Uno de los aspectos más interesantes de la entrevista al Dr. Jens
Weidmann, presidente del Bundesbank cuyo link se adjunta, es poder leer a
un técnico expresarse como un político, y de los de antes: lenguaje
florentino, posiciones versallescas.
Lo primero que dice: el nivel de precios va a continuar bajo, muy bajo, bajísimo; a finales del 2016 tal vez se alcance el 1,4% en la UEM; eso equivale a un nivel cero o negativo en España, con todo lo que supone en base a como España está y lo que España necesita. El principal banquero alemán achaca en varias ocasiones ese bajísimo nivel de precios al precio del petróleo, pero pienso que él sabe que esa no es la razón ya que esos precios del crudo son consecuencia de la baja demanda de petróleo esperada en base a la oferta existente … debido a las expectativas a la baja de actividad económica.
También dice que no es necesario un plan de estímulo porque no hay una espiral negativa de precios y salarios, y no, no la hay: eso se aprendió de la Depresión, pero lo que sí que hay, en unos países más que en otros y en unas zonas más que en otras, es una situación de estancamiento-en-el-fondo: se crece mínimamente, en cantidad totalmente insuficiente para reducir el paro, con salarios medios congelados o ligeramente a la baja; nuevamente: en unas zonas y países más que en otras y otros. Y no, no la UEM no se halla en deflación, pero sí en una situación deflacionaria.
Y también que las previsiones apuntas a una débil pero persistente recuperación que aumentará la inflación. Pues eso no está claro: es posible –pienso que por ahí van a ir los tiros– que la recuperación sea sesgada y basada en la mejora de la productividad, por lo que el impacto en los precios puede ser casi nulo.
Prosigue el Dr. Weidmann diciendo que España empieza a cosechar los frutos de sus reformas. Es una lástima que la entrevista no haya profundizado más por ese lado ya que hubiese sido interesante conocer sus impresiones sobre el desempleo español, la tasa de pobreza infantil, el retroceso del modelo de protección social, ...
Pero lo mejor, pienso, es cuando aborda el tema de la deuda (publica: nadie dice ni pío de la privada). Dejar de pagar la deuda, apunta, supone desencadenar una lluvia de fuego y azufre sobre el país que eso ose hacer y supone que el país sea arrojado por Los Mercados a las tiniebla exteriores de la imposibilidad de financiación. Nuevamente pienso que hubiese sido interesante realizar al Dr. Weidmann dos preguntas. Una: de todas las deudas de todos los países, ¿qué volumen tiene en sus activos la banca alemana?, es decir, y por ejemplo, ¿cuántos cientos de miles de millones del 1,2 B € a que asciende la deuda exterior española, tiene la banca alemana?. Otra: ¿cree que los países pueden pagar toda la deuda que deben, en concreto países como España, con volúmenes monstruosos de deuda exterior? (se supone que sin forzar a sus poblaciones a regresas a entonos sociales del siglo XVII).
Lo que flota en toda la entrevista, pienso, es una atmósfera de fin de época, aunque sin apuntar nada de la nueva. ‘No es posible’ ‘No es conveniente’, se insinúa en numerosas ocasiones. ‘Se llegará’ ‘Se logrará’ también. Pero en medio nada. Cierto es que no promete la Luna, pero tampoco dice nada sobre las expectativas que tiene alguno de los millones de ciudadanos, no ya de la Europa del Sur, sino alemanes que ignoran, cuando se despiertan cada mañana, si en ese día que comienza podrán realizar dos comidas. Igual es que ya no importa porque ya se sabe que va a ser inevitable que no las van a poder hacer. (¿Qué opinará el Dr. Weidmann sobre la renta básica?).
Lo ayer dicho, Sr. Presidente del Gobierno de España: la crisis no es historia, al revés: está muy presente.
http://economia.elpais.com/economia/2014/12/12/actualidad/1418410365_956185.html
@sninobecerra
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
Lo primero que dice: el nivel de precios va a continuar bajo, muy bajo, bajísimo; a finales del 2016 tal vez se alcance el 1,4% en la UEM; eso equivale a un nivel cero o negativo en España, con todo lo que supone en base a como España está y lo que España necesita. El principal banquero alemán achaca en varias ocasiones ese bajísimo nivel de precios al precio del petróleo, pero pienso que él sabe que esa no es la razón ya que esos precios del crudo son consecuencia de la baja demanda de petróleo esperada en base a la oferta existente … debido a las expectativas a la baja de actividad económica.
También dice que no es necesario un plan de estímulo porque no hay una espiral negativa de precios y salarios, y no, no la hay: eso se aprendió de la Depresión, pero lo que sí que hay, en unos países más que en otros y en unas zonas más que en otras, es una situación de estancamiento-en-el-fondo: se crece mínimamente, en cantidad totalmente insuficiente para reducir el paro, con salarios medios congelados o ligeramente a la baja; nuevamente: en unas zonas y países más que en otras y otros. Y no, no la UEM no se halla en deflación, pero sí en una situación deflacionaria.
Y también que las previsiones apuntas a una débil pero persistente recuperación que aumentará la inflación. Pues eso no está claro: es posible –pienso que por ahí van a ir los tiros– que la recuperación sea sesgada y basada en la mejora de la productividad, por lo que el impacto en los precios puede ser casi nulo.
Prosigue el Dr. Weidmann diciendo que España empieza a cosechar los frutos de sus reformas. Es una lástima que la entrevista no haya profundizado más por ese lado ya que hubiese sido interesante conocer sus impresiones sobre el desempleo español, la tasa de pobreza infantil, el retroceso del modelo de protección social, ...
Pero lo mejor, pienso, es cuando aborda el tema de la deuda (publica: nadie dice ni pío de la privada). Dejar de pagar la deuda, apunta, supone desencadenar una lluvia de fuego y azufre sobre el país que eso ose hacer y supone que el país sea arrojado por Los Mercados a las tiniebla exteriores de la imposibilidad de financiación. Nuevamente pienso que hubiese sido interesante realizar al Dr. Weidmann dos preguntas. Una: de todas las deudas de todos los países, ¿qué volumen tiene en sus activos la banca alemana?, es decir, y por ejemplo, ¿cuántos cientos de miles de millones del 1,2 B € a que asciende la deuda exterior española, tiene la banca alemana?. Otra: ¿cree que los países pueden pagar toda la deuda que deben, en concreto países como España, con volúmenes monstruosos de deuda exterior? (se supone que sin forzar a sus poblaciones a regresas a entonos sociales del siglo XVII).
Lo que flota en toda la entrevista, pienso, es una atmósfera de fin de época, aunque sin apuntar nada de la nueva. ‘No es posible’ ‘No es conveniente’, se insinúa en numerosas ocasiones. ‘Se llegará’ ‘Se logrará’ también. Pero en medio nada. Cierto es que no promete la Luna, pero tampoco dice nada sobre las expectativas que tiene alguno de los millones de ciudadanos, no ya de la Europa del Sur, sino alemanes que ignoran, cuando se despiertan cada mañana, si en ese día que comienza podrán realizar dos comidas. Igual es que ya no importa porque ya se sabe que va a ser inevitable que no las van a poder hacer. (¿Qué opinará el Dr. Weidmann sobre la renta básica?).
Lo ayer dicho, Sr. Presidente del Gobierno de España: la crisis no es historia, al revés: está muy presente.
http://economia.elpais.com/economia/2014/12/12/actualidad/1418410365_956185.html
@sninobecerra
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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