“Grecia tiene escasas probabilidades de mantenerse en el euro. Se están
abriendo importantes posiciones apostando a su salida. Yo he invertido
también en este sentido”. Estas fueron las palabras de un antiguo ex
compañero de profesión, que ahora es parte del equipo de gestión de un
importante fondo de cobertura con sede en Londres. Otras veces ha
compartido conmigo sus reflexiones sobre el mercado, y puedo decirles
que no suele equivocarse. ¿Pero están las cosas tan mal en Grecia como
para que haya inversores que otorguen una probabilidad superior al 75%
de que saldrá de la zona euro? Sí, y esa respuesta está muy bien
argumentada por Julia Amalia Heyer en Der Spiegel.
Parece que hay pocas posibilidades de que los partidos políticos de
Grecia, sean capaces de formar un gobierno de coalición viable después
del castigo a los dos principales partidos en las elecciones del pasado
domingo.
El peor de los casos ha llegado: Grecia amenaza con convertirse en
ingobernable. La situación después de las elecciones del domingo en
Grecia parece desesperada. No importa qué coalición de partidos uno
pueda intentar componer, ya sea de de los grandes o de los pequeños, a
la izquierda o a la derecha, es imposible llegar a un gobierno de
mayoría viable.
Los griegos han desafiado una vez más a sus socios internacionales. No
se han intimidado por las amenazas, consejos, o incluso la perspectiva
de su propia quiebra. No está claro el fin de este nuevo giro en el
drama griego. Para los votantes, la prioridad era castigar a aquellas
personas que, a los ojos de la mayoría, son los principales culpables de
la miseria del país: los políticos.
Ellos son supuestamente responsables de que la economía sea cada vez
más reducida y el desempleo cada vez mayor. Ellos son los culpables de
la disminución de los salarios, los recortes en las pensiones y del
rápido deterioro del nivel de vida. Ellos son los culpables del hecho de
que Grecia ya no sea vista como una nación insular envidiablemente
hermosa, sino como un símbolo de la crisis de la deuda europea. Pero es
muy discutible que la rabia que ahora se ha desatado, tenga un efecto
liberador en el largo plazo.
La primera lección que los votantes griegos querían enseñar a la clase
política fue que el orgullo precede a la caída. Para los dos grandes
partidos tradicionales, el conservador Nueva Democracia (ND) y el
socialista PASOK, la caída ha sido muy pronunciada. Los votos
socialistas cayeron en alrededor de 30 puntos porcentuales en
comparación con las últimas elecciones en 2009. Rara vez se ha visto tal
caída en un partido europeo.
Pero ha habido también mucha arrogancia en el ámbito europeo. Atenas ha
recibido advertencias y amenazas por todos lados. Pero nadie esperaba
que los votantes entregaran un resultado tan devastador para los
esfuerzos de la UE de luchar contra la crisis griega.
Apenas hace cuatro semanas, un enviado de alto nivel de la Comisión
Europea aún estaba "firmemente convencido" de que una de los grandes
partidos tendría mayoría absoluta, o al menos, que podría haber una
coalición entre los dos principales partidos que firmaron los contratos
de crédito con la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero
ahora, los socialistas y nueva democracia no pueden formar coalición
aunque quieran - sólo tienen 149 escaños entre ellos, de 300 en el
Parlamento griego.
Y así el círculo vicioso de la crisis griega se ha puesto en marcha una vez más.
El FMI ya está amenazando con no pagar el siguiente tramo de la ayuda,
que está previsto a finales de mayo. La canciller alemana, Angela
Merkel, ya ha dicho, a través de su portavoz, que el enfoque actual
basado en la austeridad es la única solución y tiene que ser mantenido. Y
la Comisión Europea ya ha advertido que la solidaridad se basa en la
reciprocidad e hizo hincapié en que los acuerdos que ya se han
alcanzado no están sujetos a negociación.
