Cada una ganó 2,6 millones de media en el 2008, mientras que los hombres cobraron 8,1 millones
NUEVA YORK
Año tras año siguen dando pequeños pasos de gigante en un mundo todavía dominado por los hombres. Son ricas y poderosas, y sus nóminas con un gran número de ceros son la envidia de mucha gente. Pero en honor a la verdad, las altas ejecutivas de Wall Street siguen estando igual de discriminadas respecto a sus compañeros del sexo contrario que las mujeres de otros ámbitos.
Forbes acaba de publicar la lista de las 10 ejecutivas mejor pagadas de EEUU. El año pasado ganaron 2,6 millones de euros de media, aunque lo cierto es que sus salarios todavía están a años luz de los que perciben los hombres, que se embolsaron 8,1 millones de media.
El selecto club de discriminadas lo encabeza Andrea Jung, asidua de estos listados y que tomó las riendas de Avon a finales de los 90. A sus 51 años recibe ocho millones por sus servicios como presidenta y consejera delegada del grupo de cosméticos. Pero ya quisiera acercarse a lo que gana Ronald Hermance, máximo ejecutivo de Hudson City Bancorp, que el año pasado se convirtió en el empresario mejor pagado de Wall Street con casi 28,7 millones.
En segundo lugar aparece Carol Meyrowitz, directora general de TJX Companies, que a sus 56 años cobra la friolera de 7,6 millones de euros. El podio de honor lo ocupa también Indra Nooyi, presidenta y consejera delegada de Pepsico, que gana 6,4 millones de euros. De nacionalidad india, recientemente se situó a la cabeza de las empresarias más poderosas y exitosas del mundo, según Financial Times.
Susan M. Ivey, presidenta y consejera delegada de Reynolds American, sigue de cerca sus pasos con otros 6,4 millones de euros por estar al frente desde hace cinco años del gigante del tabaco cuyo máximo exponente es la marca Camel. En quinto lugar aparece Tamara Lundgren, que preside y dirige desde hace nueve meses Schnitzer Steel Industries, por lo que cobra 4,5 millones.
Petróleo y bancos
Uno de los sectores en los que las diferencias son más notables es el petrolero. Y si no que se lo pregunten a Lynn Elsenhans, de Sunoco, empresa que el año pasado obtuvo 25.200 millones de beneficios y pagó a su directora general 1,5 millones. En cambio, Bruce Smith, presidente de Tesoro Petroleum Corporation, ganó 12,7 millones en una compañía que facturó 13.600 millones.
Y qué decir de las instituciones financieras, un sector que parece exclusivo de los hombres, ya que no hay ninguna mujer al frente de ninguno de los grandes bancos o aseguradoras del país. Aunque podría decirse que son afortunadas, porque las miradas están puestas en los estratosféricos salarios de los hombres, que están siendo revisadas por el zar de los salarios de la Administración de Obama, algo a lo que no tendrán que enfrentarse ellas.
Desde el minuto cero de su Administr
ación, el presidente Barack Obama ha sido muy consciente de estas desigualdades, que van más allá de Wall Street y que se trasladan a otros ámbitos y estratos sociales, y por eso nada más acceder a la Casa Blanca, en enero, decidió firmar una ley para promover la igualdad salarial entre hombres y mujeres.
La nueva legislación, aplaudida por sindicatos, organizaciones sociales y todos aquellos que luchan por la igualdad, lleva el nombre de Lilly Ledbetter, una empleada de Goodyear que poco antes de jubilarse se enteró que durante 15 años cobró un 40% menos de sueldo que sus compañeros hombres por realizar el mismo trabajo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario