El desplome de la actividad, el ajuste del mercado laboral y las dudas sobre las finanzas públicas, a raíz de la crisis de Grecia, han lastrado a España frente al resto de los países, tanto desarrollados como emergentes. Así se puede comprobar en el último índice de competitividad elaborado por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), en el que baja del puesto 33 al 42, lo que supone una caída de nueve puestos en sólo un ejercicio y el nivel más bajo en los 10 años que se ha elaborado este ranking.
Una pérdida tan sólo superada por un nutrido grupo de países africanos, seguidos por Libia, Jordania, Eslovaquia y Grecia, lo que muestra las dificultades de la economía española para ser competitiva frente a otras naciones. En el capítulo dedicado a España, para el que los expertos del WEF han contado con la colaboración de la escuela de negocios IESE, se achaca el recorte experimentado al profundo deterioro del mercado laboral (la tasa de paro ha superado el 20% de la población activa), al fuerte crecimiento del déficit público (superó el 11% del PIB en 2009) y a las dificultades para obtener crédito.
El informe viene acompañado por una encuesta en la que se le pregunta a 177 directivos españoles sobre las principales dificultades que han encontrado para realizar negocios. La respuesta más generalizada es el acceso al crédito. Así, el 23,4% de los encuestados señala éste como el principal problema, seguido muy de cerca por las rigideces del mercado laboral (21,6%) y el exceso de burocracia (15,9%). Los autores del informe subrayan, sin embargo, que el principal reto que afronta la economía española es corregir la escasa flexibilidad del mercado laboral y las dificultades para el despido. Ambos factores la sitúan en el puesto 130 de la clasificación en este apartado, sólo por delante de Portugal y Venezuela. "El principal desafío que tiene España se refiere al rígido mercado laboral, lo que sin duda impide la creación de trabajo, un aspecto muy importante teniendo en cuenta la elevada y persistente tasa de desempleo", subraya el texto.
En el lado contrario, el informe destaca como un dato positivo el tamaño del mercado. En este capítulo, España queda encuadrada en el puesto 13 de la clasificación, gracias al dinamismo que experimentan exportaciones e importaciones en cuanto se inicia la recuperación económica y por el incremento del PIB per cápita en los últimos años. El estudio también valora la inversión en infraestructuras, al situarse en el decimocuarto puesto del ranking mundial. Otros indicadores que también salen por encima de la media son el desarrollo tecnológico y la educación universitaria, en los puestos 30 y 31.
Suecia destrona a EE UU, que retrocede al cuarto lugar
La crisis económica que ha sacudido con intensidad a las economías desarrolladas en el último ejercicio, también ha provocado cambios en los 10 primeros países en la clasificación.
Y el más perjudicado ha sido EE UU, que hace dos años encabezaba la clasificación como el país más competitivo del mundo. El año pasado se vio superada por Suiza y en este ejercicio ha perdido dos posiciones en favor de Suecia y Singapur.
Xavier Sala i Martín, profesor de Economía de la Universidad de Columbia y uno de los autores del estudio, asegura que la pérdida de competitividad de EE UU se basa en el deterioro de dos de los ejes estudiados (instituciones y macroeconomía). "El primero se ha deteriorado por la seguridad y ineficiencia del Ejecutivo, mientras que el segundo se ha visto perjudicado por los estímulos fiscales y el abultado déficit", señala.
http://www.cincodias.com/articulo/economia/capacidad-competitiva-Espana-cae-minimos-historicos/20100910cdscdieco_5/cdseco/
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