Lockuptown y Foxconn, buques insignia del Gulag neoliberaA  los dos días de la reforma laboral más antilaboral de la historia, el  presidente de la patronal afirmaba que “vamos por el buen camino” y a la  semana ya decía "
La reforma laboral nace incompleta y es insuficiente". ¿Hacia donde vamos?
Los  derechos humanos (entre ellos los derechos laborales), se incardinan en  el estado nación.  El objetivo del capitalismo monopolista es la  reducción sistemática de los derechos humanos del planeta. El  neoliberalismo global genera emigración transnacional y  desestructuración de los estados nacionales. La globalización está  convirtiendo rápidamente en obsoleta la relación ciudadanía – derechos –  estado. Las cadenas de  la producción monopolista neoliberal se están  nutriendo cada vez más de emigrantes expatriados,  personal reducido a  la condición de emigrante dentro de su propio país (zonas especiales en  países “emergentes”) o emigrados al complejo industrial penal.
Los nazis desnacionalizaban a sus víctimas de forma que sus derechos humanos caducaban y dejaban de existir.  Los convertían en parias cuyos derechos humanos habían dejado de  existir en ausencia de un estado garante. El único substitutivo para su  perdida nación era el campo de concentración. El neoliberalismo sigue  sus pasos pero a una escala planetaria. Los obreros del siglo XXI, el  fruto de la flexi-precarización extrema global, la fuerza de trabajo  idónea del capitalismo monopolista neoliberal, son obreros de usar y  tirar como los que suministraba el GULAG nazi a los monopolios privados  alemanes.
PrecedentesLos  imperios coloniales, especialmente el imperio británico, utilizaron  sistemáticamente los campos de concentración para combatir y doblegar la  resistencia anticolonialista. A mediados de los 1950s, para reprimir y  castigar la rebelión mau-mau de la etnia keniata de los Kikuyu, el  imperio británico organizó el exterminio, en campos de concentración, de   más de 100.000 personas (a pesar de la diligencia británica en la  destrucción de pruebas, la brutalidad genocida del 
GULAG británico de Kenia está suficientemente documentada).
Los  imperios coloniales también promovieron y extendieron el sistema de  colonias penales de trabajos forzados para delincuentes y disidentes  políticos.  A (Norteamérica, Isla de Norfolk, Tasmania, Islas Andaman,  …) durante los siglos XVIII y XIX. Las colonias penales pretendían  conseguir varios objetivos a la vez: alejar a los presos, dificultar su  huída, conseguir la autosuficiencia económica y colonizar nuevos  territorios. A menudo los presos eran “colocados” entre los colonos  privados, en régimen de semi-esclavitud.
El sistema penal zarista (
katorgas)  combinaba los campos de concentración con las colonias, fusionando la  función punitiva con la económica y colonizadora, proporcionando mano de  obra forzada (delincuentes, prisioneros de guerra y disidentes  políticos) para la industria estatales maderera, la minería (oro y  plata)  y la construcción de caminos e infraestructuras. Los  funcionarios combinaban premios con duros castigos corporales para  estimular la productividad de los presos. A mediados del siglo XIX los  convictos eran marcados al fuego con una C (cirílica) en una mejilla,  una O en la frente y una K en la otra mejilla (miembro de la Katorga)  para que no se escaparan. A pesar de ello, durante el siglo XIX se  calcula que unos  50.000 evadidos vivían en la taiga siberiana, a menudo  en bandas organizadas de bandidaje.
El GULAG estalinistaAl  igual que la Rusia imperial, la Unión Soviética utilizó Siberia como  una colonia para delincuentes comunes y disidentes políticos. El sistema  penal soviético se organizó bajo parámetros parecidos y se regularizó  institucionalmente como “GULAG” a partir de 1929.
En 1928 había   30,000 internados. Tras los arrestos en masa (básicamente de  izquierdistas antiestalinistas acusados de contrarrevolucionarios) de la  Gran Purga, a principios de los años 30, la población del GULAG se  multiplicó.
El crecimiento del GULAG coincidió con la descomunal  campaña de industrialización. El GULAG participó en la explotación de  recursos naturales, la colonización de áreas remontas, la construcción  de infraestructuras y la construcción de proyectos industriales.
