Hace unos días recibí un mail que da que pensar.
“Desde hace unos meses estoy percibiendo un deterioro general de la -ya de por sí- maltrecha situación. En pleno centro de (nombre de una localidad española de tamaño grande) tenemos oficinas de (nombre de una entidad financiera) con solo UN empleado, el Director, que hace a la vez de interventor, cajero, telefonista y lo que sea necesario. Este comenta que la situación general está muy mal. Antes hacías una consulta en tu oficina bancaria y te llenaban de papeles impresos con la impresora, ahora la información te la dan en una hoja escrita a mano.
Hace unos días acompañe a mi esposa al médico. La consulta, privada, es de dos médicos, sita en (nombre de una localidad española muy cercana a la anterior). Llamamos a la puerta y tardan en abrirla, al entrar observamos que ya no hay la recepcionista, ahora las dos enfermeras hacen también funciones de recepcionista y trabajos administrativos.
Pasamos a la sala de espera, pasados unos minutos escuchamos que llaman por teléfono, una de las enfermeras sale de una de las consultas, y oímos que se trata de una petición de hora de visita para las 10, mi esposa y yo pensamos que serian la 10 de la mañana, acto seguido la enfermera dijo a su interlocutora que “tranquila, hay días que salgo de la consulta pasadas las 11 de la noche”, mi esposa y yo quedamos estupefactos. Hace pocos años si pedias hora de visita más tarde de las 7 y media de la tarde casi te fulminaban.
Al terminar la visita, al ir a pagar, la enfermera nos comentó que la visita anterior se había ido sin pagar un tratamiento, unos 400 €, era la primera vez que venía a la consulta, “la clienta” dijo que volvería para pagar. La enfermera nos comentó que sucede a menudo, y es raro que paguen. Pasaban las semanas, y mi esposa no tenía notica alguna de los resultados de los análisis, harta de tanta espera mi esposa llamó, la respuesta de la enfermera fue: ‘Tranquila (nombre propio de mujer), si hubiese habido algún problema te hubiéramos llamado’. Antes, a los pocos días te llamaban informando del resultado.
Nuestro dentista tiene un importante centro dental ubicado en (nombre de una localidad española situada a unos 70 Km de las dos anteriores), pues “más de lo mismo”, ya no hay recepcionista, y si necesitas visitarte más tarde de las 20:00, no hay problema alguno.
Trabajo en una planta química de la provincia de (nombre de una provincia española). Hace unos días un ingeniero de una empresa externa de ingeniería me solicitó una documentación, le dije que no la tenía y tenía que hacer unos trámites para obtenerla. Él me respondió que su empresa había despedido a la administrativa, y que cada uno de ellos está perdiendo mucho tiempo en hacer el trabajo que hacia la administrativa. Pienso que el precio / hora de un ingeniero superior no es el mismo que el de un auxiliar administrativo. Este último caso especialmente no creo que sea una forma muy adecuada de reducción de costes y aumento de productividad.
Todos los protagonistas de estas tres situaciones cada día vuelven a su hogar mucho más tarde “contentos y felices”, al menos tienen un trabajo”.
Mi respuesta:
“No, ninguna de las situaciones es eficiente, al revés, pero ahora es más un tema de supervivencia. Lo que no entiendo es que en esa consulta hagan un tratamiento y no lo cobren, la solución es muy simple: cobrar por adelantado.
Estas situaciones irán a más: sin horarios, haciendo de todo, … pero actuar así tiene un límite: los costes no son eternamente decrecientes, por ello pienso que llegará una corporación y se hará con el negocio de muchos de esos profesionales.
Lo que dice de la oficina de la entidad financiera es distinto. España es uno de los países de Europa con mayor número de oficinas financieras por 100.000 habitantes, ha sido así porque se ha buscado un modelo de proximidad, pero eso está cambiando”.
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Interesante la entrevista a Bill Gates que publicaba El País el pasado día 23 de Febrero en sus Págs. 32 y 33. En un momento la entrevistadora le pregunta:
“En España nos encontramos con muchos jóvenes muy cualificados que afrontan su futuro sin trabajo ni oportunidades. Como ejemplo de hombre hecho a sí mismo, ¿dónde cree que están las respuestas?”.
Y Mr. Gates responde:
“Lo que sucede es muy extraño. ¿Por qué no han bajado aquí los sueldos? Si tienes una fábrica que produce carbón y nadie lo compra está claro que el precio de tu carbón es demasiado alto y hay que bajarlo. Tienes toda esa mano de obra disponible, pero hay algo muy raro en que el precio no se ajuste para permitir a otros países instalarse aquí, porque está claro que estos trabajadores están dispuestos a trabajar. Ese nivel de desempleo nos indica que hay rigideces importantes operando en el mercado. (…)”.
Sin ánimo de polemizar, sobre el ejemplo que el fundador de Microsoft pone de la fábrica de carbón pienso que existe otra posibilidad para que no se adquiera ese carbón: que nadie lo quiera aunque vaya embalado en papel de regalo. Y si es un tema de precio, bueno, por mucho que los sueldos bajen, España jamás podrá competir en el precio del carbón con, por ejemplo, China, que es, además, el principal productor de carbón del mundo. Es complicado, es complicado.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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