Tras un año complicado, puede que los mercados de Bolsa sean el mejor lugar para ganar dinero durante 2011. Este año se han salvado tras un espectacular cuatro trimestre.
Tras un año complicado, puede que los mercados de Bolsa sean el mejor lugar para ganar dinero durante 2011. Este año se han salvado tras un espectacular cuatro trimestre. La resistencia a la crisis del euro y las buenas noticias económicas y empresariales en los mercados desarrollados y emergentes han ayudado a que los índices Stoxx 600 y el S&P 500 crecieran por encima del 11%. Esos mismos factores también pueden contribuir a unas mejores cotizaciones para el año entrante.
El caso es muy sencillo: las acciones son más atractivas que otro tipo de activos, dados los cuantiosos balances comerciales, los buenos ingresos y el crecimiento global. Por el contrario, tras una acusada escalada en los últimos años, las letras del Tesoro viven un momento de agitación, bien por problemas fiscales o por miedo a la inflación. Y mucho del jugo extraído procede de exprimir los títulos de las empresas.
Parece fácil prever las valuaciones de los títulos. El crecimiento de los ingresos se ralentizará en la medida que vaya acabando el ciclo. Pero los títulos múltiples podrían expandirse, asumiendo que el continuo crecimiento y los bajos tipos de interés disuadan los miedos inflacionistas. El S&P 500, cercano a los 1.250 puntos, comercia a un valor 13 veces superior a los ingresos de 2011, por debajo de la media a largo plazo. Si para finales de 2011 el valor es 15 veces superior, el índice podría escalar hasta los 1.400, según Merrill Lynch. El Stoxx 600, alrededor de 280 puntos, comercia 11,3 veces por encima, una cifra también por debajo de la media, pero podría alcanzar los 320 puntos para finales de 2011.
Mucho depende de mantener los bajos tipos de interés y una continuada voluntad política para reanimar la economía. Las compañías se sentirán más presionadas para gastar en inversiones o en adquisiciones, recompras de acciones o dividendos. En EEUU, las empresas cada vez compran más títulos de valores: las compañías no financieras invirtieron a un ritmo de 198.000 millones de euros anuales entre enero y septiembre de 2010, lo que, según JP Morgan, supone 50.000 millones más que en 2009. Un aumento de la rentabilidad de los bonos, tal y como se ha empezado a producir recientemente, no es por fuerza una amenaza: Goldman Sachs indica que los títulos de renta variable suelen aumentar un 20% durante los 12 meses que siguen a una depresión de la rentabilidad de las letras del Tesoro.
Pero es probable que haya volatilidad. El escenario político es uno de los grandes riesgos. Se puede afrontar la crisis del euro si se limita a Portugal, Irlanda y Grecia, que representan el 6,3% del PIB de la eurozona. Pero las ganas de riesgo se verán afectadas si la crisis se extiende a España, lo que implicaría rescatar al 18% de la economía de la unión monetaria.
La reacción alemana a futuros rescates es un comodín para los mercados. La política monetaria china y la inflación de los mercados emergentes también son algunos riesgos. Por su parte, el experimento de EEUU con la inyección de liquidez (QE2) puede fracasar en su intento por reducir el desempleo o estimular el crecimiento. Puede que incluso alimente las expectativas inflacionarias, así que los inversores empiezan a temer que la Fed cierre el grifo poco a poco. Muy posiblemente, estos peligros conducirán a una etapa de aversión al riesgo. Pero el dinero vuelve a fluir hacia las acciones, alimentando parte del reciente repunte. Según JP Morgan, el mes pasado los inversores inyectaron en conjunto 21.000 millones de euros en fondos de capital riesgo y retiraron 4.500 millones de bonos. Tras ser evitados duranto dos años, las acciones parecen regresar del frío.
Lea el artículo original publicado en The Wall Street Journal Europe Stock Markets Are Poised to Steal the Show Next Year
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