Unos días atrás recibí un mail.
“Hace unos días que el cuerpo de bomberos de (Nombre de una ciudad española), del cual soy miembro, realizó unas visitas a las instalaciones de (Nombre de una empresa) para conocer los riesgos potenciales y sistemas de seguridad allí presentes. Una vez allí recorrimos una series de edificios diseminados por toda la propiedad donde se realizan los diversos procesos de fabricación (la distribución la realiza una empresa de logística que tiene un centro de trabajo independiente de la empresa ubicado en la misma finca).
Lo primero que nos llamó la atención a todos era el poco personal que vimos por las anchas y largas calles internas del polígono, pues esperábamos ver gran movimiento de vehículos llevando las materias y productos semielaborados entre un edificio y el siguiente. Nuestro guía nos explicó que todo este traslado se realizaba a través de un sistema de tubos controlado según las necesidades de la siguiente fase de elaboración y controlado por sensores, asegurando la máxima asepsia y protegido por sistemas antiincendios y antiexplosión.
Al llegar a la planta de elaboración final sin haber visto durante el recorrido más que un centro de control con cinco o seis técnicos que monitorizaban toda la fabricación de manera centralizada y unos operarios que realizaban reparaciones en alguna instalación, el guía contó que el concepto de “un hombre-una máquina” estaba obsoleto pues allí un solo operario manejaba simultáneamente dos cadenas completas de acabado situadas una junto a la otra y que se había intentado que en lugar de dos manejaran cuatro, pero no había podido hacerse porque todavía debía sustituirse de forma manual un elemento consumible por cadena y era imposible que un sólo trabajador cambiara más de dos. Yo me pregunté cuanto tiempo tardaría en encontrarse solución a esto.
Preguntado por los fabricantes de los envases que utilizaban, lo que explicó me dejó más pensativo todavía: hace años otras dos empresas españolas suministraban junto a una tercera de (nombre de un país europeo) los envases, pero las dos nacionales habían acabado desapareciendo ante la extranjera pues, a diferencia de ésta, no habían sustituido su sistema de producción que permitía elaborar dichos envases con un 50% del material necesario gracias a un mejor diseño del recipiente, lo cual abarataba los costes enormemente.
El golpe de gracia lo recibimos al llegar al muelle de carga de las cajas de envases en palés, que eran dejados en un área donde ya eran cargados en camiones por la empresa de distribución. ¡Allí no había ni un sólo hombre! Unos vehículos transportadores totalmente informatizados y sin conductor aguardaban en una ordenada fila a que una señal les indicara la posición del muelle donde debían recoger las cajas y la posición donde debían descargarla sobre los palés, incluso vimos que una se dirigía, sola, a un taller de mantenimiento pues había llegado la fecha de su revisión. El guía comentó orgulloso que el uso de aquellos robots había reducido el número de puestos de trabajo necesarios en más de 50; y éstos no tenían derecho a sindicación o huelga, bromearon algunos compañeros. Pese a todo, las ventas desde el inicio de la crisis se habían reducido.
Tras la visita yo defendía que todo aquello era muy representativo del inevitable paro estructural que tendríamos en todos los países cuya población no se ajustara al número de puestos de trabajo realmente necesarios y que sin ese nivel de competitividad en producción y costes las empresas era derrotadas por cualquier otra del mundo, como les había pasado a las dos empresas españolas de fabricación de envases. Otros me discutieron que todo aquello era una estafa y me dejaron algunas preguntas que le traslado a usted:
¿Dónde se notaba aquella reducción de costes y mejoras en competitividad en el precio del producto final que no parecen bajar? ¿Se traduce todo en un mayor margen de beneficios para la empresa o debemos entender que si no fuera por la tecnología el precio final del bien se dispararía de forma inasumible? ¿Donde se usan los mayores beneficios, dividendos, inversión en I+D o en productos financieros?
