Uno de los factores con mayor potencial desestabilizador a nivel global es una brusca ralentización económica en China. Los datos y previsiones oficiales apuntan a un crecimiento económico en los próximos años por encima del 6%. Hay muchos analistas que no se creen estos datos. Entre ellos el famoso antiguo economista del Banco de Inglaterra, Danny Gabay.
Gabay, declaró recientemente en Bloomberg que la segunda mayor economía del mundo ha ralentizado su crecimiento hasta el 3%, frente el 6,9% de las estimaciones gubernamentales para el tercer trimestre y el 6,5% esperado para los próximos cinco años.
Una ralentización económica en China de esta magnitud sería altamente perjudicial a nivel global, y es fácil comprender por qué:
- China consume entre el 40%-60% de las materias primas industriales.
- Es el principal mercado de sectores como el automovilístico, telefonía móvil, algunos bienes de lujo y maquinaria.
- Las implicaciones en otras economías serían muy elevadas. China representa más de ¼ de las exportaciones de Corea del Sur, o cerca del 20% de las de Brasil, y más del 10% de las alemanas, por poner tres ejemplos.
Gabay no solo afirma que las cifras oficiales de crecimiento están muy lejos de las reales, sino que el Banco Central de China tendrá que acometer medidas desesperadas para intentar impulsar la economía. Entre ellas, bajar los tipos de interés a cero desde el 4,35% actual, y empezar a comprar activos (programa QE).
Como vemos en el gráfico adjunto, los tipos en China han bajado desde el 6,75% de 2012, al 4,35% actual.
De cumplirse este escenario significaría que los tipos de referencia del Banco Central de China se situarían por debajo de los de la Fed por primera vez desde 2011.
Gabay añade que las autoridades también necesitarían devaluar el yuan para incrementar sus exportaciones. "La soga está ahora alrededor del cuello de los chinos, y ellos necesitan quitársela”.
China no es un caso especial, y al igual que otros países, tiene que lidiar con el exceso de deuda. La deuda gubernamental, corporativa y particular en 2014 representaba el 282% de la producción económica del país, según datos de McKinsey&Co.
“China no es inmune al estallido de una burbuja en el precio de los activos, como no lo somos el resto”, afirma Gabay.
De cumplirse el escenario que dibuja Gabay, tendremos un año 2016 “muy movido”.
fuente: http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/la_soga_esta_ahora_alrededor_del_cuello_de_los_chinos
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