El declive de la producción es inminente y no hay sustituto para el uso del transporte
La importancia del petróleo
La cualidad del petróleo como combustible es enorme, por su facilidad de transporte y por ser líquido a temperatura ambiente y, sobretodo, por su gran densidad energética por volumen (una pequeña botella de 25 cl llena de petróleo contiene la energía necesaria para elevar un coche hasta lo alto de la Torre Eiffel). Es el combustible que más ha contribuido al desarrollo de la industria, y sirve como materia prima de todo tipo de plásticos, productos químicos y materiales de construcción. Representa un 40% de toda la energía primaria consumida en el mundo actualmente, y más del 90% del transporte mundial de todo tipo funciona a base de derivados del petróleo. Uno de los usos más importantes y menos conocidos del petróleo se da en la producción de alimentos. El petróleo posibilitó la mecanización de la agricultura, la extensión de los regadíos y la producción de fertilizantes y pesticidas, dando paso a la llamada Revolución Verde, que permitió multiplicar el rendimiento agrícola a corto plazo, aunque a costa de hacerlo dependiente de un recurso finito y de hipotecar las tierras a largo plazo.
Hubbert, descubridor del pico del petroleo
Fue el geofísico estadounidense Marion King Hubbert (1903 – 1989)  quien acuñó el término “cenit del petróleo” (en inglés, peak oil ). En  un famoso discurso pronunciado en marzo de 1956 en la convención anual  del American Petroleum Institute, en San Antonio, Texas, Hubbert anunció  que hasta 1970 la producción de petróleo de Estados Unidos seguiría  creciendo hasta llegar a un punto máximo después del cual disminuiría  sin remedio. En su momento, fue ridiculizado, pero los Estados Unidos  alcanzaron su “pico” de su producción de petróleo, nunca más superada,  precisamente en el año 1971.
La teoría del pico Hubbert establecía que, en toda área geográfica,  desde un solo pozo de petróleo hasta el mundo en su totalidad, el perfil  de la producción de petróleo sigue una forma de campana, la cual tiende  a llegar al máximo, cuando se han extraido la mitad de las reservas y  luego empieza a declinar.
Los cálculos del pico del petroleo son muy sensibles a dos variables: la  cantidad total de petróleo que se cree que existe en el subsuelo y los  acontecimientos “de superficie”. Así, mientras que Hubbert pareció  estimar con gran precisión la cantidad de petróleo que los EE.UU guardan  en su subsuelo, evidentemente no tuvo el mismo éxito con los  acontecimientos geopolíticos que afectaron de manera determinante a la  producción mundial de petróleo (las dos crisis del petróleo, en los 70 y  los 80). Es por ello que su predicción de un cenit petrolero mundial  para el año 2000 se retrasará aproximadamente una década.
La versión oficial
 Tras los últimos informes de la Agencia Internacional de la Energía  (AIE), esta ya ha  expresado su preocupación por las dificultades que  entrañará satisfacer la demanda de petróleo, a partir del 2012. Las  razones que esgrime la AIE son la disminución de la capacidad de  producción excedentaria, el declive de la producción de petróleo fuera  de la OPEP, y “factores de superficie”, como los retrasos en la  exploración y producción, la falta de profesionales, la concentración de  las reservas de petróleo en zonas políticamente y meteorológicamente  inestables, y la insuficiente aportación de líquidos substitutivos del  petróleo como los agrocombustibles o los petróleos no convencionales  (petróleos que no se encuentran en forma suficientemente líquida y que  requieren un esfuerzo mucho mayor a la hora de refinarse).
Respecto al petroleo no convencional que existe en grandes cantidades,  como el petroleo pesado de Venezuela o las arenas asfálticas de Canadá,  factores tecnológicos y geológicos hacen que su ritmo de extracción sea  muy, muy lento, de manera que no serviran para sustituir la producción  de petroleo convencional sino más bién para alargar el declive.
Asi pues, pese a que les haya costado reconocerlo, el factor geológico  es sin duda el factor que determina al resto.
Un ejemplo de la importancia del factor geológico es el progresivo  agotamiento de las reservas de petróleo mundiales, que está provocando  una concentración cada vez mayor de éstas en determinadas zonas. El 70%  de las reservas de petróleo se encuentran en Oriente Medio y el Cáucaso.  Donde ya hay lugares que ya estan en guerra o alerta permanente por  ello.
