Hoy y mañana vamos abordar un tema polémico, muy polémico: la
remuneración de los empleados públicos. La causa de la polémica, pienso,
es que, tradicionalmente, el tema se ha abordado de forma parcial,
sesgada, incompleta. Lo que he escrito lo he elaborado a partir de un
estudio realizado por un alumno hace un par de semanas. (Fuente de todos los gráficos:)
Este primer gráfico recoge, por un lado, la evolución del
poder adquisitivo de los empleados públicos en España entre 1981 y el
2014; por otro la evolución del nivel de precios. Ambos tomando como
referencia el índice 100 en 1981.
Pienso que no hace falta darle muchas vueltas a las conclusiones:
desde el inicio de la serie los empleados públicos en España han ido
perdiendo poder adquisitivo real de forma progresiva, creciente,
continuada; pérdida que se ha acelerado tras las congelaciones y
reducciones de estos últimos años.
Podría chocar esta realidad con esa otra que dice que, para trabajos
equivalentes, las remuneraciones del sector público son superiores que
las del privado; pero pienso que no se produce tal choque: suponiendo
que las comparaciones se hayan hecho homogéneamente, lo único que
indicaría tal conclusión es que los trabajadores del sector privado
habrían perdido más poder adquisitivo que los del público.
El segundo gráfico muestra la evolución acumulada del poder adquisitivo de los empleados públicos desde 1982.
Lo evidente: en estos 32 años los empleados públicos españoles han
sufrido una caída en su poder adquisitivo del 38,8%. Una exageración
sólo compensada por la facilidad en el acceso al endeudamiento de la que
‘gozó’ la población española desde mediados de los 90 y, sobre todo,
desde el 2001.
Las caídas son en cascada, incontenibles, tan sólo se producen
pequeñas recuperaciones entre el 91 y el 93 –coincidiendo con el boom
olímpico y el de la Expo– y entre el 2007 y el 2009 como eco rezagado de
la época anterior.
Los dos problemas fundamentales que experimentan los salarios en
España son, por un lado, que, salvo excepcione contadas, de por sí son
bajos debido a que lo es el valor añadido generado; y por otro, que la
inflación habitualmente ha sido elevadísima y ello ha afectado muy
negativamente a unas rentas que, la mayor parte del año, pueden ser
consideradas como fijas.
Bien. Introduzcamos otra variable: los salarios totales. El gráfico
mostrado a continuación recoge, tomando como índice 100 el valor en
1992, de la evolución en España de losprecios, la mediana de los
salarios y el salario público medio.
Ya desde el principio tanto el salario mediano como el salario
público ha ido por detrás de la evolución de los precios. Lo fueron
antes de la fase del ‘España va bien’, durante dicha fase, y con
posterioridad ya en la crisis, de hecho las mayores diferencias se dan
durante la crisis. Y curiosamente, la caída en los precios no beneficia
ni siquiera mínimamente a los salarios de los empleados públicos debido a
la congelación que estos han experimentado. Nuevamente se aprecia que
fue gracias al acceso masivo al crédito como pudieron los asalariados
introducirse en la fase del consumo masivo, a la vez que son evidentes
los problemas que hoy los asalariados tienen para hacer frente a sus
deudas.
Como resumen un gráfico aún más demoledor si cabe: la variación del
poder adquisitivo de todos los asalariados y de los empleados públicos
en España respecto al valor que ambos tenían en 1992 y que se ha
igualado a 100.
En 19 años, el poder adquisitivo de los asalariados españoles ha
aumentado 19,54 puntos porcentuales, aproximadamente y redondeando a un
punto por año, y netamente por debajo de la inflación como anteriormente
se ha puesto de manifiesto; pero es que el poder adquisitivo de los
empleados públicos por separado se ha hundido la friolera de 34,49
puntos.
Es decir, un empleado público medio que en 1992 percibía 100unidades
salariales, en el 2011 estaba percibiendo 65,51 en términos reales.
Nótese que en el período 1992 – 2011 han estado gobernando partidos de
diferente color.
¿Dónde está el megachollo de ser empleado público? ¿En que el empleo
es para siempre?. Eso sólo para una parte, y en todos los casos alguna
vez han sido señalados como holgazanes y estigmatizados por ser
portadores de una canonjía. Y no, no me estoy reivindicando: la URL es
un centro totalmente privado.
En España la valoración que en las últimas décadas se ha hecho del
factor trabajo ha sido progresivamente a la baja, ‘compensada’ por la
concesión, fuera de toda lógica, de crédito prácticamente ilimitado. Eso
ha sucedido en todos los sectores y a todos los trabajadores, pero en
el caso de los empleados públicos ha sucedido más. Y eso no se ha
reconocido.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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