Al elenco de estafadores que visitan habitualmente hogares y pequeñas empresas para cobrar falsos recibos de luz, agua, gas, electricidad... se une ahora un nuevo tipo: el supuesto cobrador de la SGAE. El pasado fin de semana, una persona que se identificaba como inspector de la entidad, irrumpía en una fiesta privada en Baracaldo exigiendo el pago de un importe por el «canon» de la música que sonaba. Ante la estupefacción de los jóvenes allí presentes, el impostor no llegó a cobrar cantidad alguna «por ser la primera vez» y amenazó con volver en el futuro para obtener el botín.
Fuentes de la SGAE se apresuraron ayer a desmentir que ninguno de sus trabajadores hubiera acudido al lugar «porque nunca entramos en propiedades ni fiestas privadas». Sin embargo, la amenaza de posibles timadores que actúan en nombre de la SGAE intentando sacar tajada por los derechos de autor se extendía ayer por los foros de internet, en donde los usuarios cargaban contra la entidad y sus inspectores, al entender estos hechos como una «nueva tropelía» de la SGAE.
Ignacio Casado, responsable de la entidad en la zona norte, aseguró a ABC que «es la primera noticia» de una supuesta estafa, por lo que afirmó que no interpondrían ninguna denuncia. «Desconocemos quién ha sido, ni siquiera sabemos a ciencia cierta que sea verdad que alguien haya reclamado nada en nuestro nombre», señaló el responsable de comunicación de la SGAE en el País Vasco. No obstante, desde la entidad de gestión recordaron que para evitar este tipo de situaciones se debe exigir una credencial al inspector y que éste debe proporcionar un recibo que justifique cada pago. «Lo habitual -insisten desde la SGAE- es pagar mediante transferencia bancaria».
Desamparados al cobrar
ABC ha intentado ponerse en contacto con el trabajador suplantado, pero «no les está permitido hacer declaraciones», ya que «no son portavoces», según indica Casado. La entidad tiende a limitar la figura de estos intermediarios autónomos al cobro de morosos. Los pagos «más fáciles» de grandes teatros o conciertos se gestionan de manera directa por la SGAE que dirige Teddy Bautista. La realidad es que estos inspectores se quejan de haberse topado con billetes falsos, que han tenido que poner de su bolsillo, e incluso han visto su integridad física en peligro. Uno de ellos se encontró con la escopeta en la cara cuando se disponía a cobrar en un bar. Aún hoy, ni él ni ningún otro ha pasado por allí. Y el bar sigue sin pagar.
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