miércoles, 19 de marzo de 2014

Chile

Hace unos días recibí un mail de un lector. Hablaba de Chile: en primera persona. No se pierdan detalle. (Ya: se trata de una opinión personal).
“Estoy trabajando en Santiago de Chile como ingeniero. Tal y como comentamos, este país tiene una productividad muy baja; no entiendo como puede funcionar tan bien ni ser tan estable.
Ellos están convencidos de que son invencibles, y todo se maneja entre unas pocas familias que dominan el país. La sanidad privada aquí es un negocio muy lucrativo.
Lo que he comprobado es un excedente de edificios de oficinas vacíos. Me recuerda a la burbuja española, pero aquí no en vivienda, sino en oficinas”
Yo le respondí:
“Me comentaron recientemente que en Chile ya se ha llegado a que para obtener un crédito es suficiente el salario mínimo. Brasil fue España 2.0; pienso que Chile será el 3.0”
Y mi lector me dijo:
“Es posible lo que usted dice. Aquí los centros comerciales tienen sus propios bancos y cobran intereses del 30% por comprar en ellos a crédito creo. Los bancos te ponen como condición para abrir una cuenta, que cojas crédito.
Aquí la gente vive muy al límite. Tienen muchos problemas de ex mujeres que se quedan casa y les tienen que pasar pensión. La gente es muy infiel.
El principal problema que veo en Chile es que como se roba mucho en las obras, no pueden tener herramientas buenas, entonces todo se convierte en manual, y la productividad es muy baja; por otro lado, materiales que sale a cuenta usarse en España aquí no se usan porque sale más a cuenta pagar más horas y usar materiales más baratos. Lo increíble fue ver a dos trabajadores excavando a mano un pozo para tomar muestras estudió geotécnico de un solar.
Chile no tiene industria. No son capaces ni de exportar el cobre procesado. Hay más industria en Baleares que en todo Chile. En fin... Viviendo aquí pienso que España debería estar mucho mejor de como esta, y me hace ser optimista”
Le respondí
“Chile tiene 17 M de habitantes (España 47) y una estructura de PIB basada en la exportación de commodities (nada que ver con España) y compuesta por una serie de procesos muy intensiva en factor trabajo (España también, pero bastante menos). El gran logro de Chile ha sido exportar una serie de bienes que siempre han sido necesarios (si es que a eso se le puede calificar de logro). España ha ido y va por otro lado (pienso que el Turismo no es una exportación). Ud., pienso, está comparando situaciones, pero no estructuras.
A la vez se ha producido otro fenómeno: excepto en la fase de Allende (y ya ve cuanto duró), cosas como la movilidad social o la redistribución de la renta no han importado nada: Chile es uno de los países con mayor desigualdad social del planeta. Y eso ha sido muy bueno para consolidar la economía. A eso añada un modelo de protección social muy light en el que destaca un sistema de pensiones nacido en la última dictadura que ha aligerado el gasto público.
Esa forma de hacer estructuró una estabilidad sólida, pero un crecimiento limitado, de ahí el giro hacia el endeudamiento privado masivo de los últimos años. Pero de esa vía ya conocemos la evolución: España: la inventora, Brasil, Chile, sólo por citar los ejemplos más significativos.
¿Qué pasará con Chile?. Sus recursos, su cobre, su pesca, su uva, su sosa, seguirán ahí aunque Chile continuará sin influir en los precios de lo que produce, ni la demanda, algo muy común entre los grandes productores de commodities, pero cuando la deuda privada empiece a encontrar dificultades para ser pagada ...
En todas las economías de características semejantes a la chilena hay unos años en los que pueden hacerse grandes negocios obteniendo enormes beneficios. Esa época ya acabó para Brasil, y pienso: es mi opinión, que a Chile le queda muy poco. Los recursos seguirán ahí, donde siempre estuvieron, pero las expectativas serán otras. Salvando todas las distancias pertinentes, ese ha sido el caso español. Y, ¡mire por donde!, encontramos una similitud entre Chile y España, en lo malo, desgraciadamente”.
A lo que me contestó:
“Espero que les de una lección la crisis. Un café y un muffin te salen por 6 €. El peso chileno debería estar a 1€ = 1000 pesos para tener precios como los de España...”
Y yo le pregunté:
“Y, ¿cuál es el salario medio?”
Respondiéndome:
“Yo como ingeniero cobro 1,5 millones de pesos netos, pero un vigilante de seguridad cobra 350.000 pesos netos, y una señora de limpieza del hogar cobra sobre los 200.000 pesos netos, que creo que es el salario mínimo o casi.
Aquí sales de la zona de la ciudad que sería equivalente a un barrio bueno de una ciudad occidental, y tiene mucho que desear, y si sales ya más hacia el extrarradio, el país es chabolismo”
Le comenté:
“Pienso que algo así no es sostenible. Salvando muchas distancias, la época vivida por Latinoamérica en los 2000 recuerda la fase de Sustitución de Importaciones entre finales de los 40 y mediados de los 70; considerando todas las diferencias que quiera, pero la recuerda”.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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