En  1931–32 había unos  200,000 prisioneros en los campos. En 1935 había   800.000 en los campos y 300.000 en las colonias.  En 1939, cuando  estalló la II GM, guerra había un total de entre 1,2 y 1,5 millones de  personas en los campos y colonias del GULAG. Después de la IIGM el  número de prisioneros en el GULAG aumentó considerablemente con la  incorporación de prisioneros de guerra y nuevas purgas, llegando a los  2,4 millones a principios de los años 50 de los que 465.000 era presos  políticos.
Tras la muerte de Stalin, en 1953, se produjeron  revueltas y levantamientos en el GULAG  (guerras Bitch; levantamientos  de las colonias de Kengir y Vorkuta). A finales de los 50 virtualmente  todos los campos de trabajo fueron disueltos pero las colonias  continuaron su existencia unos años más hasta que el GULAG fue disuelto  oficialmente el 25 de enero de 1960.
El canal desde el Báltico al  mar Blanco , la carretera entre el Baikal y el Amur , partes del metro  de Moscú, o la misma universidad de Moscú fueron construidos con fuerza  de trabajo del GULAG. Existían incluso laboratorios secretos (Sharashka)  donde trabajaban científicos convictos desarrollando nuevas  tecnologías.
En general, los funcionarios del GULAG combinaron  los castigos con incentivos para aumentar la productividad (aumento de  la ración alimentaria, premios en metálico, salarios, reducción de  sentencias tanto individuales como colectivas, trato preferencial para  los trabajadores más productivos, …)
Fue un sistema punitivo  organizado por el estado estalinista y con una notable componente  económica enfocada a la realización obras públicas y la explotación de  recursos naturales.
El GULAG naziA  diferencia del estatal GULAG estalinista,  el GULAG nazi fue organizado  de común acuerdo entre el estado nazi y las grandes corporaciones  privadas. El estado nazi, a través de las SS, suministraba un flujo  constante de trabajo cautivo a las empresas a cambio de unas cuotas por  unidad de fuerza de trabajo suministrada.

Si  en 1939 el capital alemán había estado dividido, los éxitos  iniciales  de la Wehrmacht contribuyeron a que la inmensa mayoría de los líderes  industriales abrazaran calurosa y definitivamente el nazismo. Ante la  perspectiva de la pronta invasión de la Unión Soviética las grandes  empresas con experiencia y conocimientos de la zona (IG Farben, Siemens,  AEG) se ofrecieron como expertos para la inmediata puesta en  explotación de los recursos y la incautación de las fábricas e  instalaciones industriales soviéticas. Miembros de las 100 principales  corporaciones (Siemens, Krupp, Manesmann, Rheinmetall, Flick, GHH, IG  FArben, …) participaron interesadamente en los comités creados para el  caso.
A medida que nuevos territorios iban cayendo en manos  alemanas, los campos de concentración estaban a rebosar. Por el  contrario, las fábricas se vaciaban con los nuevos reclutamientos. Se  organizó un programa de trabajos forzados bajo la dirección del 
gauleiter de las SS Sauckel  que reclutó más de 5 millones de “ostarbeiters” desde los territorios ocupados.
La productividad alemana y la patronal en tiempos de los nazis. Leistungsernaehrung (alimentación de acuerdo con la productividad)
Como  los alimentos escaseaban y los alemanes protestaban por la disminución  de sus raciones a favor de las de los trabajadores forzados extranjeros,  los empresarios alemanes diseñaron un sistema de estímulo a la  productividad digno de las mejores escuelas de negocios: el 
leistungsernaehrung.  Se dividía a los trabajadores en tres clases, A, B y C. Los del grupo B  recibían una ración normal puesto que su productividad era “normal”.  Los del grupo  C eran penalizados por su falta de productividad con  parte de su ración alimenticia que pasaba a incrementar la del grupo A.