Aunque la tecnología puede mejorar la exploración y la producción de  petróleo, ni tan solo los paises líderes en tecnologia como EEUU han  podido revertir el declive de su producción de petroleo. 
¿Estamos en el cenit?
Es muy difícil, por no decir imposible, predecir la fecha exacta en  la que se producirá el cenit del petróleo. Aun así, Aspo, la asociación  internacional de estudio del pico del petroleo, que es la principal  fuente de información independiente que existe, sitúa el cénit durante o  antes del 2012,  teniendo en cuenta factores como la cantidad total de  petróleo recuperable o cómo se traducirán las reservas de petróleo en  flujos de producción. Esta última distinción es de suma importancia.  Aunque se habla a menudo de las reservas de petróleo y de su duración,  lo realmente importante, en términos prácticos, es la cantidad de estas  reservas que podemos disponer diariamente. El ritmo al que podemos  extraer este recurso no es constante, ni se puede forzar sin incurrir en  gastos prohibitivos o dañar los yacimientos (impidiendo que podamos  extraer el máximo de estos en el futuro). Las reservas de petróleo  mundial no son como un gigantesco depósito de combustible que se pueda  vaciar de golpe, hasta agotarlas totalmente, sino que la producción  sigue el perfil de una campana, y lo importante es saber cuándo  llegaremos a la parte superior de ésta y, sobretodo, con qué rapidez  decaerá la producción.
Según un estudio del Departamento de Energía de los EE.UU. serian  necesarios 20 años de anticipación para poder afrontar el cenit de  producción petrolera mundial sin que se den problemas graves. Así pues,  ya hemo superado el tiempo de preparativos para enfrentarnos a un mundo  en el que, por primera vez en su historia, la producción de petróleo  empezará a disminuir definitivamente y no tenemos una fuente de energia  de mejor calidad para sustituirla.  Por otra parte, la combustión de los  combustibles fósiles produce emisiones a la atmósfera que se ha probado  que son causantes del efecto invernadero que calienta el planeta, por  lo que, ya sea debido a problemas con el suministro o con sus  consecuencias, se hace necesaria una transición que nos aleje del modelo  energético fósil actual.
Además, existen otros indicios que hacen creíbles las estimaciones “pesimistas” de un pico temprano:
- Desde los años 60 los descubrimientos de petróleo van a la baja, hoy en día consumimos 4 barriles de petróleo por cada 1 que descubrimos.
 - Es muy probable que las revisiones al alza de las reservas de petróleo de la OPEP de finales de los 80, en que muchos de los paises doblaron sus reservas, fuesen falsas (Con estos datos les permitieron subir la producción diaria aumentando sus beneficios a corto plazo).
 - Coincidiendo con los altos precios, la producción de petróleo convencional se halla técnicamente estancada desde 2005, en los 74 millones de barriles diarios (mb) . Incluso la máxima producción de todos los líquidos hasta ahora (incluyendo gas licuado) está en serios problemas para crecer, pues entre julio del 2006, y el máximo de 86 mb del 2008, ha subido solo 0,5 mb.
 - El número de investigaciones y científicos que sitúan que estamos encima del cénit o que está se dará antes del 2010 está creciendo significativamente, en los últimos tiempos.
 
Algunos agravantes
Otros elementos pueden acelerar la crisis energética junto con el propio cénit del petróleo.
Por ejemplo, la escasez de combustible podría darse mucho antes del  cénit a medida que el estancamiento de la oferta no pueda cubrir la  demanda creciente. Esta, si no el cénit, es la causa del crecimiento  espectacular de los precios del petroleo vivido en el último lustro, y  que este año ha llegado a casi 150 $, acrecentando la crisi económica  mundial que se está viviendo. De hecho actualmente nos encontramos en  una disyuntiva según la cual, precisamente es la crisi económica el  factor que hace mantener o recortar precios, al hacer disminuir el  consumo de combustibles, y podria hacer alargar la fecha del declive  geológico del petroleo. Crisi económica y crisis energética transcurren  de esa forma, entrelazadas.