¿Va a seguir este escenario para siempre, con los donantes amenazando y los griegos desafiantes?
¿Va a seguir este escenario para siempre, con los donantes amenazando y los griegos desafiantes?
La situación actual es muy sencilla. No hay ningún apoyo a la actual
estrategia de la UE y del FMI entre la población y ahora, claramente,
tampoco entre los partidos políticos. Los únicos dos partidos pequeños
que podrían haber sido socios menores en una coalición a favor de la
austeridad no pudieron conseguir ningún escaño en el parlamento, tras
haber caído por debajo del umbral del 3 por ciento. Todos los otros
dirigentes en el parlamento rechazan las propuestas de los socialistas y
de nueva democracia - ya sean de izquierda o de derecha. Todos están en
contra de los términos del rescate financiero del país.
Panos Kammenos, jefe del Partido Independentista Griego (33 escaños) y
ex ministro de Nueva Democracia, dijo que no había ninguna posibilidad
de acuerdo con los conservadores. Fotis Kouvelis, jefe de la Izquierda
Democrática moderada, también rechaza una coalición, diciendo: "No vamos
a seguir una política que conduce al empobrecimiento de nuestro pueblo y
de nuestra sociedad" Su partido surgió de la nada para ganar 19
escaños.
Antonis Samaras, quien como jefe del grupo parlamentario más grande fue
el encargado de la construcción de una coalición, dejó de intentar
formar gobierno el lunes, menos de 24 horas después de las elecciones.
Sus llamadas a las partes para formar un "gobierno de unidad nacional"
no fueron escuchadas.
Ahora es el turno del gran ganador, Alexis Tsipras, jefe de Syriza, la
"Coalición de la Izquierda Radical", para tratar de formar un gobierno.
Si logra la hazaña improbable de la construcción de una coalición, a
continuación, los representantes de la troika del FMI, Comisión Europea y
el Banco Central Europeo (BCE) pueden empezar a empaquetar sus cosas
para marcharse de Atenas. Alternativamente, los acreedores podrán
acordar la renegociación del contrato de préstamo, y ambas partes
tratarían de encontrar una solución sostenible, que funcionara bajo la
nueva constelación política. Pero eso parece poco probable.
El nuevo gobierno tiene que estar formado para el 17 de mayo. La troika
ya ha anunciado una visita programada para el 19 de mayo para
inspeccionar el progreso de las reformas que ha exigido.
Sin embargo, una tercera fecha podría ser más significativa: 17 de
junio. Es entonces cuando las nuevas elecciones se llevarán a cabo, si
las partes no llegan a formar un gobierno.
Algunos analistas creen que la salida de Grecia del euro es la mejor
solución. Mitch Goldberg, presidente de ClientFirst Estrategy, señala
que “a largo plazo, una salida griega de la zona euro sería beneficiosa
para todos. Alemania apoyará a Grecia para hacer la transición lo más
suavemente posible. La mejor manera de fortalecer una cadena es eliminar
el eslabón más débil”.
Guillaume Menuet, economista de Citigroup, afirma que “el resultado de
la elección griega muestra que va a ser muy difícil formar una coalición
viable que ponga en prácticas las medidas necesarias”. Este analista ha
elevado a más del 75% la probabilidad de que Grecia salga finalmente
del euro.
Marc Chandler, jefe de estrategia global de Brow Brothers Harriman, señala que “si Grecia sale del euro, la presión sobre Portugal y otros países de la periferia, probablemente crecería, no disminuiría.”
Marc Chandler, jefe de estrategia global de Brow Brothers Harriman, señala que “si Grecia sale del euro, la presión sobre Portugal y otros países de la periferia, probablemente crecería, no disminuiría.”
Parece fácil entender ahora porque mi antiguo compañero ha seguido la
apuesta de algunos hedge funds, y se ha posicionado ante una hipotética
salida de Grecia de la zona euro. Yo también haría lo mismo.
Lacartadelabolsa
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