Y por último ¿Si la única forma de avanzar para las compañías es ésta y eso provoca que las rentas de las personas sean cada vez menores, quién podrá comprar sus productos? ¿para qué servirá tanto la mejora que la tecnología y planificación de procesos introduce en la producción?”
Mi respuesta fue:
“Antes de las respuestas a sus preguntas, un comentario: dice Ud. “Pese a todo, las ventas desde el inicio de la crisis se habían reducido”. Ya, pero es que si no existiese toda esa automatización, igual, ante la caída de ventas, hubiesen cerrado la planta. Una de las características de la automatización es la de poder flexibilizar las cantidades producidas.
¿Dónde se notaba aquella reducción de costes y mejoras en competitividad en el precio del producto final que no parecen bajar?
El precio del bien final es el valor de lo que se fabrica más otras cosas: impuestos, tasas, costes de transportes, márgenes de distribución, ... y a eso se le ha de añadir el efecto de la inflación. Estaría bien conocer el precio al que la empresa ha estado vendiendo el producto en los últimos diez años. Posiblemente tendríamos sorpresas.
¿Se traduce todo en un mayor margen de beneficios para la empresa o debemos entender que si no fuera por la tecnología el precio de la cerveza se dispararía de forma inasumible?
Esto tiene que ver con lo anterior. Con toda esa automatización la marca ha incrementado su productividad, y ha reducido costes lo que le ha permitido absorber la caída del consumo, la oscilación de los precios de sus materias primas y el aumento del precio de la energía. Sin esa automatización, y a no ser que los añadidos antes mencionados (impuestos, ...) no hubiesen sido menores, el producto posiblemente sería mucho más caro. Pero la automatización ha tenido otro efecto: ha permitido a la marca poder tener un mayor margen neto por envase acabado, lo que no quiere decir que haya sido así.
¿Dónde se usan los mayores beneficios, dividendos, inversión en I+D o en productos financieros?
No entiendo. ¿Se refiere a qué se dedican mayoritariamente los beneficios?. Si es eso, depende mucho de las circunstancias y del momento. Hoy básicamente a mejorar productividad y a tener un colchón financiero que permita afrontar imprevistos, gangas que puedan comprar, ...
¿Si la única forma de avanzar para las compañías es ésta y eso provoca que las rentas de las personas sean cada vez menores, quién podrá comprar sus productos? ¿para qué servirá tanto la mejora que la tecnología y planificación de procesos introduce en la producción?
La primera parte de su pregunta ya se la planteó Karl Marx a finales del siglo XIX, y concluyó que ese sería el fin del Capitalismo. El Sistema se dio cuenta hacia dónde iba, subió el salario a sus trabajadores, les redujo la jornada, les dio fiestas; luego puso en marcha el modelo de protección social, y luego el crédito; y el Capitalismo no colapsó. Ahora es diferente porque ya todo el mundo interesante para el Sistema tiene de todo, el endeudamiento no puede aumentar más, y la deuda que se debe es monstruosa; además, los recursos cada vez son más escasos. Luego la salida pasa por reducir capacidades productivas y ser muchísimo más eficientes (de ahí el aumento de la productividad vía tecnología: utilizar menos recursos para fabricar una unidad). Lo que pasa es que eso tiene consecuencias: la actividad se reduce, el desempleo estructural aumenta, los salarios caen, la recaudación fiscal disminuye y el modelo de protección social se va adelgazando. Y sí: es algo inevitable”
En estos dos escritos pienso que se halla el resumen de un tratado. Sugerencia: reléanlo.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
Volvemos a lo de siempre....que es que los que siempre lo han pasado mal lo pasarán peor y los que tienen de todo , que son los que roban,seguirán viviendo como Dios. Nadie se hará rico trabajando y hoy dia lo que consigas con tu trabajo te lo quitaran con los impuestos, multas o engaños.punto.antes trabajando se vivía. Hoy trabajando, intentarán vivir a tu costa....
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