En otras ocasiones hemos publicado artículos en los que sosteníamos la
importancia del factor demográfico en la evolución de largo plazo de los
mercados financieros. Y ese factor demográfico beneficia claramente al
mercado de EE.UU.
El siguiente gráfico lo refleja perfectamente:
El analista financiero Suzy Khimm es de la misma opinión, y afirma que a
pesar de los problemas de EE.UU., el país tiene una gran ventaja sobre
las más grandes naciones industrializadas del mundo a lo largo de las
próximas décadas: La demografía.
“Dentro de cuatro décadas los EE.UU. probablemente tendrán uno de los
porcentajes más bajos de ciudadanos de edad avanzada, y una de las tasas
más altas de ciudadanos en edad de trabajar entre las mayores
economías.
Esto en gran medida es debido a la gran población de inmigrantes en el
país: Los hispanos, por ejemplo, tienen una tasa de natalidad superior a
la media, y la afluencia de inmigrantes en el siglo XX seguirá teniendo
un impacto importante en el siglo XXI.
China por su parte verá caídas en sus ciudadanos en edad de trabajar, y
se disparará las personas de avanzada edad –un eco de su política de
hijo único. Europa ha caído en un profundo estancamiento por motivos
similares. Se estima que para 2050 la economía europea sea la mitad de
la economía de EE.UU., y que la carga financiera en Alemania se sitúe en
casi el doble de la carga financiera actual de Grecia.
Según defienden algunos analistas, EE.UU. debería temer una
desaceleración de la inmigración en lugar de lo contrario, si realmente
se preocupan por las perspectivas a largo plazo de su economía.
Joel Kotkin, en un reciente análisis realizado para la National Chamber
Foundation, del que ya hemos hecho referencia defiende que EE.UU. tiene
una enorme ventaja competitiva con respecto al resto de países
occidentales durante las próximas décadas.
Kotkin analiza históricamente el dividendo demográfico, es decir, la
relación entre los trabajadores en activo y sus dependientes, y ha
demostrado que cuando este ratio es positivo se da un aumento sustancial
en la tasa de crecimiento económico.
Ejemplos de este hecho se da en el periodo 1950-1960, cuando una
población relativamente joven impulsó las economías de Europa y Japón.
En 1970 este escenario se trasladó a las naciones del sudeste asiático.
Entre 1980 y 1990 fue China la que experimentó este factor de
crecimiento económico. Casos como el de Vietnam, Turquía y Brasil, son
aún más recientes.
Hoy en día esto está sucediendo en EE.UU., donde la fecundidad es más
del doble de países como Rusia, Japón, Italia, Alemania, Singapur.
La conclusión de estos informes, y creemos que es una conclusión que es
muy válida operativamente, es que EE.UU. seguirá creciendo
económicamente por encima de la media de los países más industrializados
en la próxima década. Esto, junto con otros factores de mercado como,
fortaleza de la divisa, regulación financiera, riesgo país, solidez de
su mercado de deuda, políticas monetarias y fiscales previsibles,
estabilidad política, etc…hacen al mercado de valores de EE.UU., como la
mejor apuesta para el largo plazo.
lacartadelabolsa
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