lunes, 22 de septiembre de 2014

Trabajo. Grecia. Jackson Hole.

Trabajo. Grecia. Jackson Hole
1,9 M, ¿cuántos de estas personas son para el Gobierno emprendedores? ¿En su crecimiento es en lo que el Gobierno basa su euforia sobre la ‘creación de empleo’?.


En los 90, sobre todo en las economías anglosajonas, se puso de moda un concepto que luego decayó: ‘empleabilidad’. La idea es simple: la persona que quería un empleo, que necesitaba un empleo, que optaba a un empleo, debía demostrar a quien podía contratarle que debía contratarle porque le necesitaba. A algunos teóricos del trabajo el concepto les gustó: un profesional se haría valer y aportaría su know how y su know what para aumentar el valor de quien le contratase y quien lo hiciese le remuneraría convenientemente. El problema es que eso es cierto en una minoría de casos en los que la dependencia es muy reducida. Luego, en los 2000, cuando él mundo fue bien’, la idea se aparcó.
Con los autónomos-emprendedores-tiempoparcial-temporales, la idea ha vuelto pero transformada. ¿Para qué se va a contratarse a alguien de forma indefinida y a tiempo completo con una serie de costes fijos asociados si se puede disponer del profesional que se necesite, cuando se necesite, durante el tiempo que se necesite, de mil y una manera legales (de infinitas maneras ilegales), pagando exclusivamente por lo que el profesional aporta y sin coste fijo alguno?.
Lo hemos comentado: es una variante del ‘contrato por obra y servicio’ de toda la vida, pero con kilos de legislación añadida y con metros de vocabulario adicional. ¿Trabajadores fijos en plantilla?, los megaesenciales para que la estructura funcione, todo el resto del trabajo que se necesite, por obra y servicio –con el nombre pertinente– cuando se necesite.
¿Si esto es el futuro para la mayoría del trabajo?, pienso que sí. Pienso que es otra de características del nuevo modelo.
(Publicado 24.08.2014)

Desde que en Septiembre del 2007 se plasmara el agotamiento del modelo económico-social vigente desde 1950, en el planeta se han ido ensayando cosas y preparando el escenario para la implantación del nuevo modelo.
Se ensayó la quiebra de un banco gordo, elevar el gasto público hasta cotas de descontrol, los rescates de bancos, las inyecciones de anfetas, el rescate de un país quebrado, el rescate de todo un sistema bancario que estaba para cerrar, el rescate de un país agonizante, la liquidación de varios bancos, el rescate parcial de un país, los recortes en el modelo de protección social, los efectos del empobrecimiento, una quita en la deuda pública, … Existe un denominador común a todos esos caminos: la ciudadanía es la que, de un modo u otro ha pagado los ensayos.
Hoy es ‘la ciudadanía’, antes fue el pueblo, anteriormente los súbditos, más antes los plebeyos y con anterioridad los siervos. La aclaración es importante porque el 0,9% de la población no es ciudadanía y el 0,1% de esa población no es nada porque está por encima de todo. No es una crítica: es así y siempre ha sido así.
Ese nuevo impuesto de Grecia, pienso, es otro ensayo: ¿hasta dónde puede pagar la población?, es decir, ¿hasta qué nivel puede obtenerse de la población los fondos precisos para enjugar un déficit que hay que reducir a toda costa?.
Los políticos griegos, sigo pensando, concitarán todas las repulsas y diatribas posibles, pero son meros ejecutores de órdenes que vienen de otro nivel: ‘Grecia tiene que reducir su déficit porque tal déficit es insostenible y Grecia tiene que vivir con lo que es capaz de generar’, y los políticos griegos se estrujan las meninges para hallar ingresos y recortar gastos a fin de lograrlo.
Extrapolen: tras Grecia vendrán los demás, de hecho ya están viniendo. Una de los principales corolarios de las auditorías del BCE y de la EBA será que los bancos no pueden seguir con el esquema de financiación de elementos –deuda o lo que sea– que estaban siguiendo porque afectaba a su solvencia por lo que era insostenible, por lo que cosas que se financiaban ya no podrán financiarse, ni vía privada ni pública. Los recortes se generalizarán: ‘lo necesario (lo imprescindible, más bien) será lo importante’, ¿recuerdan?, y se estrujará hasta el límite posible la capacidad de recaudación que afecta al 99% de la población.
Y recuerden: las revoluciones no están de moda, y Robin Hood se fue con Lady Marianne.
(Publicado 26.08.2014)

Mi lectura:
1 – Hay que redefinir conceptos: ‘población activa’, ‘población ocupada’, ‘población desempleada’, ‘demanda y oferta de trabajo’, ‘desempleo estructural’, … Las definiciones que se están utilizando son propias del modelo anterior, el que se agotó y entró en crisis, y con el nuevo son precisas unas nuevas definiciones. Por ejemplo, ‘Población activa’ ya no pude seguir siendo, sin más, toda persona de entre 16 y 65 años que desee trabajar, es imprescindible que, además y por ejemplo, sea necesaria.
2 – Se va a seguir con las anfetas todo el tiempo que haga falta y en la cantidad conveniente porque hay que tener la fiesta en paz, y una vez que en la UE la senda de la limpieza  está sumida, ha llegado el momento de inyectar estimulantes; aunque no arregle nada, sólo para que haya calma. En USA va a ser más complicado porque, físicamente, su economía ya no admite más anfetas.
3 – La cuestión es decir algo que quede bien. Mr. Draghi sabe de sobra que para que se solucione en España el problema del desempleo hay que volver a construir 800.000 viviendas al año y que ha de haber financiación para comprarlas, si no en España se va a ir inexorablemente a un desempleo estructural del 16%. ¡Huy! ¡No! Que para eso se van a cambiar las definiciones.
4 – Se hará ‘lo que sea necesario’ ‘cuanto sea necesario’ a fin de que se mantenga la calma el tiempo que sea necesario: no sé porqué se repite periódicamente si ya se sabe. Muy chungas tienen que estar las cosas para que haya que reafirmarlo con tanta asiduidad. Y, ya ven, con decirlo todo vuelve a la normalidad y aunque todo siga igual las Bolsas suben y el precio de la deuda baja. Luego para que digan que las palabras (siempre) se las lleva el viento.
(Yo me pregunto para qué se reunirá esta gente si pueden montar una videoconferencia de película con un satélite para ellos solitos).
(Publicado 26.08.2014)
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.

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