lunes, 12 de agosto de 2013

Hay 5 potenciales soluciones a la crisis pero solo una es factible (Parte I)

La crisis de la deuda de la zona euro está empeorando a pesar de las apariencias. ¿Cómo podemos acabar con ella? Hay 5 grandes opciones para acabar con la deuda de los países en crisis, España entre ellos, según Pierre Pâris CEO de Banque Pâris Bertrand Sturdza. Y navegando en los detalles, parece que sólo hay una única opción que es a la vez realista y eficaz. Parece que enterrar la deuda es la única forma en la que podemos salir de la crisis.
Y sí, la crisis de deuda de la zona euro está empeorando a pesar de las apariencias. Las primas de riesgo de los países de la eurozona se han reducido, lo que ha llevado a muchos analistas y economistas a pensar que la crisis está desapareciendo. Sin embargo, la reducción no se debe a una mejora en los fundamentales. Sucedió después de que el BCE anunciara su potencial plan de recompra de bonos (OMT). Mario Draghi dijo "lo que sea necesario", e hizo el milagro, los inversores creyeron que el BCE podría frenar las primas de riesgo en el medio plazo.
Esto significa que la información de los spreads es confusa: 1) Las primas de riesgo ya no nos muestran lo que los inversores piensan acerca de la sostenibilidad de la deuda y 2) Son el reflejo de una combinación de expectativas de sostenibilidad de deuda y las expectativas de las futuras acciones del BCE.
Entonces, ¿Cómo medir la crisis de deuda de la zona euro?
Esto nos deja con una medida tosca: la evolución de la deuda pública como porcentaje del PIB. Las primas de riesgo fueron claramente los mejores indicadores antes OMT. Hay un montón de problemas con la relación deuda-PIB:
1) Las deudas brutas son brutas, es decir, hacen caso omiso de los activos públicos.
2) Las deudas brutas ignoran los pasivos públicos no financiados como las pensiones y la asistencia sanitaria.
En la mayoría de los países los pasivos no financiados - que incluyen los posibles costos de rescatar a los bancos - son mucho más grandes que los bienes públicos que pueden ser eliminados.
3) El PIB es una medida estática de la capacidad de pago, el crecimiento del PIB también importa.

¿Qué opciones tenemos hoy?
No podemos obviar el problema de la deuda o esperar que desaparezca por sí solo. Cuando la deuda es insostenible, no se puede sostener. La única pregunta es cómo y cuándo llegará la crisis. Aquí están las cinco opciones que pueden solucionar este problema

Opción 1. Reducción de la deuda a largo plazo a través de los excedentes presupuestarios
Un error fundamental de la Troika fue imponer austeridad presupuestaria inmediata sin articular una visión de largo plazo. Pasar de déficit a superávit es contractivo, pero quedarse en superávit no. Por ello, es primordial reducir los costes de la deuda pero ahora no es el momento de llevar a cabo estas políticas.
Por supuesto, cuanto más tiempo pase en comenzar el proceso, mayor será la deuda y por lo tanto, mayor será el período de reducción de la deuda. Por tanto, la reanudación del crecimiento es una condición previa crucial.
Este sería el curso de acción más deseable si la política fiscal pudiera hacerse temporalmente expansiva, o si pudiéramos utilizar la política monetaria para poner en marcha la recuperación, o si las exportaciones pudieran impulsar lo suficiente a la economía. Las reformas estructurales a veces parecen una buena alternativa, pero estas políticas tardan muchos años en producir sus efectos y son a menudo contractivas desde el principio.

Opción 2: Las ventas de activos públicos
Parecería natural y más fácil para los gobiernos con gran cantidad de deuda, vender parte de sus activos y utilizar los ingresos para recomprar bonos. Esto reduciría su exposición a los volátiles sentimientos del mercado podría demostrar que su posición de deuda es realmente sostenible.
El problema es que sabemos muy poco acerca del valor real de los activos públicos. La OCDE genera estimaciones de deudas netas, que se pueden utilizar para ver las estimaciones de los activos. Los activos públicos en la mayoría de los países se encuentran en el rango del 30-45% del PIB. Las ventas de activos podrían reducir la deuda bruta significativamente.
Por desgracia, vender todos los activos del gobierno no es ni posible ni deseable. Para lograr sus objetivos, las ventas de activos tendrían que ser logradas en relativamente poco tiempo, digamos dos o tres años. Esto representaría un enorme esfuerzo administrativo, probablemente más allá de su alcance. Asimismo, no es deseable, ya que parecería una venta de liquidación.

Opción 3: Reestructuración clásica de la deuda
En las condiciones actuales, las dos primeras opciones son casi inalcanzables, al menos a tiempo para evitar la continuación de esta espiral negativa. El aumento de la deuda pública, naturalmente, conduce a una nueva fase de crisis aguda. Esto hará que la reestructuración de la deuda no sólo será inevitable, sino atractiva.
El problema es que la deuda pública de cada país ha migrado a los libros de los bancos comerciales. Una reestructuración de la deuda lo suficientemente profunda para que la deuda se quedara al 60% del PIB provocaría una crisis bancaria, lo que requeriría la intervención del gobierno y de más deuda.
El vínculo tan denostada entre deuda pública y los activos de los banco ha empeorado, tal vez lo suficiente para que la reestructuración de la deuda soberana sea inmanejable sin ayuda externa.
Muchos gobiernos necesitarán recursos para la recapitalización de los bancos después de la reestructuración de la deuda.
Pero el problema con los rescates es que ya no están disponibles en la cantidad adecuada.
El principal generador de dinero es el Mecanismo Europeo de Estabilidad, que podría alcanzar una potencia de fuego de 500.000 millones de euros. Compare esto con la deuda total de los países en crisis - Grecia, Irlanda, Portugal, Italia y España - que asciende a unos 3,75 billones de euros. Si sumamos a Francia, un candidato probable para la crisis, llegaríamos a los 4,71 billones. Es bastante claro que los recursos del Mecanismo Europeo de Estabilidad no son en absoluto lo suficientemente grandes como para manejar esta situación.

En el artículo de mañana expondremos las otras dos soluciones posibles para la crisis de la eurozona y cuál de las 5 es la viable.

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