El índice bursátil alemán DAX se desplomó casi un 4 por ciento ayer y ahora ya se le puede calificar como mercado bajista tras perder más del 20 por ciento desde el máximo histórico de 12 391 a mediados de abril. Cayó de cinco dígitos a cuatro dígitos: 9570. Un nivel que superó por primera vez a principios de 2014.
Los alemanes no son exactamente grandes inversores del mercado de valores. Sólo el 7% de su riqueza está ligada a las acciones, a nivel global. Y sólo una parte de sus posiciones está en acciones alemanas. Así que el movimiento de las acciones alemanas no afecta mucho a los alemanes.
A pesar de que las tasas de los depósitos en el banco están muy cercanas a cero, y en algunos casos las tasas de interés son negativas, los alemanes se aferran a su amado ideal de mantener el efectivo en el banco.
Puede ser que no ganen nada, pero al menos no tendrá que lidiar con un mercado amañado, pagando desconocidas comisiones en sus cuentas de corretaje y fondos de inversión, y luego sufrir un descenso del 20%, para ver como 10 años ahorrando en depósitos se esfuman en tan sólo cinco meses. Y los alemanes que tienen más dinero invierten en el sector inmobiliario.
Pero los inversores extranjeros se han quedado "pillados", en particular los inversores estadounidenses a través de hedge funds, fondos de inversión y ETFs. Durante el último par de años, los corredores y asesores financieros han estado presionando a los estadounidenses para que se diversifiquen en acciones europeas. Y algunas de las acciones más grandes de Europa son empresas alemanas.
"La economía alemana no estaba especialmente boyante en la segunda mitad de 2014 y en el primer semestre de 2015, con un crecimiento del PIB rebotando entre el 1,2% y 1,6% anualizado. Incluso Estados Unidos lo hizo mejor", dice Wolf Richter, de Wolf Street.
"Pero las acciones alemanas se dispararon desde mediados de octubre de 2014 al calor de los rumores que sugerían que el omnipotente Banco Central Europeo se lanzaría a una gran ronda de QE en 2015. Estos rumores fueron apoyados por más rumores y una combinación de no desmentidos oficiales y vagas indicaciones de que se aproximaba una gran ronda de QE.
Los inversores estadounidenses se han enriquecido con cada ronda de alivio cuantitativo de la Fed y estuvieron comprando acciones alemanas utilizando la misma estrategia. Los bonos alemanes también subieron, y los rendimientos cayeron a tasas cada vez más negativas. Eran tiempos asombrosos.
Después, el BCE anunció su QE: sería enorme. Los detalles se dieron más tarde. Sería aún más grande, de 60 mil millones de euros al mes. Pero no comenzaría hasta marzo. El frenesí de compras se acelero e incluso el rendimiento del bono alemán a 10 años se acercó a cero, y el DAX alcanzó los 12 391, después de haberse disparado un 48% en seis meses.
Era el 9 de abril, y la QE estaba en los mercados. La gente estaban prácticamente orando al omnipotente BCE y los hedge funds entraron en masa. Fue el fin del mercado alcista.
Y luego vino el desplome.
La economía alemana se encuentra como antes, pero los inversores recogieron beneficios después de la burbuja de China, e incluso mientras China todavía estaba en alza, y las acciones alemanas comenzaron a flojear.
A raíz de la decisión de la Reserva Federal de no hacer nada, el DAX ha acelerado los descensos. Este gráfico diario muestra el 48% de ascenso en 5 meses y el desplome posterior.
El efecto riqueza está corrigiéndose: la riqueza se ha transferido de manera efectiva a los que llegaron temprano y salieron a tiempo, desde aquellos que no lo hicieron.
Pero este es el asunto: la QE de Draghi todavía se está desarrollando sin descanso. La tasa de depósito del BCE todavía es negativa en el -0,2%. La política monetaria está en su mejor momento. Nada ha cambiado. Salvo que el BCE ha perdido su omnipotencia.
Resulta que, la omnipotencia sólo funciona cuando la gente cree en ella. Y ahora que la gente ya no cree en ella, es probable que más episodios de QE en Europa, Japón, los EE.UU., y en otros lugares fracasen con resultados aún más espectaculares."
Fuentes: Wolf Richter, Wolf Street
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