. Destrucción a través del trabajo
Pero lo que confirió un carácter único al GULAG  nazi fue el descubrimiento y la sistemática aplicación del método “
Destrucción a través del trabajo”(  Vernichtung durch Arbeit). Se trataba de construir campos de  concentración junto a las grandes plantas industriales para suministrar  fuerza de trabajo forzado a las empresas según las necesidades del  momento. Una especie de 
“renting” humano.  Las SS del campo cobraban un determinado estipendio por unidad de  recluso a sus clientes con la garantía de su sustitución inmediata en  caso de avería, accidente laboral o disminución de su productividad.  A  diferencia del GULAG estalinista, en el GULAG nazi, el campo de  concentración no era un stock, sino un flujo. Las SS suministraban a sus  clientes no “individuos particulares”  sino “unidades particulares de  fuerza de trabajo” . Se trataba de trabajadores de usar y tirar. En  cuanto se advertía falta de productividad el trabajador era asesinado y  rápidamente substituido por otro. El sistema funcionó bien mientras las  SS pudieron seguir ofreciendo a sus clientes capitalistas un  aparentemente interminable flujo de nuevos reclusos.
El primer  campo de concentración  en proporcionar obreros forzados a los  industriales alemanes fue el de Auschwitz, para la construcción del  complejo industrial químico (IG Farben) de Auschwitz-Monowitz  en  Silesia que acabaría rivalizando con el del Ruhr. El campo de  Oranienburg suministraba obreros a Heinkel, el de Ravensbrueck  proporcionaba mujeres a 
Siemens, Mauthausen suministraba a 
Steyr Daimler Puch, el campo de Sachsenhausen suministraba a 
Daimler-Benz,  el campo de Dachau suministraba a BMW…. A partir de 1943, todas y cada  una de las grandes plantas industriales alemanas tenían, por lo menos,  un campo de concentración de las SS adjunto. En todos los campos de  concentración las la sobre explotación, los malos tratos, las  lamentables condiciones de habitación, la falta de alimentos, … , se  convertían en una trampa mortal para los presos.
El GULAG monopolista globalEl  capitalismo monopolista no ha renunciado en ningún momento, a las  ventajas que puede proporcionarle el Gulag. Nuevas formas del Gulag  están empezando a proliferar a medida que el neoliberalismo monopolista  desestructura y se enseñorea del planeta.
A diferencia de los  gulags anteriores en el Gulag monopolista global la iniciativa proviene  de los empresarios y aunque la participación del manipulado sector  público es determinante,  los participantes, proveedor y clientes, son  grandes corporaciones privadas.
Los buques insignia del GULAG monopolista neoliberal1. “Lockuptown”Lockuopown  es la segunda ciudad de EEUU en número de habitantes. 6.000.000 de  reclusos habitan el mayor sistema carcelario del mundo. Un  encarcelamiento en masa a una escala jamás alcanzada en la historia. Un  Gulag que mantiene entre rejas más afroamericanos (2,4 millones) que  esclavos había en 1850.
Mientras la mayoría de las ciudades  adolecen de infraestructuras decrépitas y finanzas sub-prime, Lockuptown  vive una época de esplendor y progreso. Se trata de prisiones en buena  parte privatizadas. Dos grandes corporaciones monopolistas (
CCA y GEO Group)  se reparten este particular “mercado” con unas rentas cercanas a los  3.000 millones de $ en 2.010. CCA (Corrections Corporations of América)  opera 65 establecimientos penales mientras que GEO Group regenta 118  centros de detención repartidos por EEUU, Sudáfrica, el Reino Unido,  Australia, …
  Complejo penal de Florida
   No se trata de instituciones de rehabilitación sino de un sofisticado  complejo industrial de reclusión con ánimo de lucro y rentas de  monopolio.  El número de reclusos se ha incrementado en un 772% entre  1970 y 2009. CCA y GEO Group han ejercido una permanente presión de  lobbing sobre los legisladores para que la reincidencia en delitos  menores se castiguen con largas penas de cárcel (tolerancia cero) se  encarcele a los inmigrantes y se impongan condenas de por vida a menores  (más de 500 menores están cumpliendo condenas perpetuas en sus  establecimientos de Tejas), con el objetivo inequívoco de aumentar su  volumen de negocio.
