martes, 25 de junio de 2013

“Los bancos en China cruzan la línea roja ¿cómo administrarán las autoridades el caos?...”

"Los mejores especialistas financieros miran a China. Llevan haciéndolo muchos años, porque nunca se han creído las estadísticas oficiales. Los mejores bancos y firmas de inversión del mundo enviaron a sus propios delegados hace tiempo, para evaluar sobre el terreno las condiciones, para palpar una realidad financiera y social insostenibles. China es la gran amenaza para la estabilidad financiera mundial, porque sus bancos guardan cajas fuertes con explosivos dentro", me dice el analista jefe de una importante gestora de fondo. En China también se alzan voces contra esta y otras situaciones. China afronta crecientes riesgos en su sector bancario y presiones sobre los ingresos gubernamentales en 2013 mientras que la recuperación económica podría verse obstaculizada por la debilidad de la demanda externa y restricciones domésticas, ha dicho el viceministro de Finanzas Li Yong. El Gobierno canalizará más créditos bancarios hacia las compañías pequeñas, con una posición financiera muy ajustada, y al sector agrícola en 2013, a fin de aumentar los esfuerzos dirigidos a la economía real, dijo Li en un discurso publicado en la web de su ministerio (www.mof.gov.cn).
"Los riesgos potenciales del sector financiero se han incrementado. Los activos bancarios de China han estado creciendo rápido en años recientes, mientras los préstamos bancarios suben a nuevos máximos", dijo Li.
"La gran mayoría de esos créditos bancarios todavía no fueron probados por el ciclo económico completo y el riesgo potencial es especialmente alto en las industrias de bienes raíces y las relacionadas con ella, además de los vehículos financieros locales, debido a los riesgos de descalce en los vencimientos", sostuvo.
La recaudación del gobierno también enfrenta presión a la baja debido a una caída de las ganancias corporativas y recortes de impuestos, añadió.
La economía china mostró señales de recuperación modesta en el cuarto trimestre pero la demanda global siguió floja y Europa aún necesita reformas más profundas para revivir la expansión mientras que la recuperación total de la economía estadounidense podría tomar tiempo, dijo Li.
Añadió que el proteccionismo comercial contra China está en aumento debido a un cuadro económico global desfavorable y el alto desempleo.
 
En una economía mundial sin muy buenas noticias, China ha sido otra vez fuente de un moderado optimismo gracias al crecimiento que ha experimentado en los dos últimos meses de la mano de un fuerte estímulo fiscal. Entre los especialistas hay un intenso debate sobre si se trata de un crecimiento genuino o de un globo inflado por una masiva inversión estatal, fuente de futuras burbujas y crisis. Menos debatidos han sido los problemas que tiene un país de las dimensiones, población y complejidad de China para formular una estrategia que no tenga consecuencias no deseadas.
Los bancos en la sombra son un caso en cuestión. El gobierno chino fue criticado en la última década por permitir un sobrecalentamiento de la economía que multiplicaba los riesgos de especulación inmobiliaria y un aterrizaje forzado con bancarrotas, desempleo masivo y crisis.
En respuesta el gobierno chino ajustó las clavijas del sistema financiero en los últimos dos años sin anticipar –consecuencia no deseada- que crecería un sistema financiero en la sombra para reemplazar la falta de crédito bancario.
La doctora Hong Bo, especialista en finanzas de SOAS, la Escuela de Estudios Asiáticos y Africanos de la Universidad de Londres, le explicó a BBC Mundo los peligros inherentes en un sistema de estas características.
"Es un sistema que está creciendo a una velocidad descomunal y está mucho menos regulado. Muchos de sus productos financieros son extremadamente opacos. No los entienden ni los reguladores, ni los bancos ni los mismos clientes. Esto es un indudable riesgo", señaló Hong Bo.
El estallido financiero de 2008 estuvo precedido de una explosión similar de oscuros productos financieros que nadie comprendía. ¿Es esto lo que se viene en China?
¿Dónde está mi dinero?
El sistema bancario en la sombra en China es una mezcla de ilegal y legítimo, de usureros que aprovechan las necesidades de pequeñas empresas o particulares y de grandes compañías o fideicomisos o multimillonarios que quieren multiplicar su capital mediante inversiones ventajosas.
Según algunos cálculos el volumen total de este sistema en la sombra se encuentra entre un 24% y un 50% del Producto Interno Bruto (PIB) chino.
Si el volumen impresiona, el crecimiento es más asombroso aún. Los fideicomisos –principal componente del sector en la sombra- se han quintuplicado en los últimos cinco años.
Por el momento, el rol predominante de la banca estatal, que prácticamente monopoliza el sector financiero, limita el poder expansivo de una crisis.
"La opacidad de los productos es preocupante, pero en China los bancos están en manos del estado. Esto permitió neutralizar una crisis de dimensión global como la de 2008. Además los bancos chinos no son como los de Occidente que se involucran en actividades de seguros o en especulación. Se limitan por lo general a las actividades de una banca comercial, receptora de depósitos que presta al sector productivo", señaló a BBC Mundo Hong Bo.
Esta aparente mayor solidez del sistema financiero no lo vuelve totalmente impermeable a una crisis. En Wenzhou, sur de Shanghai, una compleja cadena de operaciones financieras, en su mayoría basada en tasas de interés usureras, terminó con una estrepitosa caída cuando, a raíz de la crisis económica mundial este año, cayeron las exportaciones y el precio de la propiedad afectando los balances de pequeñas empresas e inmobiliarias.
Disputas
Según el periódico británico Financial Times, los tribunales tienen más de 10.000 casos de disputas económicas, en su mayoría por cese de pagos de los préstamos. La prensa china está plagada de noticias de directores de fábrica que desaparecen del mapa y dejan detrás un reguero de deudas.
El escándalo de Wenzhou quedó limitado a una crisis regional sin repercusiones sistémicas porque la mayor parte de los préstamos eran de usureros locales.
Según los analistas financieros, el peligro sistémico viene por el lado del sector más dinámico de la banca en la sombra: los fideicomisos.
Estos fideicomisos están teniendo una relación cada vez más estrecha con el sistema bancario que opera como intermediario en la transacción entre inversores, prestamistas y clientes.
Según la agencia de calificación Fitch los bancos comerciales chinos han vendido casi US$2.000 millones en instrumentos financieros de fideicomisos (casi US$ 2.000 millones) ofreciendo en la mayoría de los casos una tasa de interés mucho mayor que la oficial.
 
Los trusts chinos han financiado 140.000 millones en créditos de alto riesgo y CITIC, el grupo financiero socio de BBVA, ha sido el primero en decir que podría no devolver el dinero a sus clientes. Puede reeditarse la ‘crisis subprime’ en la segunda economía mundial.
Los gobiernos municipales recibieron esos créditos para construir puentes y carreteras. Supuestamente, los pagarían con los rendimientos que les generasen estas infraestructuras una vez se hubiesen terminado. La realidad sin embargo es que, según la economista de HSBC en China, Donna Kwok, la mitad de la deuda que han obtenido las administraciones locales vence este año y «el 60% de los proyectos son infraestructuras que no terminarán de construirse antes de los próximos cinco años». En otras palabras, no van a poder devolver el dinero a tiempo.

lacartadelabolsa

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