Nada ha ocurrido especialmente novedoso que haya provocado este pánico vendedor. Veamos:
1. El miedo a una recesión económica conjunta en EE.UU. y Europa. Los datos de empleo del viernes pasado, o más concretamente, la falta de creación de empleo no agrícola, no fueron buenos. Esto parece haber incrementado los miedos inversores a una contracción económica mundial. Pero esto ya se conocía, o al menos debería conocerse. Las proyecciones económicas tanto para el segundo semestre del año, como para el inicio de 2012 no son favorables, y podríamos asistir a trimestre con crecimiento negativo. Evidentemente el escenario es negativo, y afectará a los crecimientos empresariales en el futuro cercano, pero no es novedoso.
Se ha hablado mucho en que unos malos datos macro podrían presionar a la FED para implementar nuevas medidas de flexibilización cuantitativa (QE3), lo que de anunciarse, sería bueno para los mercados financieros. Bueno, eso se decía, porque hoy las interpretaciones son diferentes. Según un reciente sondeo, la posibilidad de que la Reserva Federal intervenga de nuevo en el mercado de bonos, es mayor del 80%, pero ahora se cree que un nuevo alivio cuantitativo no sería solución ni para la economía, ni para el mercado. Nosotros estamos de acuerdo con esta última interpretación, lo que no entendemos es el viraje de la opinión de gran parte de la comunidad financiera ante esta posibilidad.
2. Recrudecimiento de la crisis de deuda en Europa. Cada vez es más evidente que, o bien las medidas económicas que los políticos europeos pueden aplicar no son eficaces contra la actual crisis de deuda, o bien las medidas que pudieran ser eficaces no pueden ser aplicadas porque la opinión pública no las aceptaría.
La canciller alemana Angela Merkel perdió este fin de semana las elecciones regionales en Mecklemburgo-Pomerania Occidental, feudo de la jefa de gobierno, donde ha obtenido los peores resultados de su historia.
Los inversores interpretan este revés electoral, como la desaprobación por parte de los ciudadanos alemanes a la política de Angela Merkel, especialmente la económica, lo que dificultará la aprobación de la extensión de la cuantía del fondo de rescate europeo. En ese escenario, las primas de riesgo periféricas subieron de forma notable, y los rumores sobre rebajas de rating en estos estados periféricos (especialmente Italia) se dispararon.
Por otro lado, Angela Merkel negó que la solución a la crisis sea la salida del euro de cualquier país miembro. Los inversores no se quedan con la negación de esta posibilidad, sino con que Angela Merkel ha pronunciado las palabras "salida del euro", lo que ha incrementado aún más la incertidumbre.
3. Mala situación del sector bancario europeo. La crisis de deuda europea, junto con unos niveles de crecimiento muy bajos, o casi recesivos, están penalizando especialmente al sector bancario europeo. Cierto, peligroso, pero no nuevo. Informes de casas especializadas en EE.UU. señalan que el sector bancario europeo necesita una profunda reorganización. Habrá fusiones, nacionalizaciones, adquisiciones, y algunas entidades no sobrevivirán. EE.UU. ha realizado gran parte de este proceso. Europa no, y ese es un lastre que más pronto que tarde tendrán que soltar.
Por otro lado, las declaraciones del consejero delegado del Deutsche Bank, Josef Ackermann, comentando que "es una obviedad que muchos bancos europeos no sobrevivirían si tienen que revaluar la deuda soberana en los libros a niveles de precio de mercado", han dañado mucho al sector. No por ser una obviedad deja de ser menos grave.
4. Fuerte incremento de la aversión al riesgo inversor. Los índices de confianza inversora están en mínimos multianuales. Los asset allocation muestran que los gestores siguen infraponderando la renta variable y aumentando sus niveles de liquidez. Los gestores profesionales venden sus posiciones de mayor riesgo, al encontrarse con dificultades para cubrirlas. El miedo sigue incrementándose, y está alcanzando niveles extremos, lo que en teoría nos debería dar una excepcional oportunidad de compra especulativa. Aunque solo eso, especulativa y para los más ágiles en el mercado.
Recordarán que al inicio de la semana pasada publicábamos un artículo en el que indicábamos que varios bancos de inversión estaban recomendando a sus principales clientes ponerse cortos al cierre del pasado jueves, por un lado porque estimaban que los datos de empleo estarían por debajo de las previsiones, y por otro, porque las compras especulativas y los cierres de cortos que habían impulsado los índices en sesiones anteriores, estaban cerca de finalizar.
El dato de empleo fue peor de lo esperado, y las compras especulativas finalizaron. El mercado se ha caído en estos dos días más de un 8%, por lo que aquellos inversores que hicieran caso a estos bancos de inversión, (o aquellos particulares que hicieran caso a lo que publicamos), han tenido una ganancia en esas posiciones cortas considerables.
¿Y ahora qué?
La situación es mala, no nos engañemos. No se ha convertido mala hoy, ni ayer, sino lleva meses y meses empeorando. Nuestros escenarios operativos de 2010 ya reflejaban la posibilidad de una recesión económica de doble suelo, y de una reestructuración de deuda en países como Grecia, o Irlanda. Es lo que llevamos defendiendo desde hace meses.
¿Los mercados pueden caer más? Sí. Podrían alcanzar los mínimos de marzo de 2009. Pero si eso sucediera, nos encontraríamos ante una de las oportunidades de compra más interesantes en décadas. Como decíamos en el Cierre de Mercado del viernes pasado:
"¿Y qué hacer en estas circunstancias? Nuestra recomendación es estar fuera de los mercados de renta variable. Mantenerse en liquidez. La ecuación rentabilidad riesgo actual no aconseja tomar posiciones en bolsa a niveles actuales. Preferiríamos perdernos un posible rebote al alza de importancia, y comprar a precios más elevados, que exponernos a un crash de mercado si se confirman los malos escenarios macroeconómicos.
¿Cuándo entrar? Niveles de Ibex 7.000-7.500 puntos creemos que son claramente compra. Las proyecciones técnicas no descartan una nueva caída a los mínimos de marzo de 2009, y por ratios fundamentales, a esos niveles, el descuento sería tan importante que podríamos arriesgarnos a afrontar un escenario de agravamiento de la crisis de deuda periférica, o la vuelta a la recesión económica mundial".
Hola, en primer lugar decirte que el artículo está muy bien pues refleja a la perfección la situación actual de la economía mundial.
ResponderEliminarEn segundo lugar yo opino como tú en cuanto al momento adecuado para entrar, es preferible que el Ibex 35 alcance cifras en torno a los 7000 puntos para poder comprar lo más bajo posible.
Un saludo