Mientras crece el paro en EEUU, las grandes  corporaciones monopolistas multinacionales han convertido el Gulag  norteamericano en zonas especiales deslocalizadas dentro de sus propias  fronteras. Las multinacionales Lockheed y Raytheon Corporation  subcontratan al Gulag el ensamblaje de componentes bélicos, tales como  la sofisticada electrónica que guía los sistemas antimisiles patriot,  pagando salarios de 17 centavos la hora a reclusos sin sindicatos ni  seguros médicos, trabajando en régimen militarizado y sin medidas de  protección alguna. Obreros que viven en minúsculos cubículos del tamaño  de un aseo y “disfrutan” de una hora al día para hacer ejercicio.
Conglomerados  como IBM, Boeing, Motorota, Microsoft, AT&T, Wíreless, Texas  Instruments, Dell, Compaq, Honeywell, Hewlett-Packard, Nortel, Lucent  Technologies, 3 Com, Intel, Northern Telecom TWA, Nordstrom’s, Revlon,  Macy’s, Pierre Cardin, Victoria’s Secret, … han decidido emular a los  Krupp, Heinkel, Daimler-Benz, BMW, IG Farben, Siemens, AEG, …, los  eficientes monopolios alemanes del Tercer Reich en la explotación de los  judíos, ostarbeiter (polacos, checos, búlgaros, … ) y prisioneros  soviéticos del GULAG nazi, deslocalizando factorías y maquiladoras a  Lockuptown.
En este moderno Gulag norteamericano la fuerza de  trabajo forzado no es un flujo sino un stock. Mientras que en el Gulag  nazi existía la posibilidad de un flujo permanente de reclusos gracias a  la guerra y la ocupación, en Lockuptown se explota un stock en  permanente  crecimiento, gracias a que los gastos de manutención y  alojamiento corren a cargo del contribuyente.
2. Foxconn City Foxconn City  es otro buque insignia del GULAG monopolista global. Foxconn es una  multinacional que emula o replica el sistema carcelario nortemericano o  el campo de concentración nazi. Foxconn tiene factorías en Asia, Europa y  America Latina, en las que se concentran 1,2 millones de trabajadores  que ensamblan un  40% de los productos electrónicos del planeta.

Una  de las principales barreras de entrada monopolistas es la rapidez en la  variación de los modelos globales (innovación) que figurarán en sus  atosigantes campañas de marketing. Las multinacionales del sector  electrónico e informático, (al igual que las empresas de automóviles,  IKEA o Zara) exigen un grado inhumano de flexibilidad (just in time) a  sus proveedores y, principalmente, a los ensambladores situados al final  de la cadena de producción y montaje. Cambiar de modelo global cada  pocos meses, como es el caso de las multinacionales de la electrónica,  exige el funcionamiento de gigantescas plantas de ensamblaje, con  centenares de miles de trabajadores, capaces de reorganizar y replantear   todo el proceso de producción en unas pocas semanas a base de turnos  intensivos durante las 24 horas de los 7 días de cada semana. El sistema  monopolista global de producción y marketing exige grados tan altos de  “flexibilidad laboral”  que sólo los puede proporcionar el Gulag  monopolista global.
Su factoría estrella, Foxconn City, concentra  450.000 obreros y obreras militarizados, a unos pocos centavos la hora.  Como en el caso de CCA y GEO Group, Foxconn se ha especializado en la  explotación salvaje de la fuerza de trabajo y  ofrece sus deshumanizados  servicios deslocalizados a las mismas multinacionales (Acer Inc.,  Amazon.com, Apple Inc., Cisco, Dell, Gateway, Hewlett-Packard, Intel,  Microsoft, Motorola, Nintendo, Nokia, Samsung, Sony, Toshiba, Vizio) que  contratan a las anteriores.

Foxconn  City (también conocida como iPod City), es una ciudad sin viviendas,  sin escuelas, sin guarderías. No se trata de las antiguas colonias  industriales que velaban por la reproducción de la mano de obra.   Foxconn City esta diseñada para externalizar el coste de la reproducción  de la fuerza de trabajo. La factoría de Longhua, en Shenzhen, es un  enorme campus vallado que cubre una superficie de unos 3Km2 e incluye 15  factorías (con redes anti-suicidio), dormitorios  (con redes  anti-suicidio), una red interna de  televisión (Foxconn TV), y una zona  de esparcimiento con un colmado, un banco, restaurantes, quioscos y un  hospital.
