viernes, 8 de enero de 2016

10,5 por ciento

Cada vez que en España el Ministerio de Trabajo y el INE publican datos sobre el paro sucede lo mismo.
El Gobierno –su color da igual– dice, o que son buenos y se alegra, o que la tendencia muestra mejora y también se alegra. Los sindicatos dicen que no-pero-si-tampoco-aunque-si-pero-no-y que cada vez hay menos desempleados cubiertos por prestaciones. La mayoría de  expertos se fijan es los números ‘buenos’: menos parados, más afiliados, pero no en los malos: aumento de la contratación a tiempo parcial y temporal. Y muy pocos expertos dicen que la mayoría del empleo que se está creando en España es precario y basura, es decir, una mierda. Y prácticamente nadie vincula ‘evolución del empleo’ con ‘evolución de los salarios medios’, y esa mayoría que no lo hace no lo hace porque lo que saldría asustaría al miedo.

En España, en lo referente al empleo, hemos llegado a un punto en el que quedarte como estás, aunque sea empeorar un poco, es la monda de bueno; hemos llegado a una situación en la que criticar lo que está sucediendo en el mercado de trabajo, plantearse que va a suceder en España en los próximos años en el mercado de trabajo empieza a ser considerado como derrotismo. (¿Llegará a ser calificada tal postura crítica de terrorista?).
Análisis y cifras miles. Quédense con esta reflexión. M, Hollande, el Presidente de la República Francesa, una persona que, pienso, nadie calificará de izquierdista revolucionario partidario de pasar por las armas a la burguesía gala, calificó, el pasado Noviembre, una tasa de desempleo del 10,5% en la República como ‘Insoportable’: ¡In-so-por-ta-ble!. España, tras este ‘maravilloso en términos de empleo’ 2015 como algunos lo califican, la tiene, a la espera de la más exacta EPA, en el 20,5%.
Si en Francia el 10,5% es insoportable, ¿qué es en España el 20,5%?.
¿Por qué el 99,9999% de quienes hablan del mercado de trabajo en España no hacen referencia a esto?. ¿Será porque la nueva normalidad en España va a ser eso y mejor que la población se vaya acostumbrando?.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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