Entre los políticos, la palabra de moda cuando quieren hacerse los
importantes es hablar sobre el "marco macroprudencial". Créanme, el
verdadero significado de "prudencial" es alargar y disimular, mientras
que "macro" quiere decir intervención y, en cuanto al "marco", es más
bien una vieja gloria heredada de los planes quinquenales comunistas,
¿no es así? La versión oficial es que la meta de este marco
macroprudencial es "reducir el riesgo y los costes macroeconómicos de
la estabilidad financiera. Se considera un ingrediente ineludible para
reducir la brecha entre las políticas macroeconómicas y la regulación
microprudencial tradicional de la entidad financiera" (Fuente: Banco de
Inglaterra – 2009. El papel de la política macroprudencial. Documento
de reflexión del Banco de Inglaterra, noviembre). El muro de Berlín
cayó en 1989, pero otro muro, su equivalente económico, se ha ido
erigiendo en los últimos dos años. De un lado del muro económico de
Berlín tenemos a los bancos y los gobiernos (el antiguo Bloque del
Este) mientras que, del otro, se encuentran la realidad y la
microeconomía (el Mundo Libre).
Política de tipos de
interés cero y el marco macroprudencial (perdón, quería decir, la
impresión de moneda) dejaron de influir en la economía real hace dos
años y según mis cálculos dejarán de influir en los precios de los
activos en los próximos seis meses. He aquí los dos motivos principales:
1. A partir de este momento es muy probable que la tensión social
vaya en aumento. La austeridad, las subidas de impuestos, la bajada en
las pensiones, el aumento de la edad de jubilación y las tendencias
históricas han dejado a los trabajadores con el poder adquisitivo y
renta disponible más reducidos en decenios.
2. Los bancos lo van a tener difícil para seguir invirtiendo en el
marco macroprudencial, puesto que no han conseguido desapalancarse y,
con la llegada imparable de Basilea III, redistribuir los activos
ponderados según el riesgo podrá incrementar su capital base, pero sus
necesidades de financiación seguirán siendo las mismas.
¿Dónde está la tensión social?
La tensión social aumentará y, a mi modo de ver, lo sorprendente de
2012 es que no lo haya hecho ya. El siguiente gráfico muestra por qué
las tensiones sociales aumentarán si las tendencias actuales prevalecen
o incluso si se estancan.
Fuente: Reserva Federal de St. Louis.
El componente salarial del PIB se encuentra en un mínimo histórico,
al suponer un 43,5% del PIB según los datos de la Reserva Federal de
St. Louis, tras caer desde el 48,0% que en el que se situaba antes de
la crisis. Los trabajadores están aportando con sus trabajos a sus
hogares los importes más reducidos de toda la historia moderna. Esto
atiende en parte a motivos "evolutivos", tales como la deslocalización
y la automatización del trabajo, pero se trata de un cambio radical en
cualquier caso.
Estos mismos trabajadores están viendo cómo la austeridad, el
incremento en los costes de las pensiones, las subidas de impuestos y
la debilidad en los mercados laborales erosionan su renta disponible.
Además, en EE.UU., se enfrentan también al repunte descontrolado de los
costes sanitarios.
Por último, su poder adquisitivo recibe un nuevo hachazo cada vez
que la Fed, el Banco de Japón, el Banco de Inglaterra o el BCE ponen en
marcha la imprenta. No olvidemos que incrementar la base monetaria
significa que el precio de todo lo demás también tiene que subir para
compensar que haya más moneda, algo que debería saber hasta un profesor
de Princeton como Bernanke.
Cómo va la reducción de tamaño de los bancos europeos.
Cómo va la reducción de tamaño de los bancos europeos.
