"Especularon la semana pasada a tope, a propósito de las elecciones
en Grecia, que no han servido para tapar el enorme boquete entre los
diferentes partidos. Antes especularon con una inyección masiva de
fondos por parte de los bancos centrales, es decir, de nuevo barra libre
para todos. Y mucho antes, como sucederá pronto, con los precios de
ganga, a tiro de OPA, que se ha dicho, de la Bolsa española. Pero ni
gangas, ni OPAs, ni tiros, ni inyecciones, ni barra libre para todos,
que deberían pagar los alemanes ¿Qué es la Bolsa actual? Salvo los de
siempre, que cada vez son menos, salvo los voraces especuladores
intradía, los prejubilados y jubilados, que se juegan unos pocos
cuartos, salvo las máquinas y las gallinas ponedoras, jóvenes imberbes a
sueldo de los bancos de inversión (matan marcianos como matan moscas y
acciones del tipo que sea) ¿Quiénes quedan ahí? En el mismo acto, los
presidentes de las entidades reguladores de los mercados regulados, lo
que en España es Bolsa de Mercados Españoles, se suben los sueldos, ya
en niveles estratosféricos y abogan por por lo que el inversor final
detesta: los derivados, los futuros, las posiciones cortas, los
warrants, los superwarrants y demás guarradas ¿Y esto que cuento de qué?
Que no hay negocio y que la Bolsa, como negocio, se va al garete. No
podía ser de otra manera", me dice uno de los viejo lobos de mar de la
Bolsa española.
Y como refrendo, me envía el siguiente enlace:
Detrás del reciente zigzagueo en los precios de las acciones y los
bonos hay una verdad más mundana: los volúmenes de negociación se han
desplomado, llevando a algunos mercados casi a la parálisis, escribe MATT PHILLIPS en The Wall Street Journal
Incluso en los mercados de bonos europeos, donde la crisis es más
grave, el número de transacciones se ha reducido. Los operadores dicen
que los inversionistas son renuentes a asumir riesgos en anticipación a
las elecciones en Grecia.
La magra victoria del partido conservador Nueva Democracia, que reduce
en lo inmediato el peligro de que Grecia salga de la zona euro, aclaró
poco el panorama para los inversionistas.
"¿A dónde vamos ahora? Sospecho que tendremos unos días de
incertidumbre intensificada. No creo que sea tan favorable para los
activos riesgosos... como sugeriría la victoria de Nueva Democracia",
dice Paul Robinson, director global de investigación de divisas de
Barclays en Londres.
En algunos aspectos, un menor volumen puede hacer que la crisis se vea
peor, señalan operadores, al transformar resultados políticos en
economías como las de España y Grecia en potenciales tormentas para los
inversionistas alrededor del mundo.
Esto se debe a que al haber menos instituciones, individuos, bancos y
especuladores negociando, el impacto de cada transacción se amplifica y
los movimientos de los precios suelen ser más irregulares. Algunos
observadores indican que eso es parte de lo que ha sucedido en las
últimas semanas en los mercados de bonos de Europa, donde volúmenes
relativamente pequeños de negociaciones han generado grandes saltos en
los rendimientos de la deuda soberana.
"El mercado reacciona de manera más violenta a cualquier tipo de
noticias", señala Fidelio Tata, director de estrategia de tasas de
interés en Estados Unidos en Société Générale en Nueva York.
La semana pasada, los retornos de los bonos españoles subieron el
jueves marcadamente a un récord de 6,952%. Los títulos terminaron la
semana en 6,923%, según Tradeweb. Los rendimientos de los bonos
italianos también fluctuaron ampliamente en la semana, con un máximo de
6,304% el martes, antes de cerrar el viernes a 5,952%.
Aunque hay poca información pública disponible sobre la negociación de
bonos gubernamentales de Europa, una medida muestra que la liquidez está
atravesando un descenso pronunciado. Este parámetro es conocido como
bid-ask spread. Hace un seguimiento del diferencial entre lo que los
compradores están dispuestos a pagar y el precio que los vendedores
están dispuestos a aceptar. Entre más amplia sea la brecha, hay menos
liquidez en el mercado.
A comienzos de la semana pasado, los bid-ask spreads de los bonos
soberanos de España e Italia alcanzaron algunos de los niveles más
amplios en el año, según Tradeweb. El martes, el diferencial en el
título español a 10 años llegó a casi 0,12 puntos porcentuales.
Los spreads actuales son mucho más amplios que las partes con mayor
liquidez del mercado de bonos de Europa. Por ejemplo, el bid-ask spread
sobre los bonos alemanes a 10 años es menos de 0,01 puntos porcentuales.
Y la demanda de negociación parece seguir concentrada en refugios
seguros como Alemania. De acuerdo con EPFR, proveedor de datos sobre
fondos de inversión, sobre una base neta, todos los fondos de bonos
concentrados en países y regiones de Europa registraron la semana pasada
salidas de dinero, con una gran excepción: los bonos alemanes atrajeron
US$368 millones.
Por ahora, el principal motivo que mantiene a los inversionistas al
margen es una falta de confianza en su propia habilidad de hacer
apuestas inteligentes sobre riñas políticas.
lacartadelabolsa
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