Grecia representa un riesgo extremo para los mercados financieros. Y la pregunta que no deja de sonar es y si Grecia dice adiós al euro ¿qué hago con mi dinero?
Si Grecia, o cualquiera de los países europeos más débiles, abandonan
el euro, supondría una caída enorme de los bancos nacionales, lo que con
toda probabilidad provocaría un flujo importante de salida de capital
de Europa que no estaba previsto, seguramente de renta variable y
posiblemente hacia los bonos del tesoro de Estados Unidos. Sea como
fuere, la renta variable global sin duda se resentiría con este duro
golpe.
Cuando se producen flujos de capital de esta magnitud, las ganancias
previstas y reales pasan a ser irrelevantes, aunque incluso presa de la
irracionalidad y de los miedos a corto plazo algunos sectores se
muestran bastante resistentes mientras que otros son castigados con
dureza. No sorprende que los sectores cíclicos como la energía, las
materias primas, el consumo discrecional y últimamente el sector
financiero hayan sido los más afectados.
Todo el mundo conoce este gráfico, pero puede resultar en cierta medida
engañoso porque depende por completo del horizonte temporal. Si
observamos la caída máxima, aunque personalmente no creo que sea una
medida de riesgo real, sí que muestra la diferencia entre los mejores y
peores resultados por sectores. Vemos que los activos "más seguros" no
fueron las telecomunicaciones o los servicios de suministro básicos,
sino los bienes de consumo corriente y los servicios sanitarios. Aunque
esto no contradiga por completo a la intuición, sí resulta un poco
sorprendente que las telecomunicaciones y los servicios de suministro
básicos con un crecimiento y riesgo bajos no fuesen la mejor inversión a
prueba de crisis, aunque la Beta por sectores muestre que las
telecomunicaciones y los servicios de suministros básicos tuvieron las
betas más bajas (beta a 10 años en 0,61 y 0,57). Por lo tanto, ¿qué
deben hacer los inversores?
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Tendemos a olvidar que el sector de los servicios sanitarios o
farmacéutico sigue formando parte de un superciclo, debido a una clase
media emergente y al envejecimiento de las economías avanzadas. No hace
falta que los sectores volátiles registren grandes ganancias. Si
observamos el crecimiento anual acumulativo de los BPA de los últimos 5
años, el sector de los servicios sanitarios ha crecido un 10% anual en
uno de los quinquenios más volátiles de la historia. Por lo tanto, si
partimos de la hipótesis de que las valoraciones se mantuviesen así, el
sector habría registrado unos beneficios del 61% (ponderados
equitativamente) en un quinquenio tremendamente duro. Eso es bastante
positivo para un inversor inteligente y con paciencia. No obstante, los
beneficios del sector fueron solo del 34% a causa de su elevada
valoración en 2006, con una relación precio/beneficio de 40 frente al 15
actual (todos ponderados equitativamente).
Así que olvídese de las negociaciones complicadas, cómprese unas buenas
acciones con exposición a mercados emergentes y a poblaciones en
proceso de envejecimiento a una valoración decente y sus inversiones
deberían ir bien. Novo Nordisk es una buena opción para inversores que
estén dispuestos a pagar un poco más por una exposición al crecimiento y
a la diabetes. Y si no quiere elegir una empresa concreta, siempre
puede invertir en el sector completo, que le dará buenos resultados
tanto en los buenos tiempos como en los malos, por lo que no se puede
equivocar.
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