No hay sindicatos ni comités de empresa. Los obreros  son sistemáticamente alojados junto a compañeros que trabajen en turnos  diferentes, provengan de regiones diferentes y hablen dialectos  diferentes, con la intención de evitar o minimizar la interacción  social. Son jóvenes obrero y obreras sin derechos humanos, sin derecho a  consumir ni a reproducirse,  introducidos en un sistema de rotación en  el que son obligados a trabajar sin descanso mientras su productividad  sea satisfactoria para ser expulsados y substituidos inmediatamente  (menos del 2% llegan a trabajar 5 años). La rápida rotación asegura la  máxima productividad y diluye la responsabilidad por los efectos de  la  sobreexplotación y la continuada exposición de los internos a la  contaminación)
A la entrada de 
Dachau,  colgaba el cínico eslogan “Arbeit macht frei” (El trabajo hace libre).  Sin embargo “Vernichtung Durch Arbeit“ –nombre real del programa de  trabajo para los campos– significa, “El exterminio mediante el trabajo“.  El general Oswald Pöhl, jefe de la WVHA (Oficina Central Económica y  Administrativa de la SS) organizaba la “liberación“ a través del trabajo  de la siguiente manera “
El horario de  trabajo no está limitado. Todo lo que pueda abreviar la duración del  trabajo debe de ser reducido al mínimo. Los desplazamientos y las pausas  del mediodía que no tengan como única finalidad la comida, estarán  prohibidos”.

El  "programa" de Dachau debe figurar en la asignatura de "work management"  de los CEOs de Foxconn dadas sus evidentes similitudes y objetivos. Al  general Oswald Pöh se le ha de perdonar no estar a la altura de sus  colegas de Foxconn en el tema de las relaciones públicas.
Aunque  Foxconn aloja miserablemente a su fuerza de trabajo y paga sueldos  miserables, como en el caso de las carceleras norteamericanas CCA y GEO  Group, buena parte de los gastos de instalación y construcción de sus  factorías reciben fuertes subsidios del estado chino y cuando los  clientes multinacionales exigen puntas de producción, el estado chino  suministra, a cambio de pequeñas cuotas, 
centenares de miles de jóvenes estudiantes obligados a trabajar 12 horas, turnos nocturnos incluidos, con la amenaza de perder toda posibilidad de graduación.
Emuladores de FoxconnKYE  produce  microchips para Microsoft. También emplea miles de  “estudiantes en prácticas de 16-17 años de edad, para cumplir con las  puntas de demanda. Los empleados (mujeres entre 18 y 25 años) cobran 52  centavos de dólar/hora, 88 horas en la cadena de producción  (97 horas  en la fábrica). Los obreros y estudiantes duermen en estrechos  dormitorios en la misma factoría. La limpieza de la factoría y los  dormitorios  corre a su cargo sin coste alguno para la empresa..
Meital Plastics and Electronics  produce teclados para Microsoft, IBM, Hewlett-Packard y Dell. Los  turnos son de  12 horas, 7 días cada semana. En la cadena de producción  el teclado a ensamblar circula frente al trabajador cada 7,2 segundos,  (500 teclados cada hora). Durante estos 7,2 segundos cada trabajador ha  de ensamblar las teclas y componentes a razón de 1,1 segundos/pieza,  3.250 veces cada hora, 37.750 veces cada día, 250.250 veces cada semana.  Sueldo neto 41 centavos de $/hora. Como en KYE, los obreros/ras duermen  en la misma factoría.
Yuwei Plastics and Harware Product Company  fabrica componentes para Ford. Los turnos son de 14 horas, 7 días cada  semana. Durante las puntas de demanda los obreros han de trabajar los 30  días de cada mes. Los empleados han de ensamblar manguitos a razón de  uno cada 12 segundos, 3600 cada día.
