en esa dependencia) se ve que ha bajado también, comparando los de hoy y los de hace un año, pero no se los datos exactos, por lo que no se lo puedo confirmar. (Dicen que repuntara la cosa ya que ahora todo se pone en marcha). Paralelamente y si a esto le sumamos lo poco que ya se trabajaba, y lo de que a principio de año nunca hay una actividad muy acentuada… (cuando hay “mucho” trabajo me llaman constantemente, ahora el móvil suena poco, o muy poco).
(Si el planeta ya está camino de la recuperación, si Europa ya ha enfocado la senda del crecimiento y superado pasados fantasmas recesivos, ¿para qué hace falta ampliar el Fondo de Rescate y, encima, flexibilizarlo?. ¡Misterios misteriosos!).
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
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