lunes, 20 de septiembre de 2010

Las hipotecas en yenes están reservadas para los valientes

Pese a la reciente intervención de Japón, el yen ha subido casi un 20% contra el euro desde octubre de 2009. Toda una losa para quienes tengan contratos hipotecarios en esa divisa. Pero, ¿y si ahora que está tan fuerte es el mejor momento para estos productos?

Llevar la contraria. Unos lo hacen por el mero afán de fastidiar. Para otros, en cambio, tiene un significado mucho más profundo. Es una filosofía vital, una manera de ser porque no aceptan las convenciones ni las normas tal como están establecidas. Pero también los hay que incorporan esa actitud a su credo... inversor.

Llevar la contraria

Sí, así es, también tiene cabida en el mundo financiero, aunque su traslación responde a un concepto más refinado. Se trata de la Teoría de la Opinión Contraria y su predicamento, a priori, resulta de lo más sencillo. Basta precisamente con eso, con llevarle la contraria a la mayoría de los participantes en los mercados. Que se compra en masa, pues ha llegado el momento de vender; y al revés.

Pero, ¿por qué se actúa así? Muy fácil: por el deseo de adelantarse a los cambios de tendencia y, por tanto, comprar cuando los precios están bajos y vender cuando están altos.

Esta variante estratégica late ahora en torno a las hipotecas denominadas en yenes japoneses, principalmente, y en francos suizos. La fortaleza de ambas divisas contra el euro está pasando una dura factura a quienes ya tienen contratada una hipoteca en estas monedas.

Hace un año, una cuota mensual de 100.000 yenes requería el pago de 748 euros; ahora, esa cantidad crece hasta los 893 euros porque el yen se ha revalorizado cerca de un 20% contra la moneda única en ese periodo. Y para una cuota de 1.000 francos, bastaba con 658,7 euros, cuando en la actualidad hacen falta 753,6 porque la divisa europea se ha depreciado un 12,6% en los doce últimos meses.

El riesgo siempre está presente

Así, de un plumazo y sin que Japón y Suiza hayan subido los tipos de interés, las cuotas hipotecarias se han disparado entre un 10 y un 20%. Y es que, aunque ambos países, y alguno más como Estados Unidos, resultan atractivos para contraer deudas en sus divisas porque tienen unos intereses próximos al 0%, cuando en la zona euro se encuentran en el 1%, no hay que olvidar cuál es el principal riesgo que contienen estos productos: la evolución del tipo de cambio.

Desde Bankinter, entidad que ahora no ofrece estas hipotecas, reconocen que antes sólo las comercializaban a los clientes que las demandaran de forma expresa y que, además, tuvieran "una cierta cultura financiera para entender bien las complejidades de un producto hipotecario que exigía estar muy atento a las fluctuaciones del mercado y que, si bien podía suponer grandes ventajas, también podía suponer algún perjuicio en función de una revalorización frente al euro de la divisa en la que se contratara el préstamo".

¿Por qué no cubrir este riesgo con seguro de cambio? Fuentes del mercado reconocen que esta posibilidad existe, pero que su coste puede ser muy alto para un particular, hasta el punto de anular el ahorro que puede conseguir el cliente mediante los tipos más bajos. ¿Y por qué no dar el salto a otra divisa si la evolución perjudica? Sí, es cierto que estas hipotecas permiten cambiar el préstamo de una moneda a otra -por ejemplo, de yenes a francos o de francos a euros-.

"¿Pero quién garantiza que la tendencia va a continuar y que no se va a producir un viraje que penalice esa mudanza?", se pregunta Miguel Llorente, gestor de CapitalatWork.

Punto de giro

Con estos inconvenientes sobre la mesa, ¿quién va a querer un producto así? Pues alguien que, por un lado, esté dispuesto a asumir esos riesgos y que, por otro, secunde la tesis de la opinión contraria. Es decir, llevar la contraria y pensar que el euro se dará la vuelta puede arrojar altos beneficios en forma de ahorro en la cuota hipotecaria.

Y es que el empuje mayoritario del mercado en favor de ambas divisas las ha situado en niveles históricamente altos. En concreto, el yen no estaba tan fuerte contra el euro desde 2001 y el franco nunca había alcanzado las cotas actuales desde el nacimiento oficial de la moneda única en 1999.

De aquí a dos años, y según las previsiones recogidas por la agencia financiera Bloomberg, el euro podría apreciarse un 10% contra la divisa japonesa y un 4,5% contra la helvética.

"Yo aconsejaría tener la hipoteca en la divisa en la que se vive. Sí, es cierto que el yen está ahora muy fuerte y que en el futuro puede caer, por lo que ahora puede ser un buen momento para entrar en estos productos, pero es jugártela", advierte Miguel Llorente. Así son las hipotecas en divisas. Pueden ser una cara si el euro se aprecia contra esa moneda, pero una pesada cruz si la divisa europea se deprecia.

fuente: http://www.eleconomista.es/mercados-cotizaciones/noticias/2458116/09/10/El-yen-es-para-valientes-en-hipotecas.html

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