Sanciones. Economía USA. I GM. Precios. Deuda.
¿Cómo es aquello de que con el dinero y el amor no hay lealtades?. Europa corrió mucho para ofrecer un acuerdo comercial a Ucrania, una economía que se hallaba a años luz de poder contribuir con reciprocidad a la economía europea (tal y como se demostró cuando pocos meses después se vio que se hallaba casi en quiebra), y lo hizo pasando de un interlocutor esencial en el escenario: Rusia.
Luego USA y Europa volvieron a correr para imponer unas sanciones a Russia sin considerar las consecuencias y los costes de tales consecuencias. (Por cierto: USA fue la impulsora de la idea de las sanciones y su economía va a ser la menos afectada por las consecuencias de las mismas).
Y ahora Europa se queja de que otras economías reemplacen a los proveedores europeos en Rusia. Unos países, los latinoamericanos, que están viendo como se evapora el efecto BRIC, y unas economía que dependen en todo y por todo de las commodities que exportan.
Europa, pienso, va a pagar cara su decisión de poner en marcha unas sanciones no meditadas sin haber abordado el tema con un actor básico en la zona: Rusia. Hace mucho, muchísimo, continúo pensando, que Europa debía haber elaborado acuerdos y colaboraciones con Rusia porque Europa y Rusia son una extensión la una de la otra. Y en vez de eso las dos se dedican a sancionarse mutuamente. Absurdo.
(Publicado 12.08.2014)
¿Cambios irreversibles en la economía USA?, por descontado: USA y todo el planeta están enfrentando un cambio de modelo, como en la Depresión. Sólo que ahora no se va todos-a-más, sino sólo-algunos-a-más.
¿La FED continuará inyectando anfetas en la economía USA?, seguro: para mantenerla viva, da igual que sea de forma artificial.
El Dr. Fisher conoce más que de sobra en qué momento de la transición del modelo se halla la economía USA y la planetaria, y apunta cosas. Hay que llegar al Otoño como sea, y en eso se está.
El Dr. Fisher es más menos pesimista que el Dr. Summers: claro: el primero desempeña ahora una función política y el segundo ya no.
(Publicado 12.08.2014)
Ya hemos hablado en otras ocasiones de este tema, un tema muy, muy poco abordado por historiadores y guionistas de cine: en enfrentamiento entre miembros de la clase obrera en las guerras.
Las guerras, todas, han tenido y tienen connotaciones económicas. Su filosofía, lo que las alimenta, puede pertenecer a mil y una especie conceptual, pero lo que las inicia, lo que hace prender la mecha del conflicto, es la economía; y la I GM sea, posiblemente, una de las guerras más economicistas de la Historia.
Bien. Puede admitirse que las burguesías alemana, francesa, británica, italiana, austríaca y, más tarde estadounidense, quisieran dirimir a tortazos sus diferencias para aclarar quien dominaba en qué sector, en qué lugar, al fin y al cabo desde la Alta Edad Media había sido así; lo que no se entiende es que entrasen a jugar ese juego los obreros que eran explotados en las fábricas, manufacturas y actividades de esas burguesías.
Nada impelía a un obrero nacido y residente en Marsella a enfrentarse a muerte a otro nacido y residente en Munich. Y sin embargo sucedió. ¿Cómo pudo esa alta burguesía industrial y financiera que dirimía sus intereses económicos convencer a sus obreros a que se matasen por ella agitando el patriotismo?. Ni idea, máxime teniendo en cuenta que se daba un agravante: el 1914 la clase obrera ya tenía conciencia de clase, por lo que era infinitamente más evidente que en pasado la instrumentalización de la que era objeto.
Puede que alguna vez eso se explique y aclare.
(Publicado 13.08.2014)
Los precios caen por una razón muy simple: no hay consumo suficiente para absorber la oferta existente y las exportaciones no son capaces de sacar fuera todo lo que aquí no se coloca. Además las rentas caen: el precio de trabajo cada vez es menor, las subvenciones han desaparecido y los subsidios declinan. Las vías para generar consumo se hallan cerradas.
Por el lado de la oferta se dice que la demanda de trabajo está aumentando, pero el número de horas trabajadas cae, luego la productividad declina; y la remuneración de los factores productivos, en consecuencia, también.
A eso añadan, recuerden, que el modelo productivo español necesita más que ningún otro de un cierta inflación a modo de lubricante. Luego que los precios caigan es de las peores noticias que puede dar la economía española.
Cuando se publicaron las cifras del desempleo registrado correspondientes al mes de Julio miembros del Gobierno dijeron que se alegraban de las mismas porque habían disminuido (nada dijeron sobre los motivos de tal disminución), igual ahora alguien sale diciendo que la bajada de precios 'eleva el poder adquisitivo de los españoles' y también se alegran (y con toda seguridad tampoco nada dirán sobre los motivos de tal disminución). En fin.
Bueno, ya se ha conseguido: España tiene una deuda pública que supera 1 B€, en un par de meses se llegará al 100% de PIB.
Este dato, unido a otros: tipo de empleo que se está creando, disminución del número de horas trabajadas, caída se la renta, caída de los precios, aumento de la precariedad, del número de excluidos, ... lleva a preguntarse cómo es posible que en el Gobierno y en otros ámbitos alguien se alegre de 'lo bien que está yendo la economía española'.
La única explicación que se me ocurre es que ya se haya asumido la Sociedad 1/3, es decir, el hecho de que tan sólo es significativa la parte de la sociedad que contribuye realmente a la generación cierta de PIB.
Visto así el PIB pc sería superior porque el PIB se concentraría en los individuos necesarios, pero la deuda se diluiría ente la totalidad. Vayan generalizando el razonamiento a otros ámbitos. Es la Nueva Normalidad.
(Publicado 14.08.2014)
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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