Pou Chen Group  fabrica calzado par PUMA. La media de edad es entre 20 y 22 años a 31  centavos a la hora. Los turnos son de 13,5 a 16,5 horas al día, desde  las 7:30 a las 9 o las 11 de la noche con descansos de uno o dos días al  mes. Un par de zapatos se vende a 70 $. El coste “laboral” es de 1,16  $. El beneficio neto que le queda a PUMA es de 34,09$. PUMA consigue un  beneficio de 12,24 $ por cada hora de explotación de un trabajador.  38.188,80 $ por cada trabajador/año.
El Gulag globalLa exclusión monopolistaUn  aspecto esencial del GULAG capitalista es el suministro de un “flujo”  continua de fuerza de trabajo cuyos gastos de reproducción externaliza.  Trabajadores de usar y tirar. Trabajadores “sin”: Trabajadores sin  derechos humanos, sin derechos laborales, sin derecho a la medicina, a  la educación, a vivienda, a calefacción, … Trabajadores, a poder ser  desnacionalizados, inmigrantes, sin papeles, sin sindicatos, sin  contrato, sin organización, sin resistencia, sin autoestima, …
El  sistema monopolista neoliberal está generando unos niveles de  desigualdad y polarización social nunca jamás alcanzados por  civilización alguna. La desigualdad y la falta de demanda (subconsumo)  avocaron al mundo a la depresión y a la guerra.
Si no hay grandes  diferencias sociales, la mayoría de la población constituye el mercado  donde colocar la producción y extraer el beneficio tanto para la empresa  competitiva  como para el monopolista. Pero si las diferencias sociales  son abismales el monopolista, a diferencia de la empresa competitiva,  consigue maximizar sus beneficios fijando precios altos sólo al alcance  de la minoría rica. Lo cruel de la ecuación es que el resto queda  “excluido” del consumo debido a las patentes o la propiedad intelectual.  Como el monopolista segmentiza el mercado y le basta con producir para  la minoría rica, los “excluidos” del consumo también quedan excluidos  del empleo. El sistema monopolista neoliberal es una máquina infernal de  exclusión, desempleo y subconsumo.
El GULAG nazi tenía una  demanda asegurada por los encargos de la industria armamentista y la  guerra. La exclusión nazi, el exterminismo, a parte de su vertiente  paranoica, vino dictada fundamentalmente por la escasez de alimentos (el  holocausto por inanición del getho de Varsovia, se puso en marcha para  al desvío de alimentos a favor de los trabajadores del gulac, cuyas  raciones mermaban las de los alemanes. Cuando se diseñaron los planes de  invasión de la Unión Soviética existía un siniestro apartado, el “
Hunger Plan”, que preveía la muerte por inanición de 30 millones de soviéticos.)
El  gulac estalinista tampoco era consustancial con el sistema del  socialismo en un solo país. Muerto Stalin, la URSS función sin GULAG  durante 30 años más.
En cambio, el GULAG monopolista es  consustancial al funcionamiento del sistema, una válvula de absorción de  los daños colaterales de la exclusión creciente y permanente que genera  el sistema.
SlumsDe  los 3000 millones de personas que viven actualmente en ciudades más de  1000 millones viven en slums que, como en los campos de exterminio nazi,  no facilitan cifras ni estadísticas. Sin embargo, la cifra de internos  no para de aumentar (30 millones de campesinos emigran del campo a la  ciudad cada año expulsados por el avance arrollador de las  multinacionales agrarias, los fondos financieros especulativos y la  colaboración de las agencias internacionales) y se calcula que alcance  los 3000 millones en 2050 (
Mike Davis: Slums planet).

En la wikipedia ha sido preciso llenar 29 páginas para relacionar la 
lista de slums del planeta.
Google Earth nos permite contemplar a vista de pájaro los campos de exterminio del gulag global.
Quedan  3.000 millones de campesinos en el mundo. Siguiendo en la ruta  trazada  por las multinacionales y sus agencias, deberán ser pronto (unas  pocas  décadas) substituidos por, como mucho, unos 20 millones de  granjeros  "modernos" que expulsarán al resto (2.980 millones) fuera del  campo.
¿Se  producirán empleos para todos ellos?. Cuando algo así,  a pequeña  escala, ocurrió en Europa en el s. XIX, la revolución  industrial  absorbió parte de los campesinos expulsados y el resto fueron   recolocados en América, Australia, etc. en tierras robadas a los   aborígenes.
