La semana pasada se resolvieron dos importantes incertidumbres sobre la
economía española. Por un lado conocimos los Presupuestos Generales del
Estado de 2013 y el Plan Nacional de Reformas. El gobierno mantuvo el
objetivo de déficit público para 2013 en el 3%, centrando sus esfuerzos
principalmente en reducir los gastos. Hay grandes dudas al respecto. De
hecho, el FMI cree que no será capaz de alcanzar los objetivos de
déficit ni en 2012 ni en 2013. Los presupuestos son demasiado
optimistas, prevén una contracción económica en 2013 del 0,5% cuando el
consenso espera un 1,1% de caída. Si los datos reales tienden al
consenso, no se conseguirán los ingresos estimados. De cualquier forma
la comunidad financiera los ha recogido de forma favorable, y espera que
se relajen las condiciones si España finalmente solicita el rescate
financiero.
Por otro lado se conocieron las necesidades de capital de la banca
española. Las siete entidades con déficit de capital necesitarían 59.300
millones de euros en un escenario adverso según el informe de Oliver
Wyman. La cantidad bajaría a 53.745 millones de euros si tenemos en
cuenta los procesos de fusión en marcha y los efectos fiscales. El plan
de rescate aprobado por la UE para el sector bancario español es de
100.000 millones de euros, por lo que el gobierno español pretende que
los 40.000 millones de euros puedan ser utilizados en compra de bonos
soberanos.
Ahora la mayor incertidumbre que recae sobre España es si finalmente
solicitará a Europa el rescate financiero. La semana pasada el
presidente del gobierno español afirmó que ésta se solicitaría cuando
los costes financieros alcanzaran niveles altos, y se mantuvieran allí
durante un tiempo prolongado. Cuando pronunció estas palabras la prima
de riesgo española se situaba sobre los 415 puntos. Ahora está sobre los
450 pbs.
Supongamos que finalmente, como así lo espera la comunidad financiera,
España solicita el rescate. ¿Qué pasaría después desde el punto de vista
de mercado?
Es probable que viéramos descender con fuerza la prima de riesgo del
país, así como subir el mercado de renta variable. Eso es algo bastante
predecible. Pero hay otro efecto que con casi toda probabilidad se
producirá, y del cual podemos sacar partido. El contagio se trasladaría a
Italia y a su mercado de deuda.
Como dice David Keeble, jefe global de estrategia de renta fija de
Credit Agricole, “En caso de rescate español, los riesgos de un contagio
a Italia aumentarían. Uno no se puede poner corto en España porque
tienes al BCE en la otra parte de la mesa con una capacidad de
operaciones ilimitada, así que Italia llevará la peor parte en las
ventas”
Los costes de endeudamiento español a más de diez años han caído cerca
de 200 puntos básicos desde los máximos del pasado julio. Los italianos
unos 175 puntos. La prima de riesgo española se sitúa sobre los 450 pbs,
la italiana sobre los 365 pbs. El mercado cree que los costes de
financiación de ambos países se igualarían en caso de que España
solicitara el rescate. Los diferenciales de ambos países con respecto al
bund alemán bajarían a unos 300 puntos básicos, según cree Martin
Harveyl gestor de Threadneedle Investments.
La operación está clara: Largos en deuda española – cortos en deuda italiana.
“A medida que España se refuerce a través del rescate, yo me pondría
corto en Italia y largo en España”, afirma Richard McGuire, estratega de
renta fija de Rabobank.
La pregunta obvia es, ¿por qué no se están adoptando ahora esas
posiciones? Pues sencillamente porque no se tiene claro que España
solicite el rescate, ni cuando lo hará.
Los inversores no se ponen cortos en España porque temen quedarse
atrapados si España pide el rescate y el BCE empieza a comprar su deuda.
Si los inversores no venden con suficiente fuerza, los bonos españoles
no caerán y sus rentabilidades no alcanzarán los altos niveles a los que
se refería Mariano Rajoy para pedir el rescate. En pocas palabras, la
amenaza de solicitar un rescate puede ser suficiente para no tener que
pedirlo.
La respuesta la tendrán las subastas de deuda que tenga que realizar el
Tesoro Español en los próximos meses. Si no hay suficiente demanda, y
las rentabilidades se tensionan como sucedió en la última, el gobierno
español, con condiciones o sin ellas, tendrá que solicitar la ayuda
europea.
En base a este escenario, parece una buena idea empezar a comprar bonos
españoles, y vender en la misma cantidad bonos italianos. Si se
estrecha el diferencial a cero, como dicen algunos analistas, desde los
casi 100 puntos básicos actuales, tendremos un buen beneficio.
lacartadelabolsa
No hay comentarios:
Publicar un comentario