lunes, 3 de noviembre de 2014

Output Gap (new). Banca. Parlamentarios.

Output Gap (new). Banca. Parlamentarios.
¡Bueno! ¡Por fin! Los organismos internacionales, los expertos oficiales ya están empezando a decir cosas en la línea de las que unos muy pocos llevamos diciendo desde hace años: es imposible volver al 2006, ni España ni nadie.
No se puede volver al 2006 porque no se puede recrear el escenario existente en el 2006 con las políticas y las medidas que se tomaron entonces y que desembocaron en una situación de ensueño entre el 2003 y el 2007 y que empezó a fraguarse en el 92.
Y, ¿por qué no pueden volverse a adoptar aquellas medidas?; pues porque se financiaron a base de deuda, una deuda que hoy es impagable; y porque los recursos son escasos (aunque hoy su precio esté bajando). Se intentó: los planes E buscaban eso: reeditar las medidas maravillosas, y ya vieron como acabó la película.
Ahora está empezando a decirse que el modelo que posibilitó que ‘el mundo fuese bien’ se agotó, por tanto y siendo lógicos los conceptos que le son propios deben remplazarse, o redefinirse, o recalcularse. El output gap es uno de ellos.
Pienso que no tiene sentido que esas instituciones continúen utilizando conceptos superados. ¿Qué sentido tiene hoy referirse a la plena utilización de los factores productivos cuando utilizando sólo una parte la oferta ya supera con creces a la demanda? ¿Cuál es la razón de seguir utilizando el concepto de ‘aumento de la productividad’ desde la óptica de producir más cantidad cuando el consumo no tiene capacidad de absorber esa teórica mayor producción?.
Se continúa diciendo que la población está envejecida. Dicho así parece que sería deseable que la gente se muriese antes (igual lo es), ¿por qué no se dice claramente que como se sigue pensando en términos del antiguo modelo se necesitaría que naciesen muchos más bebés y que la población aumentase?. Claro que aumentar la población, ¿para qué si la tecnología está amortizando puestos de trabajo a velocidad creciente aunque mucho más lentamente de lo que sería posible?.
Pienso que es al revés: hoy en el planeta existe un excedente de capacidad productiva que jamás se va absorber porque nunca habrá capacidad para ello; una capacidad productiva que día a día va ser más arcaica y cara de utilizar porque habrán nuevas tecnologías que podrán aumentar más y más la productividad –utilizar cada vez menos factores productivos–produciendo  menos o mucho menos según convenga. Y claro, lo que ahora denominamos ‘desempleo estructural’ aumentará.
No se va a volver al 2006, ni en Suecia, ni en USA, ni en Brasil, ni en China, ni, por descontado, en España. En ninguna parte. Claro que unas zonas, que no países, estarán menos mal que otras porque serán más necesarias: las prótesis biomecánicas que hagan falta pueden fabricarse donde sea (ya no digamos que se impriman, entonces …) la cosa será donde se halle la conceptualización de tales prótesis y quienes las conceptualicen. (Cierto, estos pueden hallarse físicamente en cualquier parte, pero deberán estar integrados en una red de conocimiento además de disponer de los medios que precisen).
Nunca se volverá al 2006, cada vez lo dicen más (entre ellos gentes que antes decían lo contrario), pero mientras se sigue con lo mismo: por ejemplo, ahora al FMI le ha dado por las obras en infraestructuras.
Pienso que mejor sería ir trabajando en concienciar a las ciudadanías hacia donde se va, en posibilitar y apoyar que sepa como aprovechar las oportunidades que se puedan tener, y en empezar a mentalizar a políticos y similares que, sí o sí, es preciso instaurar la renta básica.
(Publicado 12.10.2014)
Está bien lo de ‘predicar con el ejemplo’, pero lo cierto es que en el 2004, en el 2005, en el 2006, cuando el dinero corría a raudales y a los perros no se les ataba con longanizas sino con correas de Chanel a la inmensa mayoría de las ciudadanías, fuesen banqueros o limpiacristales, lo que les importaba era ‘obtener’ más, y aún más cierto es que se preguntaba muy poco como se conseguía o qué había detrás de aquella nueva maravilla. Ahora sí, se barajan conceptos conocidos, pero ni siquiera ahora se tocan otros, como es de ‘responsabilidades’: no las hubo.
Las ‘políticas prudenciales’, la idea es buena, pero hay un problema: un megafondo de renta fija, un megabanco que acumule billones de activos, ¿quién puede ir contra los intereses de alguien así si sus intereses no coinciden con los intereses oficiales?. Recuerden Lehman, y AIG, no eran las más gordas en su nicho, y la que estuvo a punto de liarse con sus problemas. (No se lo digan a nadie, pero, ¿saben lo que pasa?, pues que el modelo se construyó de tal manera que los problemas de estos monstruos son los problemas de todos. Eso y no otra cosa es lo que significa ‘entidad sistémica’ y ‘demasiado grande para caer’. Y piensen en más sectores, no sólo en compañías que mueven dineros: recuerden que GM fue rescatada).
Interesante: “Pregunta. ¿No cree que las exigencias resultantes de las pruebas de resistencia europea pueden lastrar más el crédito?. Respuesta. La regulación trata de hacer los bancos más seguros, si captan capital eso ayudará también a conceder más crédito. Pero es muy importante que los bancos tengan capacidad para generar capital de forma orgánica. En la zona euro hay aún 800.000 millones de euros en préstamos dudosos, lo que impide que estos activos bancarios estén destinados a fines que podrían mejorar la rentabilidad bancaria”. Mi lectura: los proyectos que conduzcan a cosas necesarias desarrollados por gente solvente tendrá crédito, el resto … (Por cierto: ese volumen de ‘créditos dudosos’ equivale al … ¡8,4% del PIB de la UEM!).
(Publicado 12.10.2014)
Si esas 'actividades externas' las declaran, no entran en conflictos con su actividad parlamentaria, y el reglamento del Parlamento lo permite ... es dinero privado, y si es limpio y es declarado nada que objetar. Puede parecer bien o no, pero nada que objetar.
La pregunta es otra: ¿Se ganan los parlamentarios los importes con los que les remunera el Parlamento? Eso sí que importa: es dinero público.
(Publicado 12.10.2014)
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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