"Encrucijada muy difícil en la que me encuentro y se encuentran muchos de mis amigos prejubilados del banco. Después de varios años aguantando minusvalías atroces, durante el verano pasado iniciamos nuevas compras en la Bolsa española al calor de la entrada de un dinero extranjero, que ha sido más selectivo de lo que se dice, se cuenta y se escribe. Tras el fiasco, o mejor, desencanto de enero y la volatilidad de febrero, hemos realizado (vendido) muchas posiciones. En este momento tenemos cómodas cuentas de liquidez, que, no obstante, comienza a incomodarnos, porque los depósitos bancarios no nos dan nada; los fondos de inversión no nos gustan y la Bolsa no ofrece tantas gangas como parece. Hemos leído y escuchado en los diferentes medios que hay un crash en ciernes, propiciado por los máximos continuados de Wall Street y por el mal de altura del resto de los mercados. Pero no tenemos miedo al crash, porque nunca se producen cuando todo el mundo habla de ellos. Es como las subidas de las Bolsas: nunca se dan cuando todo el mundo apuesta por ellas. No tenemos miedo al crash, pero no sabemos dónde colocar nuestro dinero", me escribe J.B. un prejubilado de un gran banco nacional.
A propósito del crash
Algunos pueden pensar que lo que estamos viendo ahora es similar a lo que vimos antes de la burbuja tecnológica en los años 90. Las métricas de "precio de oportunidad" y "precio respecto a los visitantes" en los sitios web parecen estar justificando los recientes acuerdos tecnológicos y el software y las valoraciones de Internet están alimentando ese sentimiento", según el analista de Morgan Stanley Adam Parker.
Pero Parker cree que hay una gran diferencia entre lo que estamos viendo ahora y lo que ocurrió en los años 90.
"El porcentaje de acciones con un ratio precio-ventas por encima de 5 veces están en el quintil más alto del mercado por capitalización bursátil. La mayor parte de las acciones de alto precio no son las megacaps que dominaban el espectro caro durante la burbuja de Internet."
Esto no quiere decir que no haya acciones de tecnología sobrevaloradas que podrían estrellarse. Simplemente no representan una parte tan grande del mercado como lo hicieron en el pasado.
TELIS DEMOS Wall Street Journal escribe que las empresas corren para salir a bolsa en EE.UU.
En un acontecimiento que evoca la fiebre del sector de Internet de finales de los años 90 y principios de la década siguiente, las empresas de Estados Unidos están saliendo a bolsa a su ritmo más rápido en varios años como parte de un esfuerzo para aprovechar el alza en el precio de las acciones y la demanda de los inversionistas.
En enero y febrero, 42 empresas realizaron ofertas públicas iniciales en EE.UU. y recaudaron US$8.300 millones, lo que igualó la cantidad de salidas a bolsa en el mismo bimestre de 2007, según datos de Dealogic. Ese había sido el mejor comienzo de año desde 2000, cuando 77 compañías abrieron su capital en el mismo lapso.
twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero
Moisés Romero
No hay comentarios:
Publicar un comentario