La situación en Siria es quizás actualmente el principal foco de
interés a nivel mundial. La posibilidad de una intervención militar
liderada por EE.UU. como respuesta al probable uso de armamento químico
por parte del gobierno sirio, ocupa las principales cabeceras de
información general y económica de todo el mundo.
El factor desestabilizador de un conflicto armado es elevado, y a pesar
de ello, los mercados no lo están recogiendo de manera
significativamente negativa. Un error desde mi punto de vista, y del
economista del WSJ Matthew Lynn.
Siria tiene un Producto Interior Bruto de 75.000 millones de dólares
(ahora menos tras el agravamiento del conflicto), niveles parecidos a
los Azerbaiyán por ejemplo. No tiene recursos naturales, ni grandes
compañías, pero aun así, señala Lynn, tiene el potencial de extender su
inestabilidad a los países del entorno, y de provocar subidas en el
precio del petróleo que dañarían la incipiente recuperación en zonas
como la euro zona o Japón.
La situación actual de forma resumida es la siguiente.
- Se acumulan las pruebas del uso de armas químicas por parte del
gobierno sirio. Los inspectores de derechos humanos de la ONU afirman
que existe una alta probabilidad de su utilización. Podrían demostrarlo
sin ninguna duda en las próximas semanas.
- EE.UU. y Francia, sus gobiernos mejor dicho, pues sería una
intervención que no cuenta con el respaldo de la opinión pública, están
dispuestos a liderar una intervención militar para derrocar el régimen
actual sirio.
- Rusia y China se oponen frontalmente a esta intervención. Rusia ha
propuesto un plan por el que el arsenal químico de Siria sería puesto
bajo el control internacional para evitar la guerra.
- Siria ha aceptado el plan ruso, así como China y la liga árabe.
EE.UU. podría estar dispuesto a aceptarlo también, pero sus exigencias
serían mayores.
- Francia, a pesar del plan ruso, no descarta una intervención militar.
Lynn señala que un conflicto armado en Siria tendría un potencial
desestabilizador más amplio que la guerra en Libia o la agitación en
Egipto. Este conflicto tiene el potencial de afectar a su vecino
Turquía, de elevar los precios del petróleo, y ser el detonante para
renovadas turbulencias en la zona euro. Sería el principal factor de
incertidumbre para el mercado de valores en los próximos seis meses.
Por otro lado, es poco probable que esta intervención armada sea de
corta duración, como sucedió en Libia. Siria está inmersa en una guerra
civil, no en una revolución, y los enfrentamientos pueden durar años. Es
poco probable también, que únicamente con los ataques aéreos pueda caer
el régimen de Assad. Una guerra en Siria podría durar un año o dos.
Las consecuencias económicas de este conflicto según Matthew Lynn serían las siguientes:
Factor Turquía
Siria no tiene gran peso en la economía mundial. Turquía sí. Con 75
millones de habitantes, es uno de los mayores mercados emergentes del
mundo, y en la última década, uno de los más exitosos.
Es casi seguro que Turquía tenga algún tipo de intervención si se
desata un conflicto armado en su país vecino con el que comparte una
larga frontera terrestre. Turquía no podrá ignorar lo que sucede en
Siria, como EE.UU. no podría ignorar a México, o Rusia a Ucrania.
Si Turquía se involucra en el conflicto, podría tener importantes
efectos en la economía mundial. Según el Banco Internacional de Pagos,
Turquía cuenta con más de 300.000 millones de dólares en deuda externa,
más que México o Indonesia. Grandes cantidades de dinero se han
destinado a su mercado de bonos y acciones.
En la década de 1990, la crisis de los mercados emergentes fue
provocada por Tailandia y Malasia. Sin embargo, en esta década, es mucho
más probable que sea provocada por Turquía - y el conflicto en Siria
podría muy bien ser el comienzo de ella.
Factor precios del petróleo
Después de varios años durante los cuales el precio del petróleo se
contuvo por la desaceleración mundial y el desarrollo de gas de
esquisto, ahora está de nuevo volviéndose al alza. El precio del crudo
ha pasado de los 90$ barril en abril a 110$ ahora. Y puede subir mucho
más si la situación en Siria empeora.
Aunque Siria no es un importante productor de petróleo, otros países
que sí lo son, como Arabia Saudita o Qatar, están apoyando a las fuerzas
rebeldes. Irán y Rusia, por el contrario, están apoyando al régimen de
Assad. Si el conflicto empeora, se podrían incrementar las tensiones
entre grandes productos de petróleo. Zhu Guangyao, viceministro de
Finanzas de China, afirmó en el pasado G-20, que el conflicto sirio
podría sumar 10$ más a los precios actuales de esta materia prima. Si el
precio del petróleo alcanza los 120-130$ barril, tendría el potencial
de ahogar la actual recuperación económica.
Factor zona euro
Podríamos empezar a tener que preocuparnos de nuevo por la zona euro.
La moneda única, tan maltratada en los últimos años, parece que está
volviendo a ganar cierta fortaleza. Una guerra siria podría enviar a
esta región de nuevo a la recesión. ¿Por qué?
- Posible colapso de la economía turca, tan ligada a la zona euro.
- Aumento de los precios del petróleo y pérdida de competitividad con otras economías como EE.UU., Rusia y el Reino Unido.
- Incremento de las primas y de la aversión a activos de riesgo.
Estos factores nos hacen pensar que el mercado hace muy bien en seguir
día a día el conflicto en este país, y que debe actuar en consecuencia
en caso de que la situación empeore y se opte por medidas militares.
fuente: http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/una_posible_guerra_en_siria_seria_muy_costosa_para_los_inversores
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