martes, 22 de julio de 2014

El gasto sanitario

La sanidad es uno de los bienes que siempre se pone como ejemplo de bien de demanda infinita: ofrecido, nunca la demanda queda saciada porque siempre aspirará a sentirse mejor o a evitar no sentirse bien y ello lo conseguirá, piensa, a base de consumir crecientes cuidados sanitarios. El problema reside en la oferta: evidentemente no es infinita.
Los dos gráficos que siguen muestran, para una serie de países, el gasto medio en salud per cápita ppp en dólares, el primero en orden de aparición, y el gasto en salud en porcentaje del PIB, el segundo, ambos entre 1980 y el 2009. (Fuente: Gail Tverberg. “Understanding Our Oil-Related Fiscal Cliff”, Financial Sense, 30.11.2012). Y no, España no sale en la foto.







Como pueden observar existen diferencias notables entre países, sin embargo claramente se delimitan dos grupos: USA y el resto. Así visto las diferencias existentes entre los países que integran ‘el resto’ se minimizan. No sólo USA gasta en salud más per cápita que nadie, sino que es la que gasta más en relación a su PIB.
De hecho, comparando los recorridos de USA y UK se aprecian diferencias notables. La particularidad es la de que el 100% de la población británica está atendida por el sistema público y cuando estos gráficos se elaboraron el 17% de la población USA carecía de cobertura sanitaria porque, o bien no tenía renta suficiente para pagarse una póliza sanitaria, o bien no eran suficientemente pobres o suficientemente ancianos para disponer de una cobertura pública (insuficiente en términos europeos).
Sugerencia: guarden estos gráficos. Será interesante ver cómo evolucionan en el futuro.
@sninobecerra
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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