miércoles, 5 de noviembre de 2014

Otra lectura. Drogas, armas y prostitución. La hucha de las pensiones.

Otra lectura. Drogas, armas y prostitución. La hucha de las pensiones.
Hagamos otra lectura. Se nos dice que Alemania es egoísta porque sólo mira para ella, que se equivoca al reclamar sólo recortes de gasto público y reformas que llevan a menos gasto público adicional y a recortes de prestaciones sociales y de salarios. Pero insisto: hagamos otra lectura.

En Europa, en USA, el Japón, en todas partes existe un exceso de capacidad productiva: sobra oferta y/o capacidad de generarla, y sobra porque no existe demanda ya que la capacidad de consumo (de todo) está agotada. La solución que se pide es doble: a) inyección de fondos: anfetas, y b) mutualización de la deuda: todos responsables de lo que todos deban.
(Si no les gusta Alemania, olvídense de que ha sido Alemania quien ha planteado esta vía). Continuando en la senda donde Europa está, todos los países (unos más que otros) van a sumirse / ya están sumidos en una situación deflacionaria; la población perderá estándar de vida porque aumentará el desempleo estructural y caerán las rentas; y los complejos estatales se reducirán. Pero el exceso de capacidad irá despareciendo hasta que oferta se iguale con demanda.
No es por casualidad que Frau Merkel ponga como ejemplo a España, Portugal e Irlanda. El bienestar social en esos países ha caído en vertical desde el que existía en el 2006 porque el gasto público se ha hundido, las rentas han caído, el acceso al crédito es casi imposible y el paro y el subempleo es de récord, pero … ¡hoy son economías más estables de lo que eran hace dos años!.
Hagamos otra lectura. Como hoy no es posible (aún) implantar una economía planificada en la que un comité técnico diga a Gobiernos empresas y ciudadanías lo que tienen que hacer, se hace indirectamente: no es posible ir a más porque los recursos son escasos, porque la capacidad de superconsumo ha desaparecido, y porque los 50, 60 y 70 ya pasaron, luego vayamos a menos porque no hay más, pero como no se puede hacer de otra manera, vayamos a menos empobreciéndonos: equilibrando en la parte de abajo: lo que denunció Keynes: porque entonces era posible equilibrar en la parte de arriba.
Claro, ¿y por qué desempeña ese papel Alemania?. Por un lado porque es la economía europea más gorda, por otro porque le va el papel: esa cantinela de que la inflación es pecado es la excusa perfecta para decir lo que dice. Pero Frau Merkel y sus chicos saben que el peligro de inflación es nulo.
No es una ‘tercera recesión’ es la misma crisis sistémica que empezó en 2010 y cuya precrisis comenzó en Septiembre del 2007. Los componentes son archiconocidos: un exceso de oferta de todo y un defecto de demanda de todo. Si estuviésemos en 1933 la salida sería otra pero hoy esa salida no es posible.
Lo dicho: hagamos otra lectura. (Y por favor: déjese de contar cuentos a la población).
(Publicado 17.10.2014)

Dice la definición que el PIB “expresa el valor monetario de la producción de bienes y servicios de demanda final de un país (o una región) durante un período determinado de tiempo (normalmente un año)”.
Luego el valor de lo que han producido las drogas, las armas y la prostitución en la UE en un año asciende a unos 480.000 M de euros (año base 2012). Doy por buena la estimación que se haya realizado para llegar a esta cifra toda vez que estas actividades son ilegales. (La pregunta sería: ¿por qué no se legalizan si se tienen en cuenta los dineros que generan?)
Claro que si se consideran como PIB esas actividades, alguien puede decir, ‘Y ¿por qué no se considera también como PIB las tareas domésticas que en el hogar llevan a cabo las llamadas ‘amas de casa’?’. Pues la razón es simple: porque no están remuneradas?.
Es la caricatura que realizaba el profesor Samuelson: si los ejecutivos estadounidenses se casasen con sus cocineras el PIB de Estados Unidos se reduciría a la mitad.

(Publicado 17.10.2014)

A este ritmo queda hucha para menos de tres años, cuando se acabe empezarán los recortes. Hasta ahora ha habido ‘ajustes’: la famosa fórmula que contemplaba la esperanza de vida y las expectativas de crecimiento, y aún así ya han tenido que cogerse 20 mM€ de la hucha.
Lo más alucinante es que nadie diga ni pío sobre el tema: ni el Gobierno, advirtiendo qué va a pasar; ni ningún partido de la oposición; ni las instituciones; ni los medios de comunicación; ni los servicios de estudios, ni los expertos; si cabe los dos últimos algo apuntan, alguna vez, de forma muy tímida. Claro, se preguntarán el por qué, la razón es evidente porque es un superproblema de imposible solución: los ingresos y su evolución no pueden ni van a poder hacer frente a los gastos previstos. ¡No-van-a-poder!
Los ingresos no van a poder porque las cotizaciones sociales tienden, en el mejor de los casos, al estancamiento: elevado desempleo estructural, subempleo, cotizaciones sociales que las empresas reclaman a la baja, precariedad. Del otro lado unos gastos que, aun considerando que la esperanza de vida descenderá a medida que se vaya recortando el modelo de protección social, se estancarán en la mejor de las opciones financieras.
¿Qué puede esperarse cuando hacia 2018 se agote la hucha de las pensiones? Pues creciente empobrecimiento de la población jubilada, desjubilación de quienes tengan salud para poder trabajar y consigan un subempleo –como ya está sucediendo en USA desde hace tiempo–, y creciente dependencia de unos ancianos empobrecidos de sus descendientes en el caso de que estos puedan atenderles (que por lo antes dicho serán escasos).
Decíamos que este es un superproblema que nadie quiere poner encima de la mesa. Parece que sobre este tema se haya adoptado un pacto de silencio porque no da votos, ni ayuda a ningún partido a ganarlos. Tal vez se pregunten porqué el Gobierno y las entidades financieras no realizan más publicidad sobre los planes privados de pensiones; mi lectura: para dotar planes de pensiones hay que tener renta, y la renta disponible está menguando.
Cuando en clase analizamos algún tema en el que aparecen las pensiones, a veces les digo a mis alumnos que ellos van a tenerme que pagar mi pensión, y sonríen; ellas y ellos tienen clarísimo que no van a tenerlas.

(Publicado 18.10.2014)
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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