Cada vez se extiende más la sensación en los mercados, que nos adentramos en una época económica diferente, caracterizada principalmente por una tendencia de crecimiento mucho más suave, tanto desde el punto de vista macroeconómico, como empresarial. Las fuertes tasas de crecimiento en beneficios que han presentado las compañías desde la Segunda Guerra Mundial, parecen estar llegando a su fin. Muchos son los factores que han creado este nuevo escenario de ciclo, y entre ellos, y con un peso muy importante, el aspecto demográfico en casi todos los países occidentales, pero principalmente en EE.UU.
Los analistas de Moody’s señalan que varias tendencias demográficas están influyendo en la actividad de EE.UU. desde hace ya tiempo. Estas tendencias incluyen:
1. Un crecimiento más lento de los estadounidenses de entre 15 a 49 años. Un grupo de población que muestra una correlación relativamente fuerte con el crecimiento del gasto real del consumo.
2. El crecimiento más lento de la población en edad de trabajar.
3. El crecimiento mucho más rápido de los trabajadores mayores en relación con los trabajadores más jóvenes, y
4. El vertiginoso crecimiento de las personas de más de 65 años frente a los menores de más menores de 65.
Antes de la recesión, como vemos en el gráfico adjunto que elabora la FED de San Francisco, los estadounidenses entre 25 y 54 años estaban descendiendo. Esto ha sido en parte debido al resultado de una meseta en décadas de crecimiento de la participación femenina, y en parte a la jubilación anticipada de la generación del baby boom.
Existe una correlación directa entre el ratio PER con el ratio Población de mediana edad/Población de tercera edad. Lo que sugiere la FED de San Francisco es que la entrada paulatina en la tercera edad de la generación del baby boom, podría ser un factor relevante en la desaceleración de los mercados bursátiles en los próximos 20 años.
El alto desempleo juvenil por su parte, tiene profundas implicaciones en la creación de nuevos hogares. La creación de familias se retrasa, con lo que decrece el consumo, y el número de adultos que vuelve a casa de sus padres se incrementa.
Moody’s se muestra de acuerdo con las conclusiones de la FED de San Francisco, y señala que en términos anuales, el gasto del consumidor muestra una significativa relación con el número de estadounidenses entre 15 a 49 años.
Moody’s señala que hemos asistido una notable desaceleración de la tasa de crecimiento interanual de este segmento de la población desde el 1,4% en promedio en 1972 al 0,1% en el segundo trimestre del 2011. Esto ayuda a explicar la desaceleración del crecimiento del gasto real del consumidor. Hemos pasado del 3,2% de media en los 25 años anteriores a 1996, al 2,8% posterior.
Según las estimaciones, el crecimiento futuro del gasto del consumidor se situará en una banda entre el 2% y el 2,5%. Gastos reales del consumidor por encima del 3% serán excepcionales en el futuro.
Por otro lado, el crecimiento de los trabajadores en una edad comprendida entre los 50 a 64 años, es mucho más rápida en los últimos años, que el crecimiento de los trabajadores entre 25 y 39 años (como mostramos en el gráfico adjunto). Estos últimos trabajadores son los que tienen que formar familia, y tienen un potencial de gasto del consumidor mayor que el de los trabajadores con edad avanzada.
fuente:lacartadelabolsa
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