Muchos economistas y tecnólogos creen que el mundo está al borde de una nueva revolución industrial, en la que los avances en el campo de la inteligencia artificial dejarán obsoleto el trabajo humano a un ritmo implacable. Dos investigadores de Oxford analizaron recientemente las habilidades requeridas por más de 700 ocupaciones diferentes para determinar cuántas de ellos serían susceptibles a la automatización en el futuro cercano, y la noticias no son esperanzadoras: Llegaron a la conclusión de que las máquinas acapararán más del 47 por ciento de los puestos de trabajo dentro de unas décadas.
"Esta es una predicción terrible, pero las consecuencias no repercutirán sobre toda la sociedad de manera uniforme", dice Jerry Kaplan, The Atlantic. "Un vistazo de cerca a los datos revela un patrón sorprendente: Los trabajos realizados principalmente por mujeres son relativamente seguros, mientras que los que son normalmente realizados por los hombres están en claro riesgo.
No debería sorprendernos de que a pesar de los avances en materia de igualdad en el mercado laboral, muchas profesiones comunes presentan un alto grado de discriminación de género. Por ejemplo, de los 3 millones de conductores de camiones en los EE.UU., más del 95 por ciento son hombres; de los casi 3 millones de secretarias y asistentes administrativos, más del 95 por ciento son mujeres. Los vehículos autónomos son una posibilidad no muy lejana, y cuando lleguen, desaparecerán los trabajos de los conductores. Mientras, los trabajadores de apoyo en las oficinas, no sufrirán tal inminente amenaza.
Este patrón se mantiene para la mayoría de las ocupaciones con sesgo de género. Los hombres ocupan el 97 por ciento de los empleos en la construcción y carpintería. El estudio de Oxford calcula que estos trabajadores varones serán reemplazados por robots en más de un 70 por ciento. Por el contrario, las mujeres ocupan el 93 por ciento de los puestos de enfermería. Su riesgo de obsolescencia es extremadamente pequeño: un 0,009 por ciento.
Casi la mitad de los puestos de trabajo de hoy en día serán obsoletos en un futuro no muy lejano.
¿Qué está causando este patrón? Las habilidades mostradas por la próxima ola de máquinas inteligentes se adaptan mejor a las ocupaciones actualmente dominadas por los hombres. Muchos de los puestos de trabajo ocupados por hombres implican percepción y manipulación, a menudo junto con esfuerzo físico. Los últimos robots móviles combinan sistemas sensoriales avanzados con habilidades para realizar con éxito este tipo de tareas.
Otras profesiones más cerebrales dominadas por los hombres, tampoco son seguras. Muchas ocupaciones que aparentemente requieren experiencia y un buen juicio, como por ejemplo traders de materias primas, están siendo acaparadas por programas automáticos de aprendizaje cada vez más sofisticados, capaces de analizar rápidamente patrones sutiles de grandes volúmenes de datos.
Por el contrario, las mujeres suelen trabajar en entornos no estructurados más caóticos, donde la capacidad de leer las emociones y las intenciones de la gente son fundamentales para el éxito. Si su trabajo implica distraer a un paciente mientras pone una inyección, adivinar si un bebé que llora quiere un biberón o un cambio de pañal, o intentar calmar a un cliente furioso, usted no necesita preocuparse de que un robot vaya a quitarle su trabajo, por lo menos en el futuro previsible.
Entonces, ¿de qué se ocuparán las máquinas? Para empezar, van a adaptarse bien a las tareas específicas y que se adhieren a criterios objetivos. Estas características permiten a un ingeniero robótico codificar los requisitos en forma programática y medir los resultados. Es fácil de saber que tiene que hacer robot pintor de brocha gorda y analizar si ha realizado correctamente su trabajo; es más difícil de evaluar si un paciente con demencia está más cómodo con una manta caliente. Las computadoras también sobresalen en tareas que se benefician de la coherencia, la atención y la objetividad, como el lavado de ventanas, la gestión del flujo de tráfico aéreo, o la asignación de taxistas para distintos viajes.
Otra de las características que afectan a la seguridad de un trabajo es la amplitud de habilidades que requiere. Las computadoras no están generalmente diseñadas para sustituir a los trabajadores; típicamente automatizan tareas específicas, dando lugar a un trabajador más productivo. Cuando un sistema automatizado puede hacer todas las cosas que un determinado trabajador, el humano será reemplazado. Así, cuantas más habilidades posea más habilidades posea, más difícil será reemplazarle.
