Ya sé, ya sé: hablar de financiación regional y más ahora es leído con intencionalidad política, es pintado con un color o con otro dependiendo del partido que gobierne, dependiendo del color de quien gobierne, y no, ¡NO!. Otra vez: el tema de la financiación regional se ha politizado, pero no es un tema político, a pesar de que de él hablen los políticos.
El monstruo de Loch Ness, sí: aparece y desaparece: es lo que sucede con los problemas no resueltos, es lo que pasa con las cosas cuando se enfocan mal, máxime si se politizan, que es lo que sucedido con la configuración de la administración regional en España, y con su financiación, claro.
Desde su nacimiento el tema de la financiación regional ha sido enfocado desde una perspectiva política cuando en realidad es un tema exclusivamente técnico. El problema que eso tiene es el de que cualquier cosa que al respecto se diga es oída en clave política, diga quien la diga, se dedique a la política, o no. Y politizar un problema es lo peor que se puede hacer para resolverlo.
Bien, qué hacer con este tema, con el tema de la financiación regional. Pienso que lo primero que habría que hacer es formar un comité de técnicos totalmente al margen de todos los políticos para que respondiese a cuatro preguntas: 1) ¿son viables en su configuración actual todas las regiones?, 2) en base a la evolución económica verdaderamente esperada, ¿van a serlo en un futuro?, 3) ¿pueden asumir las regiones todas las competencias que a día de la fecha tienen transferidas?, 4) ¿están gastando bien las regiones los importes que están gastando?. Reparen en que en las preguntas anteriores no existe ni una sola brizna de política (aunque algunas de ellas hayan sido dichas por políticos).
Y sí, eso va a suponer entrar en la estructura y en el espíritu de la LOFCA, abordar el tema de las balanzas fiscales interregionales, analizar las posibilidades de generación de PIB de cada región, las de hoy y las realmente esperadas mañana; va a suponer eliminar AVEs, cerrar autopistas, peajizar carreteras que son gratuitas, priorizar gastos, manejar desapasionadamente ingresos, subir contribuciones fiscales y crear nuevas, o no, y adecuase a lo que ahora se tiene.
El Gobierno del reino ha hecho una propuesta que, de lo lógica que es, es de pizarrín: el gasto de cada región ha de estar relacionado con su capacidad de generación de PIB, ¿cuántas veces han leído esto aquí?. La lógica: hay que gastar en función de lo que se dispone, pero, al margen de que en los últimos treinta años ni por asomo algo así ha sido dicho, en cuanto lo ha sido ya le han colocado la etiqueta política. ¿Cómo demonios va a resolverse este problema con considerandos así?.
Y luego está el tema de los aplazamientos en el pago de lo percibido de más durante el 2008 y el 2009 (‘de más’: que se lo digan a las regiones con déficit fiscal interregional). Vamos a ver, en este país, entre los muchos defectos que tiene, pienso que destaca uno: querer empezar la casa por el tejado. Los posibles aplazamientos en las devoluciones de esos fondos percibidos de más deberían ser, en todo caso, una de las consecuencias del análisis a que entes me refería, pero no la propuesta de partida. Es un ejemplo, ya.
Este problema: la financiación regional, es un problema más en la colección de problemas que tiene España, y España es una parte de un planeta que se halla afectado por un cáncer que aún no ha sido asumido. Asumir ese cáncer: ahí está, pienso, el punto cero para resolver los problemas que en los que estamos metidos; el de la financiación de las regiones españolas también.
Como ejemplo las palabras del Sr. José María Barreda, expresidente de la región de Castilla La Mancha: “Somos la comunidad con más déficit pero también la que más ha invertido en educación, la que mejor sanidad pública tiene, la mejor comunicada por autovías, la mejor en atención a la dependencia…” (El País 10.09.2011, Pág. 13). Ahí radica el drama: en las carencias. Castilla La Mancha, según el actual Gobierno tiene, a 30 de Junio, un déficit interno del 6,4%, pero a nivel interregional tiene un superávit, a 31.12.2006 (últimos datos publicados) del 3,54%; es decir, el déficit real de Castilla La Mancha ascendería al 9,94% de su PIB. Como dice el Sr. Barreda, su Gobierno hizo muchas cosas, pero a deuda y con fondos de otros, porque el auténtico drama de España radica en que la totalidad de sus regiones no generan el PIB suficiente para financiar lo que precisan; y en lo dicho no hay ni sombra de política.
En la misma página dice el Sr. Barreda que medir el déficit sobre el PIB no es correcto en una región atrasada, pero si los problemas de todos van a más, si cada palo ha de aguantar su vela, y si hay lo que hay, ¿con qué se van a medir las cosas sino con el valor de lo que cada cual es capaz de producir?. Que eso condena a las regiones en su conjunto a a un avance en segunda velocidad, pues sí, tal vez sea porque el modelo actual ya ha dado de sí todo lo que de sí podía dar. Tal vez sea porque ahora se vaya a llevar otras cosas como los clusters, las redes y los ejes de actividad. Y aquí tampoco hay la más mínima sombra de política.
(Un ejemplo que viene como anillo al dedo. España. El Señor Secretario del Ministerio de Defensa dijo en el Parlamento en Octubre del 2010: “No debíamos haber adquirido sistemas (de armamento) que no vamos a usar, para escenarios de confrontación que no existen y con un dinero que no teníamos entonces ni ahora” (El País 13.08.2010, Pág. 1). Pienso que esas operaciones financieras -no: no es un error: financieras- debieran ser analizadas, comprobadas, auditadas, divulgadas, explicadas; que se debería poner en la balanza lo que han costado, lo que han generado; y que deberían pedirse responsabilidades a quienes las decidieron, las contrataron, las firmaron. Y que si lo que dijo el Sr. Constantino Méndez va por ahí, debería renegociarse mucho más allá de lo que ahora se está negociando con quienes proveyeron esos sistemas.
La cosa es muy simple: ¿por qué tiene Ud. que pagar por unos elementos que ‘no va a usar, para escenarios de confrontación que no existen y con un dinero que no tenía entonces ni tiene ahora’?. ¿Suena muy fuerte?, no crea: supongo que saben que si adquieren un plasma cuentan con un período de tiempo para devolverlo, pues calcule el que deben tener si deciden comprar un radar fotónico hiperbárico de flujo electrónico discontinuo y efecto Doppler inverso para noches de eclipse lunar a las 03:37 h en días que sean múltiplos de 27, con el que cuentan o con el que deberían contar).
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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