En una subasta celebrada el pasado 5 de octubre, el Tesoro de EE.UU. 
colocó letras a tres meses a tipo cero por primera vez en la historia. 
Además, la demanda de bonos fue la mayor registrada desde el pasado mes 
de junio. Ahora bien, ¿qué motivación puede tener un inversor de renta 
fija para comprar deuda a tipo cero? También se lo pregunta Matthew 
Tucker, responsable de la estrategia de renta fija de iShares Americas. 
“En principio, una letra del Tesoro a rentabilidad cero no parece 
atractiva. Sin embargo, es importante tener en mente que inversores 
diferentes compran bonos por diferentes razones”, reflexiona. 
El experto de BlackRock pone
 el siguiente ejemplo para ilustrar la información anterior: “Si lo que 
buscas son rentas de tu inversión en renta fija, entonces por supuesto 
que no querrías comprar algo que tenga una rentabilidad del cero por 
ciento. Pero si eres un inversor que busca letras del tesoro 
porque quieres un lugar seguro donde aparcar tu efectivo, reducir 
potencialmente el riesgo de la cartera o porque necesites comprar algo, y
 entonces la rentabilidad cero podría ser el camino a seguir”. 
¿A qué se refiere Tucker cuando habla de “comprar algo”? Pone como 
ejemplo a los fondos monetarios: como sólo pueden invertir en deuda de 
corta duración, están obligados a comprar esta clase de activo aunque 
caiga su rentabilidad al límite cero. En todo caso, la conclusión del 
responsable es fatalista para esta clase de inversiones: “En el 
entorno actual, los tipos cero es la tasa hacia la que se dirigen las 
letras del Tesoro de EE.UU., tanto si se han comprado en una subasta o 
en el mercado secundario”. 
El experto también aporta ejemplos relativos a la búsqueda de 
seguridad vía inversiones en renta fija: “Una institución como un legado
 o un fondo de pensiones puede tener la mayor parte de su cartera en 
activos de riesgo como acciones y una porción en letras del Tesoro para 
rebajar el riesgo de la cartera. Para un inversor que está buscando seguridad, la rentabilidad de una letra no es tan importante. La
 mayor parte de su retorno va a venir de sus inversiones en renta 
variable. Tener letras en cartera no es para generar rentabilidad, sino 
para equilibrar el riesgo procedente de  las posiciones más arriesgadas 
en renta variable”. Para Tucker, “la realidad es que incluso una
 letra que rindiera un 1% no tendría un gran impacto en el retorno 
generado por la cartera en su conjunto”. 
Para el responsable, el rumbo de la deuda soberana estadounidense de 
aquí en adelante puede empeorar, ya que después de la susodicha subasta 
de letras a tipos cero, el Tesoro de EE.UU. celebró otra subasta que 
podría haber terminado con deuda a tipos negativos. “Las normas 
del Departamento del Tesoro no permite que se subasten letras a tipos 
negativos, por lo que se redondeó a cero. Otros mercados no tienen 
reglas similares”, explica Tucker. Pone como ejemplo el caso de
 Suiza, cuya deuda está cotizando a tipos negativos, incluso los bonos a
 diez años.  
La visión de Tucker es que la Reserva Federal no subirá los tipos de 
interés hasta el 2016, “lo que significa que las letras cerca del cero 
por ciento seguirán con nosotros un poco más de tiempo”. En este 
contexto, su consejo es que los inversores “piensen cuidadosamente para 
qué es su inversión en renta fija”. “Si es para generar rentas, entonces
 los tipos ceros no jugarán un gran papel. Pero si buscas renta fija 
para reducir el riesgo en cartera entonces incluso los tipos cero pueden
 interesarte”, concluye. 
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