En resumen, el trabajo típico de las mujeres de hoy en día es lo que va a predominar en el futuro. En una escala de masas, este patrón puede dar lugar a un cambio involuntario en la división del trabajo, con maridos que se hagan cargo de las tareas del hogar después de dejar a sus esposas en la oficina. Superficialmente, eso puede parecer divertido, pero la realidad será mucho más sombría, ya que las familias intentaran sobrevivir con un solo ingreso, y los hombres tendrán que lidiar con la agitación emocional de no tener un lugar en el mundo laboral."
No debería sorprendernos de que a pesar de los avances en materia de igualdad en el mercado laboral, muchas profesiones comunes presentan un alto grado de discriminación de género. Por ejemplo, de los 3 millones de conductores de camiones en los EE.UU., más del 95 por ciento son hombres; de los casi 3 millones de secretarias y asistentes administrativos, más del 95 por ciento son mujeres. Los vehículos autónomos son una posibilidad no muy lejana, y cuando lleguen, desaparecerán los trabajos de los conductores. Mientras, los trabajadores de apoyo en las oficinas, no sufrirán tal inminente amenaza.
Este patrón se mantiene para la mayoría de las ocupaciones con sesgo de género. Los hombres ocupan el 97 por ciento de los empleos en la construcción y carpintería. El estudio de Oxford calcula que estos trabajadores varones serán reemplazados por robots en más de un 70 por ciento. Por el contrario, las mujeres ocupan el 93 por ciento de los puestos de enfermería. Su riesgo de obsolescencia es extremadamente pequeño: un 0,009 por ciento.
Casi la mitad de los puestos de trabajo de hoy en día serán obsoletos en un futuro no muy lejano.
¿Qué está causando este patrón? Las habilidades mostradas por la próxima ola de máquinas inteligentes se adaptan mejor a las ocupaciones actualmente dominadas por los hombres. Muchos de los puestos de trabajo ocupados por hombres implican percepción y manipulación, a menudo junto con esfuerzo físico. Los últimos robots móviles combinan sistemas sensoriales avanzados con habilidades para realizar con éxito este tipo de tareas.
Otras profesiones más cerebrales dominadas por los hombres, tampoco son seguras. Muchas ocupaciones que aparentemente requieren experiencia y un buen juicio, como por ejemplo traders de materias primas, están siendo acaparadas por programas automáticos de aprendizaje cada vez más sofisticados, capaces de analizar rápidamente patrones sutiles de grandes volúmenes de datos.
Por el contrario, las mujeres suelen trabajar en entornos no estructurados más caóticos, donde la capacidad de leer las emociones y las intenciones de la gente son fundamentales para el éxito. Si su trabajo implica distraer a un paciente mientras pone una inyección, adivinar si un bebé que llora quiere un biberón o un cambio de pañal, o intentar calmar a un cliente furioso, usted no necesita preocuparse de que un robot vaya a quitarle su trabajo, por lo menos en el futuro previsible.
Entonces, ¿de qué se ocuparán las máquinas? Para empezar, van a adaptarse bien a las tareas específicas y que se adhieren a criterios objetivos. Estas características permiten a un ingeniero robótico codificar los requisitos en forma programática y medir los resultados. Es fácil de saber que tiene que hacer robot pintor de brocha gorda y analizar si ha realizado correctamente su trabajo; es más difícil de evaluar si un paciente con demencia está más cómodo con una manta caliente. Las computadoras también sobresalen en tareas que se benefician de la coherencia, la atención y la objetividad, como el lavado de ventanas, la gestión del flujo de tráfico aéreo, o la asignación de taxistas para distintos viajes.
Otra de las características que afectan a la seguridad de un trabajo es la amplitud de habilidades que requiere. Las computadoras no están generalmente diseñadas para sustituir a los trabajadores; típicamente automatizan tareas específicas, dando lugar a un trabajador más productivo. Cuando un sistema automatizado puede hacer todas las cosas que un determinado trabajador, el humano será reemplazado. Así, cuantas más habilidades posea más habilidades posea, más difícil será reemplazarle.
En resumen, el trabajo típico de las mujeres de hoy en día es lo que va a predominar en el futuro. En una escala de masas, este patrón puede dar lugar a un cambio involuntario en la división del trabajo, con maridos que se hagan cargo de las tareas del hogar después de dejar a sus esposas en la oficina. Superficialmente, eso puede parecer divertido, pero la realidad será mucho más sombría, ya que las familias intentaran sobrevivir con un solo ingreso, y los hombres tendrán que lidiar con la agitación emocional de no tener un lugar en el mundo laboral."
Fuentes: Jerry Kaplan, The Atlantic
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