También hay que tener en cuenta, que el ritmo de descenso de las  exportaciones será mayor que el del declive en sí, puesto que  los  países productores dan prioridad a la demanda interna. Es el caso de  Rusia, uno de los dos primeros productores mundiales, y que tiene una  demanda interna con un fuerte crecimiento. Esto aumentará el problema al  que se enfrenten los países más dependientes de las importaciones, y  seré el verdadero cuello de botella de la crisis energética global.
De hecho, la declinación de las exportaciones ya ha empezado y esta  gráfica nos demuestra que desde el 2005 ya ha disminuido paulatinamente  la cantidad de petroleo disponible en el mercado mundial.
Aquí gráfica d'exportacions
Por último comentar que distintos informes sitúan también el cenit del  gas, del carbón y del uranio antes del 2020, de manera que no podemos  contar con otras energias fósiles y finitas para sustituir el petroleo.
Especialmente importante es saber que energia nuclear no es una  alternativa. Por la falta de disponibilidad de uranio, por su coste  económico que sube exponencialmente a medida que se encarece el  petroleo, por el riesgo para la vida que significa su producción y  porque no tenemos solución para los residuos. Además hemos de tener en  cuenta que esta solo produce electricidad, con lo cual no es una opción  para sustituir el petroleo, y que para producir electricidad tenemos  muchas otras opciones renovables, más baratas y más seguras.
El problema de las alternativas
El primer sector afectado por el cenit del petróleo será el del  transporte; en este sentido, podemos hablar más de una crisis de  combustibles líquidos para el transporte que no de una crisis de  suministro eléctrico. Hoy en día no existen alternativas reales al  petróleo en el transporte. Los agrocombustibles, según la propia AIE, no  llegarán nunca a satisfacer más del 10% de la demanda para el  transporte, y aun a riesgo de provocar una crisis también de grandes  dimensiones en la alimentación. La electrificación de este sector  requeriría grandes cambios estructurales (renovación de la flota de  vehículos, infraestructuras, aumento de la capacidad de generación  eléctrica) que no se podran dar con la suficiente rapidez, dada la  cercania del declive del petroleo.
Ante este panorama, lleno de riesgos medioambientales, económicos y de  abastecimiento energético, lo más lógico sería replantearnos un cambio  estructural profundo de nuestro modelo energético, pero no solo mediante  la sustitución de unas tecnologías energéticas por otras, sino  revisando también qué usos damos a la energía, cómo la consumimos,  quiénes la consumimos y para qué.
Teniendo en cuenta que el mundo industrializado está hecho a la medida  de los combustibles fósiles, que representan más del 80% de la energía  primaria mundial, y que el modelo de consumo energético de los países  industrializados no puede ser exportado a todo el mundo, debido a las  limitaciones físicas, se impone una revisión de los modelos económicos y  sociales de crecimiento, y encaminarnos mediante la reducción del  consumo de energía, su uso eficaz y las energías renovables, hacia un  mundo de baja energía.  Este camino debería de estar basado en la única  fuente fiable que tenemos a largo plazo, la energía solar en sus  diferentes manifestaciones, eòlica, solar térmica, termoeléctrica y  fotovoltaica; pero también en la descentralización de la producción de  energia, que hace evitar las  pérdidas en la distribución, y que seria  la alternativa real a la MAT, la cual solo sirve para seguir creciendo  como hasta ahora.
Hay que tener en cuenta que la puesta en marcha de estas alternativas es  dependiente del petroleo y el carbon puesto que se usan por la  industria pesada, a su vez necesaria para producir el material de los  molinos de viento y las placas solares por ejemplo. Así pues el coste de  esta transición será cada vez mayor, pero hay que aprovechar el  petroleo que queda para hacerla.
Dadas la adicción al crecimiento económico y las tendencias continuistas  de la industria, el mundo sigue yendo por la via equivocada. Eso nos  hace pensar que está difícil transición a las renovables, la  descentralización y la vida de bajo consumo, solo será posible si  logramos construir otro sistema económico que no tienda a la  centralización del poder, al crecimiento constante y la subsiguiente  superación de los límites de la capacidad de carga del planeta.
fuente: http://www.sincapitalismo.net/es/boletin17s09/la-crisis-energ-tica-global-definitiva-causa-del-pico-del-petrolio
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