  En el s. XXI el destino de los desconectados y excluidos son los slums,  verdaderos campos de concentración y exterminio. El s. XXI quedará en  la historia como el siglo de los slums.El Gulag del norteRavi Kanbur: “
Todos  los índices oficiales de pobreza tienen una característica en común:  manteniendo todo lo demás constante, la muerte de una persona pobre  reduce la pobreza. Si los pobre mueren los índices de pobreza disminuyen.”
Si  advertimos en las listas de slums, todos los países afectados  pertenecen al sur. ¿Significa que en el norte no hay exclusión o que los  niveles de exclusión no son tan absolutos como los existentes en el 3r  mundo?
Evidentemente hasta la década de los 90, antes de la  penetración capitalista en Rusia y los países del Este, los niveles de  exclusión del norte nada tenían que ver con la exclusión en el tercer  mundo. Los nuevos países incorporados al redil pronto iban a  experimentar, estupefactos, los zarpazos de la pobreza absoluta y la  exclusión del triunfante y prepotente capitalismo monopolista.
Todos los ingredientes del cóctel para su alucinógena 
rantreé  en el sistema (burbujas financieras, devaluaciones, privatización de  servicios públicos, liquidación de los sistemas de protección social y  de las pensiones, polarización social, criminalidad… ) se ha traducido  en la miseria y la exclusión de centenares de millones de personas y un  aumento sin parangón de las tasas de mortalidad. Apenas ningún país se  escapa del guión sangriento impuesto por la penetración monopolista.
El  GULAG del norte es difuso y silencioso. La desconexión y la exclusión  se traducen en una caída en picado de la población de naciones enteras.  Pero se trata de un GULAG disperso (criminalidad, alcoholismo,  hipotermia, suicidio, violencia doméstica, …) que va cobrando silenciosa  mente sus presas que al final forman parte de una fría estadística que  no merece menor mención en los medios de comunicación.

Rusia  ha perdido más de 14 millones de personas (su población podría quedar  por debajo de los 111 millones en 2050), Ucrania ha perdido casi 7  millones (un 13,2% de su población en 1991). La zona que abarca la  antigua URSS ha perdido más de 30 millones de personas desde la rantreé  capitalista(23 millones durante la II GM).
Reconocidos demógrafos vaticinan una caída en picado de su población rusa en las próximas décadas (110 millones en 2050)

La  forma de las gráficas de población de los antiguos países del 2º mundo  se repite según el modelo ruso. Un ascenso hasta 1991 y una pendiente  pronunciada hacia abajo a partir de esta fecha.





El otro archipiélagoEl  planeta se está convirtiendo en un inmenso gulag, un gulag oceánico de  miseria y explotación, un océano de campos de exterminio salpicado por  un archipiélago parásito de 
comunidades electrificadas  donde los ricos se esconden y aíslan intentando desesperadamente  consumir todos los productos de la tierra durante su corto (hay que  joderse) período de vida.
El capitalista monopolista pretende sobrevivir en un archipiélago de 
islas paradisíacas  tras parapetos infranqueables, vigilados y protegidos por sofisticados y  caros servicios de seguridad, en medio de un basto océano de miseria y  criminalidad. Mientras la depresión monopolista elimina más y más  puestos de trabajo, armadas de abogados protectores de la propiedad  

intelectual y las patentes, guardas y ejércitos privados, empresas de  vigilancia y seguridad, y una corte de joyeros, arquitectos,  decoradores, médicos, esteticistas,  sastres, cocineros, mayordomos,  vinateros,  … “trabajan”,  fuera del GULAG global, para garantizar el  seguro disfrute de las rentas de los monopolistas.
Junto a un Buenos Aires decadente, decrépito e inseguro, prospera y reluce 
Nordelta,  una ciudad segura, privado-vigilada, vallada y alambrada, con campos de  golf exclusivos y puertos deportivos, con escuelas y hospitales de  lujo, ciudad de ensueño exclusiva para ricos evasores fiscales que se  expatrían de la Argentina que explotan y sólo pagan contribuciones a su  nueva patria privada.
fuente: 
http://crisiscapitalista.blogspot.com.es/