jueves, 18 de mayo de 2017

Hipocresía, ¿o no?

De entrada parece una postura hipócrita pero, ¿y si no lo es?. Lo que sigue va sobre los inmigrantes / refugiados que están entrando / intentan entrar en Europa (y en USA) y las posturas al respecto de Gobiernos y ciudadanías. Lo adelanto para que se vayan colocando.
La situación es bastante simple de resumir: Gobiernos y partidos políticos que defienden posiciones consideradas progresistas están a favor de que vengan, y Gobiernos y políticos que defienden posiciones consideradas conservadoras están en contra de que lo hagan; paralelamente, ciudadanos que se encuadran en ideologías comúnmente aceptadas como progresistas desean que tales personas entren en sus países e ideologías comúnmente aceptadas como conservadoras están en contra de que lo hagan. Los primeros tienden a argumentar en claves emocionales, morales y éticas y los segundos tienden a hacerlo en claves nacionalistas. Pero ninguna de las dos posturas suele entrar en razonamientos económicos y, cuando lo hacen, lo hacen de pasada.


Una población, tenga la composición que tenga se mantiene con los recursos de que dispone y del PIB que es capaz de generar, la distribución de tales recursos y ese PIB dependen de las opciones políticas elegidas, pero al menos en Europa existen una serie de mínimos a los que  ninguna opción plantea renunciar. Hoy a una disponibilidad de recursos limitada y a un crecimiento muy reducido ocasionados ambos por la crisis sistémica en la que el planeta se halla inmerso, se unen un nivel monstruoso de deuda total y unas cotas de desempleo y subempleo que tienden a convertirse en estructurales. En ese escenario está ocurriendo / se plantea, la llegada de inmigrantes / refugiados.
Pienso que la cuestión de los inmigrantes y refugiados debería ser planteada desde la necesidad que el modelo tenga de su aportación a la generación de PIB  y el de los refugiados de la capacidad de absorción que en el país o la zona exista en función de los recursos de que se disponga.
España es un país en el que, hoy, una persona de cada tres se halla en riesgo de exclusión social; uno de cada tres niños es pobre; una de cada ocho personas que trabaja es pobre; en el que dos personas de cada diez  que manifiestan que desea trabajar no tiene ningún empleo, ni a tiempo completo ni a tiempo parcial; del que han tenido que emigrar 2,6 millones de personas, jóvenes en su inmensa mayoría en busca de las oportunidades que en España no encuentran; en el que el gasto social se halla amenazado debido a la imposibilidad de, con la recaudación fiscal de que se dispone, atender a los compromisos de cumplimiento de déficit adquiridos con Bruselas y atender un gasto público que, sobre PIB, es hoy uno de los más bajos de Europa. Y en ese decorado se plantea la llegada de inmigrantes / refugiados.
¿Cuántos inmigrantes / refugiados puede acoger y atender España en condiciones dignas? ¿Cómo se verá afectada la oferta de trabajo cuando esas personas llegadas se conviertan en población activa? ¿De qué modo afectará a la capacidad logística de las AAPP el posicionamiento de estas personas en el territorio con el saco de carencias de todo tipo con el que llegan?.
Pienso que con respecto a los inmigrantes / refugiados ha habido y está habiendo mucha ideología, mucha emotividad, mucho sentimiento pero muy escasa lógica económica. Si ya hoy la mitad de la población de Berlín precisa recurrir a ayudas públicas para sobrevivir y si hoy en Alemania cuatro Estados federados están sosteniendo la economía alemana, ¿con qué lógica económica puede defenderse que Alemania acoja a un millón de refugiados?.
¿Sorprende, entonces, que en Europa (y no solo) estén emergiendo opciones políticas extremas? ¿Existe alguna intencionalidad en ello? ¿Se está buscando una mayor depresión de los salarios debido al aumento de oferta de trabajo que se está produciendo? ¿Se pretende introducir aumentos en la presión fiscal a la vez que se recorta el gasto social al ser insuficiente la primera y excesivos, debido al aumento de su demanda, el segundo?
Para acabar: se han dado cuenta en el texto anterior que en ningún momento he recurrido a argumentos políticos, morales, éticos, emotivos o de sentimiento? ¿Por qué no se aborda el tema de la inmigración / refugiados utilizando más argumentos económicos? ¿Por hipocresía? ¿Por qué si se hiciese se llegarían a conclusiones no convenientes?
(A tener en cuenta: prácticamente nunca, por no decir nunca, las grandes empresas se posicionan al respecto del tema que nos ocupa o, si lo hacen, lo hacen desde una posición totalmente colateral).
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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