Los contratos de futuros de trigo subían hoy con fuerza en Estados Unidos, donde iniciaron las contrataciones en su precio máximo en casi dos años, después de que Rusia anunciara su decisión de suspender temporalmente la exportación de cereales y otros productos agrícolas por la sequía.
En las primeras horas de negociación en el mercado de materias primas de Chicago (Estados Unidos), los contratos de trigo con entrega en septiembre alcanzaron un precio de alrededor de 7,85 dólares por celemín, lo que suponía un avance del 8,12% con respecto al valor con el que había abierto la sesión (7,26 dólares).
Ese producto agrícola seguía adelante así con la estela alcista que ha marcado la cotización de sus futuros en las últimas ocho semanas y que tuvo su punto más elevado el miércoles, cuando el trigo logró cerrar a 7,25 dólares el celemín, su precio más alto desde septiembre de 2008 y una cota que hoy parecía dispuesto a rebasar.
El precio de los futuros de trigo se ha revalorizado alrededor del 85% desde junio, cuando los contratos de cumplimiento más próximo se encontraba en su nivel más bajo en nueve meses.
Estos altos precios se encuentran alejados, sin embargo, de los niveles que alcanzaron en 2008, cuando el celemín de trigo se ubicó en Chicago a un precio superior a los 13 dólares, una cifra que sigue establecida como el máximo histórico para ese cereal en el mercado de futuros estadounidense.
El aumento del precio del cereal se produce después de que Rusia, uno de los mayores productores mundiales de grano, anunciara este jueves la suspensión hasta finales de año de las exportaciones de cereales, debido a la grave sequía que afecta al país y que ha destruido ya un 20% de los cultivos.
La medida, anunciada por el primer ministro, Vladímir Putin, y que era esperada con inquietud desde hace días por los mercados internacionales, afecta al trigo, centeno, cebada, maíz y a la harina de trigo y de centeno, pero no al arroz.
"Considero conveniente imponer una prohibición provisional a la exportación de cereales y otros productos agrícolas", dijo Putin en una reunión del Gobierno de Rusia en la que achacó la medida a "las inusualmente altas temperaturas y la sequía" que afectan a más de una veintena de regiones rusas.
La suspensión, que dejará sin suministro desde Rusia a países como Egipto, Israel, Irán, Turquía, Líbano o Siria, entrará en vigor el 15 de agosto y expirará el 31 de diciembre.
El primer ministro explicó que la suspensión de las exportaciones busca impedir un aumento de los precios en el mercado interno y, al mismo tiempo, mantener en su actual nivel el número de cabezas de ganado.
"Cómo actuaremos después de diciembre lo decidiremos según los resultados de la campaña de cosecha", señaló Putin, cuyo país exportó al año pasado 21,4 millones de toneladas de grano.
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