Hace unos días recibí un mail de un lector:  “Como lector y seguidor 
de usted, me resulta tremendamente interesante la oportunidad que ofrece
 a sus lectores de hacerle llegar sus cuestiones e inquietudes respecto a
 asuntos económicos a través de este medio por el que le escribo. Por mi
 parte no puedo dejar pasar la oportunidad de preguntarle lo siguiente 
como joven ingeniero de esta nueva "era de la información".
Por un lado, es bien sabido que a lo largo de las décadas la
 tecnología ha ido propiciando un ahorro en la mano de obra por parte de
 las empresas y por tanto incrementado su productividad. Juzgando por 
este fenómeno las empresas deberían  marchar realmente bien, sin embargo
 veo que, salvando a una élite de empresas, la situación no es así. Por 
el contrario, (aparentemente) las empresas pasan por grandes 
dificultades. Me pregunto "dónde están" esos incrementos de 
productividad.
Por otro lado, conozco algunas de sus opiniones al respecto, pero no 
acabo de escuchar respuestas claras de ningún economista en relación al 
siguiente problema: En un panorama en el que se está progresivamente 
pasando de la clásica sustitución  por máquinas de los "brazos y 
piernas" de los trabajadores a la sustitución por máquinas del intelecto
 y de las habilidades cognitivas de los mismos, ¿cómo se resolverá la 
paradoja de un sistema futuro en el que las empresas disparan su 
productividad y producción prescindiendo de la casi totalidad del factor
 humano mientras existe una mayoría de la población que no puede 
absorber esos bienes producidos precisamente porque se ha prescindido de
 ellos en el proceso productivo? La renta básica no parece ser una 
solución viable para un estado que ni siquiera puede garantizar las 
pensiones a medio plazo. ¿Es esta la muerte del sistema actual para dar 
lugar a un sistema basado en el reparto de recursos? ¿No sería adecuado 
que a cada persona le corresponda una parte de las ganancias de 
productividad de la sociedad donde vive por el mero hecho de ser 
integrante de ella?
Muchas gracias y espero que las cuestiones no tengan que ver demasiado con mis bastante limitados conocimientos en economía”
Mi respuesta:
“En España como conjunto la productividad no está creciendo, al 
revés. Aumentó entre el 2009 y el 2013 debido a la oleada de despidos 
que se produjeron, pero luego decreció y así sigue. Claro que analizando
 subsectores concretos e incluso empresas, la cosa cambia. Pero por 
encima de todo eso una realidad: existe un exceso de oferta de todo.
Lo otro que Ud. plantea ya lo planteó Marx. Al aumentar enormemente 
la productividad y producirse una concentración de empresas por 
actividades formando oligopolios, los costes de producción se hundirán 
en los bienes básicos alcanzando un precio asumible para las rentas 
básicas.
Al sistema, asumiendo que se cumplan los timings de estos pasados 
siglos, aun le quedan algunas décadas; lo que si se halla en cambio es 
el modelo que entró en crisis en el 2010. De nuevo suponiendo que se 
cumpla lo que sucedió en términos temporales en la pasada crisis 
sistémica: la Depresión, para el 2025 el nuevo modelo se hallará 
totalmente implantado y aceptado”
A principios del S. XIX, al finalizar las Guerras de Coalición, se 
produjo un cambio de Sistema, y el final del precedente, y del modelo 
con que concluyó, fueron especialmente duros. Queda Sistema Capitalista,
 pero crecientemente deteriorado y su final, puede suponerse, será 
complicado: siempre ha sido complicado el fin de un Sistema.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
No hay comentarios :
Publicar un comentario