Así, las clases medias y los asalariados en general se ven en la
obligación de luchar por sí mismos y son los grandes perjudicados de la
crisis financiera. Seguramente esto sería aceptable si también los
bancos estuviesen perdiendo dinero o los mercados de valores bajasen
(dolor compartido…), pero este no es el caso. Al contrario, los bancos
ya están jugando al juego que jugaban antes de la crisis: ampliación de
balances, búsqueda de rendimientos y apalancamiento. El célebre
desapalancamiento de los bancos nunca sucedió en realidad. Las opciones
de Draghi (operaciones de financiación a plazo más largo, etc.)
acabaron con todo ello.
Así es, las viejas costumbres de 2007/2008 vuelven a estar a la
orden del día y la mayoría de bancos europeos han aumentado sus
balances en 2012, en lugar de reducirlos.
Fuente: Bloomberg Businessweek
Este aumento del balance de los bancos ha ocurrido a pesar de la
advertencia de analistas independientes de que los bancos europeos
debían reducir sus balances en 5 billones de euros durante los próximos
cinco años para cumplir con las exigencias de Basilea III. A esto lo
llamo yo desapalancamiento: ¡los balances brutos de los bancos europeos
equivalen al triple del PIB europeo!
Además, los bancos empezaron a cambiar de sitio su activo y su
pasivo para satisfacer las modificaciones legales de forma que todo
debían ser: Activos ponderados según el riesgo. El único problema era
que, aunque se puede reducir el capital base necesario con este
ejercicio, la financiación siempre recaerá sobre el balance bruto. Un
truco de magia en las cuentas no ayuda a financiar la deuda a largo
plazo.
La conclusión es que ahora tenemos un riesgo sistémico mayor en los
bancos europeos del que teníamos en 2011 o 2010. Se centra sobre todo
en los activos ponderados según el riesgo, pero el balance bruto es
mayor. No alcanzo a comprender por qué los mercados, los reguladores,
los accionistas y los analistas se niegan a sacar esto a la luz.
Los bancos italianos y españoles tienen ahora más bonos del Estado
de su país que nunca (precisamente las mismas posiciones que los
metieron en problemas en un principio). Además, los bancos han
aumentado sus ganancias en 10.000 millones de euros financiando a
gobiernos con dinero obtenido del BCE. Y con esto está todo dicho: en
ciclos económicos anteriores habríamos llamado a esto un esquema Ponzi,
pero ahora le llamamos "marco macroprudencial".
Los efectos de este fenómeno en los mercados son graduales, pero
300.000 personas en las calles de Lisboa son una advertencia que no se
puede obviar. Asimismo, si España se niega a tomar su medicina (el
rescate que solo llega con la "condición" de que se solicite
formalmente), o bien tendrá que "drogarse" a la fuerza al paciente en
el plano monetario o bien se le deja morir (impago).
Ninguna de las dos es una buena alternativa para Alemania, con
Merkel cada vez más centrada en su campaña de reelección, esperando que
los países mediterráneos armen cada vez menos escándalo en lugar de
armar más. Sin embargo, uno no siempre puede tener lo que desea. Esta
semana veremos el anuncio de una nueva oleada de austeridad en España.
España se prepara para más austeridad mientras Madrid se prepara para
el rescate.
Mientras tanto, en Estados Unidos…
Finalmente el senado estadounidense aprobó este fin de semana las
medidas provisionales para que el gobierno siga abierto durante otros
seis meses. En efecto, no se trata de medidas reales, sino
efectivamente, de más alargar y disimular. Para un análisis más
detallado de la importancia de un "acantilado fiscal", consulten este
artículo de Seeking Alpha: Fiscal cliff: Will a 1937 repeat = 2013 Dead
Meat? en el que el Sr. Wade Slome argumenta que en 1937 el presidente
Roosevelt se enfrentó a las mismas decisiones presupuestarias una vez
que el estímulo del New Deal de 1933 empezó a desvanecerse. (Lección de
la historia: el mercado se adentró mucho en territorio negativo en 1937
y tardó años en conseguir una recuperación sólida).
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