jueves, 6 de febrero de 2014

¿Transformará la nueva revolución energética la economía a nivel global? (Parte I)

Hay un factor que probablemente se produzca en los próximos años, que creo de suma importancia, y que apenas está teniendo repercusión en los medios, o en las casas de análisis: La independencia energética de EE.UU.
La razón, la nueva tecnología de fracturación hidráulica, que están permitiendo la liberación de más y más gas y petróleo atrapado en la roca de esquisto del país. Este nuevo método de extracción consiste en provocar artificialmente la fracturación en el terreno que se quiere perforar, mediante la inyección a presión de diversos materiales, y así liberar las reservas de petróleo y gas que contiene el sustrato rocoso. Este método está aumentado sensiblemente la producción del país, y volviendo rentable pozos que anteriormente no lo eran.
Natixis Global Asset Management ha realizado un interesante estudio sobre los efectos de esta nueva tecnología en la economía de EE.UU., en la actividad a nivel global, y en el precio de esta materia prima. Dada la extensión del informe lo publicaremos entre hoy y mañana:
Según la Administración de Información Energética de EE.UU., el país está camino de bombear casi 10 millones de barriles de petróleo al día para 2016, igualando la producción de Rusia y Arabia Saudita.
Este organismo prevé también que los Estados Unidos se convertirán en un exportador neto de gas natural en 2018. Al mismo tiempo, los cambios de la oferta y la demanda podrían afectar negativamente a las economías de China, India y Europa.
¿Qué podría significar este escenario para el crecimiento económico de EE.UU., para el precio del petróleo, la economía mundial y los inversores de todo el mundo?
Michael Acton, director de investigación de AEW Capital Management, señala que durante décadas, los líderes empresariales y gubernamentales en los Estados Unidos han estado haciendo planes basándose en la suposición de la escasez de combustibles fósiles. Pero ahora con una nueva técnica de fracturación hidráulica, resulta que los EE.UU. , al igual que muchas otras partes del mundo, tienen mucho más gas y petróleo en el suelo de lo imaginado.
Se espera que esta mayor oferta pueda durar por lo menos durante los próximos 30 a 50 años. "Obviamente hay una cantidad limitada de energía basada en el carbono atrapado en el suelo. Tarde o temprano se agotará. Pero el momento en que esto suceda se ha retrasado mucho en el tiempo”, dijo Acton.
“Lo que significará esto en el corto plazo para la economía de EE.UU. es un impulso de la actividad empresarial, y por tanto, una potencial oportunidad de inversión. Esta nueva oferta de combustible ya ha comenzado a llevar la actividad de fabricación de vuelta a EE.UU. –lo que se denomina la deslocalización. Una gran cantidad de instalaciones de producción que se habían trasladado al extranjero para aprovechar la mano de obra barata, se están trasladando de nuevo a EE.UU. para tomar ventaja del bajo coste y de la abundante energía. Y lo más importante: La producción está más cerca de la demanda final, el consumidor de EE.UU.”, afirma Acton.
Otra derivada de esta nueva tecnología de perforación es la creciente demanda para desarrollar capacidad de almacenamiento de esta energía. “En este momento, en muchas partes del país no hay suficiente capacidad de almacenamiento para el gas natural, y están, literalmente, quemando el gas en la boca de los pozos, porque no tienen lugar donde colocarlo. De modo que se aumentará mucho la capacidad de gasoductos y almacenamiento en los próximos años. Además, las instalaciones portuarias se desarrollarán con el fin de ser capaces de enviar este suministro de energía a Europa, o incluso a Asia y el Pacífico”, añadió.
Este auge en la necesidad de almacenamiento también va a crear más puestos de trabajo en sectores relacionados: Administración, sector de investigación, de desarrollo de equipos…En general, dice Acton, esta revolución energética reducirá los costes del tejido empresarial de EE.UU., y ayudará a todas las industrias.
Philippe Waechter , economista jefe de Natixis Asset Management, cree que aunque la revolución de esquisto en EE.UU. tendrá importantes implicaciones para el crecimiento económica en América del Norte, no está convencido que vaya a transformar la economía a nivel global. Esto se debe a que la demanda de energía se ha incrementado significativamente desde comienzos de la década de 2000, ya que los países emergentes la necesitan para alimentar su desarrollo económico.
"Liderada por China, que representa en la actualidad el segundo mayor trozo del pastel de la economía mundial, la demanda de petróleo se ha incrementado enormemente. De hecho, hemos visto que esta demanda ha empujado los precios del petróleo por encima de 100 dólares barril de EE.UU. El fuerte crecimiento de los países emergentes ha provocado un gran cambio en la composición del producto interno bruto mundial", dijo Waechter.
Waechter señala sin embargo, que esta revolución energética ha provocado que la crisis financiera global no se haya agravado, ya que sin esta oferta adicional, los precios del petróleo probablemente serían mayores. “Ciertamente esto habría sido perjudicial para las frágiles economías del mundo desarrollado”.
Repercusiones de la independencia energética de EE.UU.
A medida que Estados Unidos avanza hacia la independencia energética, Waechter analiza los problemas geopolíticos que están en juego. En primer lugar, China ha venido implementando medidas para operar en un entorno empresarial más abierto, con la creación de una moneda convertible (el yuan), moneda de reserva, y la mayor apertura de sus mercados financieros en los próximos años. Este cambio probablemente convertirá a China en un fuerte competidor para los EE.UU. "Según se desarrolle este escenario, una mayor autonomía de los EE.UU. con respecto a su falta de dependencia de recursos externos puede ser ventajosa", dijo Waechter.
Respecto a Rusia, el mayor productor de petróleo del mundo, las relaciones con Estados Unidos van a ser interesantes en los próximos años, dijo Waechter. "A medida que el crecimiento mundial siga dependiendo de la energía, el equilibrio de fuerzas cambiará. Por lo tanto, mayores recursos energéticos proporcionarán a los EE.UU. la capacidad de seguir siendo un actor global, con una fuerte influencia sobre la forma en que el mundo está funcionando", añade.
En general, Waechter advierte que la exploración de gas y petróleo de esquisto no debe ser el final de la historia energética para los EE.UU. ya que sus recursos son limitados. Él cree que las energías renovables alternativas serán de suma importancia para la sostenibilidad económica y geopolítica en el futuro.

fuente: http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/transformara_la_nueva_revolucion_energetica_la_economia_a_nivel_global_part

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