El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, ha abierto un complejo debate sobre la posibilidad de volver al patrón oro. Los analistas encuentran muchas dificultades en su propuesta.
El presidente del Banco Mundial, Robert B. Zoellick, hace unos días.
Zoellick, en concreto, proponía hace dos días un sistema en el que deberían seguramente estar el dólar, el euro, el yen, la libra y el yuan chino "que avance hacia su "internacionalización" y desemboque en una "cuenta de capital abierta". Ese sistema, a su juicio, tendría también que "considerar la posibilidad de utilizar el oro como punto de referencia internacional" en cuanto a expectativas del mercado sobre "inflación, deflación y cambios futuros de las monedas".
El patrón oro, entendido como un sistema monetario que referencia el valor de una divisa al metal, desapareció en 1971 tras la enorme disminución de las reservas de oro de Estados Unidos y la pérdida de respaldo de este metal al dólar, entre otros motivos. Los expertos consultados por Expansión.com no ven claro reimplantar un modelo de este tipo y plantean varias dificultades, aunque creen que es el momento de iniciar un debate sobre el orden internacional de las divisas.
José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi, considera muy complicado utilizar de nuevo el oro como referencia base en los mercados de divisas. “De entrada, ha perdido peso en las carteras de los bancos centrales. Y supone un mercado/referencia muy pequeño para el tamaño de los mercados”, afirma.
Desde su punto de vista, tendría más consistencia una mayor flexibilidad de los mercados de divisas. “No tiene sentido que monedas de países cuya economía supone ya el 50% del crecimiento mundial sigan estando ‘semifijas’, con tipos de interés reales negativos cuando su economía crece a ritmos del 11 % anual”, explica.
Para Juan Ignacio Crespo, director europeo de Thomson Reuters, estas declaraciones se pueden interpretar sobre todo como un toque de atención a China. “El resto de países a los que se refiere tienen cuentas de capital abiertas”, indica.
Además, señala que el oro ya es un punto de referencia internacional y un activo clave en los mercados, pero no un activo monetario. “No sería fiable para utilizarlo como un referente, a lo largo de la historia ha tenido grandes oscilaciones”, justifica.
Tampoco ve muy clara la iniciativa del Banco Mundial Santiago Carbó, catedrático de la Universidad de Granada y consultor de la Reserva Federal de Chicago. “Es de una complejidad extrema: ya es difícil que los grandes países alcancen acuerdos en materia de divisas como para crear un sistema tan complicado”, indica. A su juicio, habría que interpretar las palabras de Zoellick más como un llamamiento al debate para “despolitizar las monedas” que como una propuesta explícita.
Federico Steinberg, investigador principal del Real Instituto Elcano, también ve necesario replantear el sistema de divisas internacional. "La primacía del dólar no se corresponde con la realidad geoeconómica mundial", señala. Steinberg cree que es un buen momento para analizar un nuevo orden, "aunque es algo que suele efectuarse con mucho retraso".
Según señala, un patrón oro estricto no tiene sentido porque "con el precio actual no hay suficiente como para respaldar todas las transacciones necesarias". Además, generaría problemas de estabilidad (países y bancos darían más crédito que las reservas de oro que tuvieran) y de confianza (muchos intentaría crear inflación). Eso sí, sostiene que un híbrido que mezclase otros activos podría tener sentido y se encuadraría mejor en el contexto actual.
Nic Brown, de la entidad financiera de inversión Natixis, declaró a la agencia de noticias Reuters que “el oro podría desempeñar un pequeño papel en el marco general, pero no creo que estemos en condiciones de volver a ese patrón”. Así, señala que el mundo ha cambiado mucho desde que era efectivo y ahora para ponerlo en práctica la economía necesitaría construirlo a partir de un rango de divisas más compacto.
Thorsten Proettel, analista del banco LBBW, tampoco cree que las declaraciones se deban tomar al pie de la letra: "Puedo imaginar que lo que quería decir era que la inflación de activos, medida por el precio del oro, debería ser un indicador de que deben ser considerados por los bancos centrales al tomar sus decisiones sobre tipos de interés".
Ayer el oro siguió su escalada y marcó máximos hasta los 1.421,8 dólares por onza, aunque hoy cede un 0,8%, hasta los 1,399 dólares.
fuente: http://www.expansion.com/2010/11/10/economia/1289388019.html
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